A- Amor
Estaba sentado en uno de los sillones del club de caballeros White's, el club más selecto de todo Londres para la alta aristocracia. Tomando un trago de la copa de brandy que tenía en las manos, observó a los hombres que tenía alrededor.
Todos pertenecían a familias adineradas y poderosas de la sociedad londinense, y la gran mayoría iba allí a lo mismo, negocios, alcohol, juegos y diversión. Aun no entendía porque había decidido ir a aquel lugar que hacía años que no visitaba. "Lo has hecho para molestarla" le dijo su subconsciente, y de inmediato se sintió mal por haberlo hecho. Uno de aquellos hombres se acercó a él, sorprendido de hallarlo allí.
-Señor Darcy, cuanto tiempo sin verlo por aquí.
-Así es, señor Wells, paso poco tiempo en la ciudad y por lo general aprovecho para controlar mis negocios en lugar de para divertirme- Respondió con desgana.
-Es bueno salir y despejarse de vez en cuando- Le dijo- Sobretodo cuando nuestras esposas se ponen pesadas.
-No sé a que se refiere.
-Claro que si- Le dijo riendo aquel hombre- Las mujeres son maravillosas hasta que hay un anillo de por medio, entonces solo sirven para dos cosas- Puntualizó- Dirigir la casa y satisfacer nuestras necesidades carnales, bueno y para proporcionarnos descendencia- Aquel hombre empezaba a irritarlo- Fuera de eso, cuanto menos tiempo pasemos junto a ellas mejor, por el bien de nuestra salud mental.
-No estoy de acuerdo con usted, yo disfruto de la compañía de mi esposa.
-¿Y entonces que hace aquí?- Interrogó curioso- No está interactuando, ni jugando a algún juego de mesa, y apenas a tomado algo de esa copa...
-Aunque no es asunto suyo, le diré que el motivo es que mi esposa está embarazada y hemos...
-¡Con que es eso!- Exclamó el hombre, creyendo haberlo entendido por fin- Con razón ha huido de casa, si las mujeres son difíciles de tratar de normal, cuando están esperando son mucho peores, y lo mejor es huir de su lado y buscar compañías más amenas- Le dijo señalando a algunas jóvenes que buscaban caballeros con los que divertirse.
-¡Como se atreve!- Dijo enfadado, harto de toda aquella conversación- ¡Yo no soy esa clase de hombre!¡Yo amo a mi esposa y le soy completamente fiel!- Se puso en pie colérico- ¡Lo que ha descrito, aunque es muy común entre los caballeros, me parece inmoral y despreciable!- Pegó un gran trago a su copa de brandy y dejó de un golpe su copa en la mesa- ¡He venido a este lugar esperando encontrar caballeros con los que hacer negocios mientras mi esposa se calma por una discusión, porque no quiero alterarla en su estado, y en lugar de eso me encuentro con libertinos! ¡Me marcho!
-No se ponga así, señor Darcy, no es para tanto.
-¡Para mí si lo es!- Sentenció cogiendo sus cosas y saliendo de allí.
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De la A a la Z y de la Z a la A
Fiksi PenggemarSerie de viñetas de Orgullo y Prejuicio, sin un orden concreto en el tiempo, pero siguiendo el abecedario, y después a la inversa