Una chiflada en la mansión.(Diabolik Lovers)

¡Especial 3000 leídas! (Que ahora son 4000 :v ) 2/2

*Aclaraciones*

-Este pedido fue hecho por  azerid091. ¡Muchas gracias! >u< 

- Los escenarios no tienen nada que ver con la historia principal, así que puedes leerlo con total seguridad -

-  Los escenarios estarán narrados en tercera persona -

- En este escenario Irina no conoce a los Sakamaki ni a los Mukami -

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Irina se lanzó a la cama que compartía con su prometido notablemente molesta, miro su vestido de novia el cual se encontraba cubriendo un maniquí y trato de calmarse. Solo faltaban dos días para que portara aquel vestido y caminara hacia el altar, sin embargo, empezaba a dudar un poco si debía hacerlo.

Ustedes deben estarse preguntando que sucedía. Bueno, desde hace un par de meses de que Shin le pidiera matrimonio a Irina se había distanciado bastante de la pelirroja, cada vez que ella le pedía que la ayudara a organizar la boda él siempre le saltaba con que tenía algo muy importante que hacer. Por ende, la pelirroja termino organizando toda su boda en soledad sin saber que era lo tan importante que tenía que hacer su prometido cada vez que salía.

Irina se levantó de su cama con la idea de tomar una ducha y cambiarse de ropa, se sentía pegajosa y totalmente calurosa luego de la gran caminata que había realizado ese día en busca de los zapatos que combinaran con su vestido.

Al terminar de bañarse tomo un conjunto de ropa cómodo, pero a la vez totalmente bonito. Se peinó una cola alta y al terminar se miró al espejo con una gran sonrisa, ni siquiera el cansancio le permitía verse mal.

—¿Qué hago ahora? —se preguntó así misma volteando a ver a su habitación. Ya todo estaba listo para el gran día, por lo tanto, no tenía nada más que organizar o por lo que preocuparse —La semilla, yo si tengo algo pol' lo que preocupame' :'v—se dijo antes de salir por la puerta.

Ese algo era el vals, que gracias a lo poco que lo había practicado no tenía la seguridad de hacerlo bien. Por lo tanto sus pasos se dirigían hasta el gran salón de baile de la mansión para practicar sola, aunque se viera como una maldita loca.

Sin embargo, cuando estuvo frente a la puerta del salón se topó con una melodía bastante conocida para ella: Era merengue. Con cautela abrió un poco la puerta para poder ver hacia adentro, encontrándose una de las escenas más graciosas de su vida: Era Shin "bailando" merengue con uno de los mayordomos de la mansión, sus pasos eran bastante torpes y en su rostro se podía ver lo molesto que estaba por ello.

—¿Esto eran los asuntos de suma importancia que debías hacer? — preguntó Irina con diversión cuando la canción había acabado.

—¿¡Irina!? —preguntó Shin sin poder creer que su prometida estaba allí —¿¡Desde cuando estás aquí!? —preguntó dándole una señal al mayordomo de que podía retirarse.

—Lo suficiente como para ver que te mueves menos que yo cuando estuve un mes en silla de ruedas :v —respondió Irina con burla acercándose a su amado— ¿Por qué no me lo dijiste? — preguntó cruzándose de brazos al estar parada frente a él.

—Bueno, veras...El día que decidimos que bailaríamos merengue en nuestra boda, a pesar de no saber, al ver tu ilusión por hacerlo no pude evitar mentirte y decirte que si sabía. Por ello cada vez que te ibas para planificar nuestra boda yo me ponía a practicar con el mayordomo —se explicó Shin —Pero aun no aprendo y nuestra boda ya está a la vuelta de la esquina. Realmente lo siento —se disculpó agachando la cabeza, sin embargo, un fuerte abrazo por parte de su prometida lo tomo por sorpresa.

—¡Estoy muy orgullosa de ti! —expresó Irina con alegría separándose un poco de Shin para verlo al rostro —Aprecio mucho el hecho de que te esfuerces tanto por algo a lo que no estás obligado, es realmente hermoso de tu parte —susurró con un ligero sonrojo en sus mejillas.

Shin miro a Irina con bastante orgullo, aquella chica le había dado un giro a su vida totalmente. Con su bella sonrisa adornando sus días, su carácter fuerte que lo volvía loco, sus ojos expresivos que la hacían totalmente transparente ante él... Todo en aquella chica era algo que amaba.

Juntaron sus labios en un tierno beso que termino en pocos segundos, se miraron con una sonrisa antes de abrazarse nuevamente. Realmente a ambos les encantaba esa sensación de seguridad que tenían cuando estaban juntos.

De un momento a otro comenzó a sonar la música que utilizarían en su vals, cosa que le dio una gran idea a la pelirroja.

—Ya que estamos aquí. ¿Qué te parece si tú me ayudas a mejorar nuestro vals y yo te enseño a bailar merengue mañana? —sugirió Irina con una sonrisa —¿No te parece un trato justo? —preguntó levantando las cejas rápidamente causándole gracia Shin.

—Claro que si —con esa respuesta pasaron juntos la noche completa, al son de la música y el de sus corazones.

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Según Danilo Mentiras aun no me he morido, así que no se preocupen :v

Con esto terminamos el especial y agradezco a todas las personas que estan ahi leyendo, votando y comentando cada capítulo que sale de este libro. De verdad: Muchisimas gracias por todo su apoyo :3

 Les ama: Blondegals.