Una chica de apariencia angelical llega a la mansión y con tan solo poner un pie en ella,ya pone la vida de todos sus residentes patas arriba.
Sigue la historia de Irina Romanov viviendo en la mansión Sakamaki mientras trata de llevar una vida norma...
—¿Hum? —me queje ligeramente abriendo los ojos poco a poco al percibir una tenue luz pasando por mis ojos —El diablo, yo sabía que jugar minecraft me iba a hacer daño :'v — susurré observando como estaba en mi habitación cuando claramente recordaba haberme quedado dormida en el camerino del auditorio de la escuela.
—¡Irina-chan! —me llamo Yui al entrar a mi habitación una gran sonrisa—¡Estoy tan contenta de que ya despertaras! —
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—¿Cuánto tiempo estuve dormida? —pregunté rápidamente al escucharla, ya que deduje que no lleva tres horas dormida.
—Dos días —respondió sin perder su linda sonrisa.
—¡Demonios! —exclamé algo molesta levantándome de la cama para dirigirme hasta la gaveta de mi escritorio y sacar el reproductor de Shu, con él en la mano salí de la habitación lo más rápido posible y camine a la del rubio con una gran sonrisa —¿Shu estás ahí? —pregunté tocando la puerta suavemente sin recibir una respuesta —¿Shu? —pregunté nuevamente segundos antes de la puerta fuese abierta y me jalaran hacia dentro bruscamente —¡Espera, Shu! —sin dejarme reaccionar me lanzo a la cama y se posiciono encima de mí.
—Haz silencio —ordenó el mayor con un tono de voz algo sombrío —Realmente llegas a ser muy molesta —admitió al mismo tiempo que arqueaba una ceja.
— ¿Yo te mande a entrarme a la habitación? :v —pregunté recibiendo un chasqueo de lengua de su parte antes de que él me tome por las muñecas y acerque sus labios a los míos formando un tierno beso que realmente me tomo por sorpresa. A los pocos segundos aquel beso tierno se transformó a uno más profundo al sentir como mordía mi labio provocando que lo abriera mi boca levemente y nuestras lenguas se encontraran.
Sentía su lengua juguetear con la mía cruelmente a la par que yo trataba de llevarle el paso, después de todo este era mi segundo beso. Luego de algunos minutos aquel beso termino dejándonos a ambos con la respiración agitada y a mí con un notable sonrojo.
—Shu...¿Te emborrachaste? .-. —pregunté al notar el sabor del alcohol en mi boca.
—No estoy borracho...Solo estoy un poco ebrio —respondió acercándose a mi cuello de manera peligrosa —¿Sabes lo difícil qué es que tu padre sepa que estás enamorado de una hermosa chica y te la quiera quitar? —preguntó lamiendo mi cuello de forma lenta haciendo que una sensación realmente agradable pase por todo mi cuerpo haciendo que me mueva un poco —Y sumémosle a eso que también tus hermanos lo quieran hacer, es intolerable para mí—
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