Intercambiaron números de teléfono al fin, sería necesario puesto que Nayeon quería estar en contacto con la mayor y no podía interrumpirla en la universidad cuando le diera la gana, así se lo explico Tzuyu y Suga, aunque para ella fuera algo sin importancia.
Aun así, la mayor para sus adentros quería alejarse un poco para controlar los pensamientos de su cabeza, siente atracción física por la menor y no quiere que eso se transforme en un problema para ambas. Principalmente porque es sólo una atracción física y no quiere distraer a Nayeon con eso. Aunque, por lo que pudo escuchar, estaría ocupada trabajando en su próximo comeback y casi no saldría de la empresa.
Era lo mejor, quería retomar su atención en la universidad, no es como si estuviera bajando su rendimiento o algo por el estilo, pero quiere volver a tener mejor establecidas sus rutinas.
Pero esto a Nayeon le molestaba, se estaba aburriendo la verdad. En la empresa hasta ahora sólo estaba entrenando y descanzando, Suga trabajaba en su próxima canción en el estudio casi todo el día, pero el mayor al parecer estaba bloqueado a la hora de crear una buena letra, y la discución que tuvo con Namjoon lo privó de recibir ayuda del CEO.
Ella quería ayudar, pero con sólo dar un paso en el estudio su manager con la mirada le hacía saber que no la quería allí en ese momento.
Suspiró agotadada en la cena, Suga en silencio comía al frente sin prestarle atención y eso es horrible para la menor. Pero se animó al instante, Tzuyu iba entrando por el gran umbral de aquel amplio comedor, comenzó a hacerle señas de inmediato para que se acercara.
Tzuyu se hizo la desentendida y siguió caminando directo a las escaleras para ir a su piso, pero Nayeon no la dejaría ir tan simple, se le abalanzó encima para detener su paso. Suga sonrió de lado al verlas, esperaba que la chica se les uniera para entretener a Nayeon.
-¡Unnie!- Exclamó la artista- ¿Me estás ignorando?- Hizo un puchero.
-¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Por qué te ignoraría?- Tzuyu casi parece incluso ofendida de la pregunta.
-Pero no me has hablado... y hace dos semanas- Mantenía su expresión algo triste- Ven a cenar conmigo
Sin verguenza tomó la mano de la mayor y la guió hasta su mesa, Tzuyu se resignó a quedarse sentada allí y compartir con ella un rato.
Nayeon sintió un pequeño escalofrío que no duró mucho y no le quiso prestar atención. Todo esto porque luego de sentarse planeaba soltar aquella mano, pero la mayor afirmó un poco su agarre sin dejarla ir, aunque al segundo después la soltó y se ubicó mejor en su silla. No sabía que pensar sobre eso así que lo dejó pasar.
-Tú también pudiste hablarme- Se excusó Tzuyu.
-Pero siempre me dices que estás ocupada con la universidad y que no te moleste ¡¿Qué se supone que haga?!
-¡Yo también pensé que estabas ocupada! Y sí, tengo mucho que hacer en la universidad, no puedo estar pendiente siempre al celular
Nayeon estaba de brazos cruzados en su silla, Tuzyu suspiró, al parecer el poco tiempo que pasarían juntas sería peleadas. Llegó su plato y comenzó a cenar ignorando el berrinche de la menor, tenía hambre, luego se iría a su piso para descanzar.
La menor empujaba con su lengua su mejilla derecha con fuerza, estaba frustrada, ella no quería perder el contacto con la mayor de la nada y luego de muchos días que le hable como si todo estuviera bien pues, para ella, ¡No estaba bien! Ella quería que la mayor le prestara en serio atención, hablar más con ella, saber más de ella.
-¡Tres veces!- Afirmó su codo en la mesa formando un tres con sus dedos.
-¿Tres qué?- Preguntó desinteresada la mayor mientras comía.
-Sólo tres veces al día te pido mostrar un mínimo de interés en mí- Tzuyu lucía confundida- ¡Que me escribas, tonta!
-¿A quién le dices tonta, tonta?- Respondió molesta la más alta, la artista rodó los ojos.
-Escribeme tres veces al día, no te cuesta nada- Hizo un puchero- Uno cuando despiertes, otro durante el día y el último de buenas noche
-Nayeon...- Se quejaba Tzuyu- Puedes hacerlo tú también, ¿Qué tal si estás ocupada?
-Lo harás y punto- Sentenció la menor.
Tzuyu al principio pensó que era ridículo, que no tenía por qué obedecer los caprichos de esa chica sólo por ser bonita, ella también tenía un límite. Ella no es muy fan de hablar por mensajes, se aburre bastante rápido, y la idea de tener que mandarle tres mensajes al día, con la abierta posibilidad de que le respondiera para seguir hablando, lograba hacerla fruncir el seño y negarse.
Pero ya estaba acostada, de brazos cruzados viendo el techo de su habitación, molesta por no poder dormir a causa de estar pensando aún en ella. Quería pasar del tema, pero su cabeza no cooperaba y el celular que reposaba en el pequeño mueble conectado al cargador la estaba llamando, sus manos picaban por tomarlo.
Terminó cediendo, ahí estaba el mensaje de buenas noches que Nayeon respondió literalmente a los segundos después deseandole dulces sueños.
Y sin darse cuenta ya era una rutina, buenos días, qué haces y buenas noches. La menor los esperaba con ansias a la misma hora siempre, e intentaba mantener la converzación para no despedirse tan rápido.
Ya no había tanto tiempo para verse, Suga de la nada ya tenía la letra lista y estaban la mayor parte del día grabando, Namjoon iba escuchando los avances y lo converzaba con Yoongi, de a poco la relación se iba arreglando, aunque las cosas entre ellos cuando se trataba de la menor siempre podían explotar.
Nayeon estaba trabajando duro, pero era feliz, de todas formas al llegar a su piso habría un lindo mensaje de buenas noches que le demostraba que no estaba sola.
Tzuyu está con ella.
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Deja de seguirme, por favor - Natzu
Fanfiction> Nayeon es una idol recién debutada de una empresa no muy grande, pero su personalidad y egocentrismo hacen pensar que es una artista consagrada del estrellato, porque ella siente que nació para brillar. Tzuyu simplemente detesta a los egocentricos...