Capítulo 8:Comienzan los problemas.

1.1K 51 9
                                    


-Narra Irina Romanov-

—Kanato...¿Dónde estamos? .-. —pregunté observando algo nerviosa la habitación en donde nos encontrábamos.

Y ustedes se preguntarán que carajos está pasando, bueno mis queridos saltamontes los pondré en situación: Yo estaba revisando como seguía Reiji todo muy chilling, todo muy relax. Hasta que el loco de la felpa me llamo diciendo que me quería mostrar algo. Como ustedes saben yo soy bien servicial y to' la vaina y lo acompañe, terminado con una bella demostración que no es a todo el mundo que debes decirle que si :v

—Es mi colección de muñecas de cera —contestó soltando una ligera risa que me daba escalofríos —Nee~ Irina-chan. ¿No te gustaría convertirte en una muñeca también? —preguntó con una gran sonrisa tétrica en sus labios acercándose lentamente a mi —Podría hacerte nuevos trajes todos los días y asi admirarte sin que nadie más ponga sus ojos en ti—

 ¿No te gustaría convertirte en una muñeca también? —preguntó con una gran sonrisa tétrica en sus labios acercándose lentamente a mi —Podría hacerte nuevos trajes todos los días y asi admirarte sin que nadie más ponga sus ojos en ti—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Wey.¿Cuál es el chiste de hacerme trajes sin ni siquiera los voy a poder disfrutar? —bromeé dando unos cuantos pasos hacia atrás —Kanato, aléjate de mí —pedí con un hilo de voz realmente asustada.

—Nee~ Irina-chan. ¿Me tienes miedo? —preguntó antes de tomarme de la muñeca y lanzarme hacia una pared provocando que golpee mi cabeza —¿Sabes? He estado esperando por mucho tiempo probar tu sangre en su máximo esplendor —confeso acercándose a mi cuello para empezar a olerlo —Hueles tan bien —elogio soltando unas cuantas risitas.

—Kanato, por favor suéltame —trate de empujarlo pero él me tomo de las muñecas y las puso sobre mi cabeza antes de morder mi cuello—¡Agh! —un gemido de dolor salió de mis labios al sentir como aquella dos agujas se clavaban en aquella zona —¡Kanato, tengo sida! :''v—grite desesperada con la esperanza de que me soltase asqueado y se vaya, pero no amigos, la vida no funciona así.

—Eres una mala mentirosa Irina —habló con diversión al despegarse de mi —Una sangre tan dulce y deliciosa es imposible que este contagiada con alguna enfermedad, además de que si lo estuviera no me afectaría en lo absoluto —explicó extasiado antes de volver a morderme.

—¡Maldición! >:'''v —solté al aire sintiendo como Kanato chupaba mi sangre como si de una puta sanguijuela se tratara.

Sentía como poco a poco la luz ante mis ojos se iba apagando y mi cabeza daba un montón de vueltas. Por lo visto Kanato tenía planes de dejarme tal y como una pasa, por lo que no me quedo de otra más que utilizar mi magia, así que cree una barrera que logró que el peli morado se separar de mí y yo caiga de rodillas al suelo sintiendo la sangre deslizarse por mi cuello.

—¡Maldita! ¿¡Cómo te atreves!? —vocifero Kanato realmente molesto golpeando la barrera —¡Si llego romper esto juro que te mata... —el sonido de un golpe hizo callar al histérico y me indico que había alguien más en la habitación!

Una chiflada en la mansión.(Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora