Las semanas de actividades pasaron nuevamente, nada en la rutina de la artista había cambiado, sólo que ahora gozaba con un poco más de tiempo libre y faltaba menos para su descanzo que venía acompañado de las preparaciones de su siguiente comeback.
Suga, como siempre, un buen día llegó a su estudio y no salió de él luego de dos días, nadie podía sacarlo de allí, fue una suerte que Nayeon no haya tenido que salir a cumplir con actividades esos días.
En su lugar, estuvo practicando en la empresa puliendo todas sus habilidades, no podía visitar a Tzuyu ya que esta se encontraba en el hospital en sus prácticas de medicina. Pero los mensajes no faltaron, las llamadas tampoco, no perdían el contacto por más de un día, ambas buscaban uno u otro modo de comunicarse siempre, como dos imanes atrayandose entre sí.
Un buen día Nayeon estaba desde temprano en la compañía, Namjoon le debía comunicar unos asuntos importantes y hablar con ella a solas. Usualmente esto no debería ser así, se supone que Suga tendría que estar presente, pero en su lugar había otro hombre alto y bastante guapo llamado Kim Seokjin, así se lo explicó su CEO.
Tzuyu, por su parte, estaba bastante emocionada porque Nayeon la visitaría durante la tarde, ya tenía una selección de películas para ver y mucha comida con helado para no salir de allí.
Y más importante aún, Tzuyu tenía claro que no era cualquier día, ella por fin declararía sus sentimientos a la menor, se sentía lista y preparada, guardando una ilusión enorme por ser correspondida.
Nayeon salió de su empresa con la mirada algo perdida, su seño algo fruncido, por primera vez en mucho tiempo se comenzaba a apoderar de ella un terrible dolor de cabeza que lograba marearla y hacerla cerrar sus ojos en busca de paz. Subió a la van que la transporta siempre, Taeyeon iba a su lado, se rocostó en el hombro de la mayor mientras esta entrelazaba sus manos y le dajaba ciertas caricias.
Tayeon y Heechul ganaban más que antes, por su duro esfuerzo y el recién aceptado aumento, pero ya no se sentía tan bien como al principio. Ahora no era la niñita desagradable que los mantiene amarrados por un montón de billetes, ahora es la niña visiblemente triste por la que no se atrevieron a luchar y aceptaron dinero a costa de su felicidad.
Nayeon no ha demostrado mucho, de hecho exteriormente se ve bien, pero por alguna razón no pueden o no quieren creerle.
Llegaron al edificio donde recidían, Nayeon caminó directo a las escaleras en dirección al piso de Tzuyu, casi corriendo, desesperada por un abrazo. Golpeó la puerta con fuerza, quería ser recibida en ese instante, y la mayor con una linda sonrisa la hizo pasar.
Tzuyu sabía que algo estaba mal, la chica llevaba 30 minutos ahí y aún no lo quería reconocer, la mayor se estaba desesperando y de forma inesperada la abrazó mientras pretendían poner atención a lo que ocurría en el televisor.
-Nayeon- La nombrada volteó- Tengo que decirte algo importante
Tzuyu esperaba alegrarla, sabe de su ego y espera que sus palabras la hagan feliz y borren ese rostro serio. Y también porque no da más ocultando sus ganas de decirle lo mucho que le gusta y como está de enamorada.
-¿Qué pasa, unnie?
-Nayeon...- Y de repente era difícil seguir la frase- Creo que no puedo seguir ocultandolo- Suspiró- Tú me gustas
Y el corazón de la menor se terminó por partir.
-¿De qué hablas? No juegues
Nayeon se negaba a creerlo, frunció el seño molesta.
-Me gustas, no estoy jugando, te lo digo demasiado en serio
Nayeon se puso de pie de forma algo escandalosa, soltandose fuerte del abrazo que antes le brindaba la mayor, no sabía muy bien que hacer y se movió torpemente a la salida.
-N-No, tú a mí no
Y Tzuyu comenzó a visualizar como todo a su alrededor se desmoronaba, pero no podía dejarla ir así, no podía dejar que se fuera. Se paró de un salto y la siguió por el pasillo tomandola de la muñeca y volteandola.
-¡¿Me vas a decir que no te gusto?!
-¡No! ¡No me gustas!
-¡¿Después de todo lo que hemos pasado?! ¡¿Después de te traigo pegada en mi cabeza?!- Nayeon cargaba un rostro inexpresivo.
-Creo que me has malinterpretado- Se soltó del agarre.
-Nayeon, no me alejes
-Tarde- Comenzó a caminar por el pasillo nuevamente, pero escuchaba los pasos detrás de ella- Deja de seguirme, por favor
-¡Maldicion, Im Nayeon! ¡¿Cómo puedes actuar como si no te importara?!
-No me importa- Aceleró su paso.
-¡Eres la misma egocentrica, presumida y desagradable de siempre! ¡No te me vuelvas a acercar nunca más!
Tzuyu estaba tan molesta, exhalaba con fuerza mientras daba algunos pisotones, maldecía en su cabeza haberse enamorado de ella, no pudo evitarlo, y ahora se encontraba en una molesta situación.
-Y otra vez, no debiste haber dicho eso- Habló Suga con una caja en su mano.
-¿Qué hace usted aquí?- Preguntó algo confundida Tzuyu.
-Me mudé en el piso junto al tuyo y junto a Sana
-¿Por qué?
-Ya no soy manager de Nayeon
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Deja de seguirme, por favor - Natzu
Fanfiction> Nayeon es una idol recién debutada de una empresa no muy grande, pero su personalidad y egocentrismo hacen pensar que es una artista consagrada del estrellato, porque ella siente que nació para brillar. Tzuyu simplemente detesta a los egocentricos...