Namjoon sintió su corazón tambalearse, no, no era eso lo que buscaba, lo que menos quería era que la menor se sintiera así.
Sin querer comenzó a reflexionar sobre sus actos, algo que en realidad no acostumbraba a hacer, pero lo estaba haciendo y sus conclusiones eran cada vez más obvias.
El lado inegable y repudiable es que sí hubo un poco de interés monetario en cada uno de sus movimientos, aunque para él era algo obvio, seguían siendo una empresa pequeña y tenían que cuidarse. ¿Se excedió? Quizás, lo estaba pensando, pero sabe que esa no es la única razón de su actuar.
Hay una gran carga del pasado, rencores y problemas sin resolver, y si los explicara quedaría como el egoista número uno en el mundo, pero Namjoon era un poco así, no podía evitarlo. No quiere tener que contar sus razones, probablemente haya tiempo de eso en otra ocación y la pregunta no lo solicita, existe también una razón sincera para su actuar.
-Sabes que te quiero mucho, como a una hija que nunca tuve...- Nayeon comenzaba a odiar ese tipo de comparaciones.
Últimamente todos se tomaban muy a la ligera el hecho de ser padres o madres, sin percatarse en como se sentirían y en como le afectaría a los jóvenes. Ser padre o madre no es sólo un título bonito, y tampoco es que Nayeon se vaya a sentir orgullosa de cualquiera que asgurase ser de su linaje, ella es más exclusiva que eso.
-Quiero protegerte, si al principio no te quería dejar continuar es porque nada me aseguraba que te fuera bien... y prefería que te quedaras con la linda experiencia antes que seguir, en serio es eso... Y luego, cuando te fue bien, no puedo negar que en mí estaba la ilusión de crear ese idol perfecto a tiempo completo ¡Es algo difícil de encontrar en realidad! Pero tú estabas dispuesta y quería ayudarte, no quería que te distrajeras y sólo te quería hacer más y más grande, más eventos, más albumes, más shows, premios, reconocimiento, y todo lo que puede consguir un idol en el menor tiempo posible, ahora tenemos los recursos para ello... quería hacer historia- Namjoon suspiró pesadamente- Creo que olvidé el hecho de que sigues siendo una chica de 19 años
-Y lo de... oppa, ¿Por qué lo amenazabas con eso?- Una risa amarga salió de la boca ajena.
-Mezclé problemas entre nosotros contigo, supongo que sí soy alguien un poco despreciable
Nayeon estaba comenzando a comprobar que quizás ya no debe tener tanta expectativa en la gente, todos fallan y eso no los hace menos, los hace personas. Quizás el inmenso cariño que les tiene y el tiempo que lleva conociendolos le hace saber que son las mejores personas que ha conocido en su vida, sólo que han cometido errores algo graves (Excluyendo a Tzuyu).
Muy a su estilo comenzó a hablar nuevamente.
-Ok, lo entiendo, todos no pueden ser como yo y es obvio que se van a equivocar- Tzuyu cerró sus ojos buscando paz- Es algo natural en los mortales... ¡Pero todos ustedes se esmeran en equivocarse! No puede ser algo común, debe ser una gran cosa fea, sino no vale la pena ¿No? En fin...- Alzó la vista, pasando sus ojos por todos los presentes- Todos aquí me han decepcionado alguna vez, es evidente, soy alguien exigente, pero en serio espero dejar esto como un mal recuerdo- Todos asintieron bastante conformes- Ahora, ya que les he dado mi ejemplo de súper buena persona perdonadora, es hora de que ustedes arreglen sus asuntos, y si no lo hacen, al menos no vuelvan a meterme a mí ¿Bien?
-¿Qué?- Dijeron al unísono los mayores.
Nayeon tomó la mano de Tzuyu mientras caminaba hacia la salida.
-Yo mientras me voy con mi novia, adiós~
-¿Qué?- Ahora era Tzuyu.
Nayeon con una risilla la arrastraba por los pasillos hacia la salida, no tenía dinero para un taxi, pero sabía que la mayor no tendría problema en pagarlo por esta vez.
Era lindo vivir sin secretos.
Namjoon y Suga se quedaron viendo, sabían que tendrían ambos que volver a regularizar todo, que Hoseok volviera con Sana, contratar un verdadero manager para las más pequeñas de la empresa (Seokjin sólo cumplía con un favor) y avisarle al equipo acerca de todos los cambios.
Sería un poco de trabajo, pero ambos sabían que no era eso lo que le daba el peso al ambiente.
-Sólo... paz- Suga extendió su mano.
-Por ella- La estrechó Namjoon.
-Por ella
Sellaron aquel contrato, con sonrisas sinceras, quizás aquella amistad no se había perdido del todo.
Nayeon y Tzuyu estaban ya en el piso de la mayor, abrazadas viendo cualquier programa que pasaran por televisión en ese momento, pero en realidad no le estaban poniendo mucha atención.
La menor hablaba y hablaba sobre todo lo que había hecho en el periodo donde no se hablaron, Tzuyu la escuchaba con una sonrisa en el rostro, era lindo saber que su novia era feliz y disfrutaba lo que hacía. Porque sí, malentendidos aclarados, Nayeon le terminó sentenciando que eran novias, sin alguna propuesta, sin alguna cena, sin algo demasiado romántico, ellas eran novias y ya, no había que darle más vueltas al asunto.
Por primera vez se dio la ocación donde durmieron juntas, Nayeon no aguantó mucho más para caer desplomada entre los brazos de la mayor aún estando en el sofá. Esta sacó fuerza de algún lugar recondito de su ser y la cargó hasta la habitación, le pareció algo atrevido llegar y quedarse con ella por lo que se estaba yendo, pero la menor de la nada despertó y la abrazó como a un peluche.
Suga al llegar al edificio preguntó a los guardias si la menor ya había llegado, y luego de recibir una afirmación se fue a dormir, asumía en donde se encontraban en ese momento.
Tzuyu estaba contenta, como abrazando un pedacito de cielo, sus ojos se cerraban felices dispuestos a dormitar.
Era un sueño.
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Deja de seguirme, por favor - Natzu
Fanfiction> Nayeon es una idol recién debutada de una empresa no muy grande, pero su personalidad y egocentrismo hacen pensar que es una artista consagrada del estrellato, porque ella siente que nació para brillar. Tzuyu simplemente detesta a los egocentricos...