Capítulo 16: Nuevos integrantes.

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-Narra Irina Romanov-

—Así que al final me hiciste venir aquí —solté a la nada observando el gran interior de la iglesia —Supongo que nadie puede escapar de tus hilos —agregué con una pequeña sonrisa en mis labios observando cada detalle de aquel lugar tan "sagrado".

—Así que al final me hiciste venir aquí —solté a la nada observando el gran interior de la iglesia —Supongo que nadie puede escapar de tus hilos —agregué con una pequeña sonrisa en mis labios observando cada detalle de aquel lugar tan "sagrado"

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Sin decir una sola palabra más empecé a caminar sobre la alfombra roja que marcaba el corredor, cada paso que daba hacía eco por todo el lugar. Esto me recordaba las miradas hipócritas de las personas que estaban dispuestas a matar por un ser intangible que los doblegaba a su voluntad cada vez que iba a la iglesia en mi primera vida.

—Nunca pensé que las circunstancias podían volverse algo tan adorado —dije deteniéndome frente al altar que estaba al final del pasillo.

Me percaté de que sobre el se encontraba una daga de plata, arquee una ceja observando aquella arma y por alguna extraña razón sentí la necesidad de tocarla...Cosa que obviamente hice :v

¡Te lo imploró Subaru, mátame, mátame ahora!

Lo siento mamá...

De repente sentí un fuerte dolor en el lado izquierdo que me hizo soltar la daga y llevar mis manos hacia ese lugar, di unos cuantos pasos hacia atrás tratando de respirar adecuadamente a la vez que trataba de aguantar el dolor lo más que podía.

—¡Irina! —abrí los ojos como platos al escuchar la voz de Subaru detrás de mí, sorpresivamente el dolor desapareció por completo.

—¡No te me acerques! —le ordene dándome la vuelta provocando que él se detuviera en seco.

—Maldición. ¿Qué se supone que haces aquí? —preguntó con su típico fastidio detenido a mitad del corredor.

—Pensar —conteste con simpleza —¿Cómo esta Clover? —pregunté tomando asiento en el pequeño escalón que se encontraba frente a mí.

—Sigue dormida, Daira distorsiono sus memorias para hacerla creer que su madre murió de neumonía —explicó cruzándose de brazos —¿¡Qué es lo que está pasando Irina!? —vocifero Subaru haciendo que la ansiedad crezca en mí.

—¿Sabes Subaru? Antes no podía comprender el sentimiento de opresión e inferioridad que Yui experimentaba antes de mi llegada, pero ahora hasta lo vivo —empecé a hablar mirando hacia el techo de la iglesia —Pensar que allá afuera hay alguien que puede convertir a los humanos en las criaturas despreciables en las que nos convertimos las brujas me aterra, y más por el hecho de que claramente yo soy quien está en su mira —cerré mi puño y golpee el piso con fuerza —Y también me llena de impotencia el hecho de que sea tan cobarde como para no ponerse en frente a mí y se refugie atacando a mis seres queridos —lleve mi mirada nuevamente a Subaru, quien me observaba con un semblante neutral —Si me descuido tan solo un segundo ustedes podrían convertirse en una de esas cosas...¡Y todo sería mi culpa!—

Una chiflada en la mansión.(Diabolik Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora