Después de aquel almuerzo con Rodrigo, hay algo en mi que esta sucediendo y no se que es; hasta parece que el cambio de actitud que le pedí a Rodrigo, me afectó más a mi que a él. Sonrío todo el día y estoy más feliz que de costumbre, (Aunque estaré más feliz cuando arregle las cosas con mis padres). Me di cuenta que sonrío más cuando lo veo a mi jefe, cuando pasa por enfrente de mi escritorio, cuando lo veo hablando con mis compañeros, etc. Me impuse dejar de mirarlo. Era demasiado lo miraba todo el tiempo, tanto así que hasta dejaba de hacer mi trabajo sólo para mirarlo. Aunque supiera que él estaba por ahí en algún lugar de la empresa trataba de enfocarme sólo en trabajar, que en definitiva era lo que tenía que hacer. Me enfoco en el trabajo, pero aún así me siento nerviosa porque yo sé que él está ahí. No se que es lo que me está pasando, nunca antes me había sentido así.
De camino a casa en el ómnibus, me puse a pensar que la razón de mi felicidad, puede ser gracias al cambio de actitud que tuvo para con nosotros Rodrigo, y también por el gran esfuerzo que él está haciendo para cambiar, (Sí, definitivamente debe ser este el motivo).
Ya había pasado más de un mes desde que llegó “el nuevo jefe”, y el tiempo pasa como la velocidad de la luz.
Llegué temprano a la empresa, me acomode en el escritorio y mientras lo hacia, lo vi entrar a él e inmediatamente mire hacia otro lado. Él saludo con un “Buen día” a todos, pero cuando cruzó por al lado de mi escritorio, dice “Buen día” nuevamente (Y no me hacia falta darme vuelta a mirarlo, porque ya sabía que el saludo era para mi), yo me hice como que estaba ocupada revisando unos papeles y le devolví el saludo sin mirarlo. Entró a la oficina, y yo rápidamente solté toda la tensión que tenía retenida por las ganas que tenía de voltear a verlo, no podía mirarlo, era lo que me había impuesto y no iba a hacer lo contrario.
A la media hora sale de la oficina o mejor dicho abre la puerta y asoma la cabeza.
- Luisana. – no sabía que hacer, sólo ojeé hacia donde estaba él, como si eso no fuese mirarlo.
- ¿Qué se le ofrece?
- Si llegan a llamar de mi casa, decile que no estoy, que salí a una reunión y no sabes a que hora llego o inventale algo.
- Bueno. – le respondí sin mirarlo.
Vi pasar unos pies por al lado de mi escritorio, (Que era él por supuesto) y se detuvieron en el escritorio de un compañero. No quería que me ganen las ganas de mirarlo, pero no aguante y de repente se me escapó una mirada hacia él y como la mala suerte estaba conmigo, él justo volteó hacia donde estaba yo y me vio que lo estaba mirando; agache la cabeza y seguí trabajando; el corazón me latía muy rápido, cuando levanté la mira lo tenía parado enfrente de mi escritorio, me di la vuelta sin saber que hacer.
- ¿Te pasa algo Luisana? Te noto un poco rara últimamente.
- No, estoy bien. – y lo mire casi sin mirarlo.
- Es que te noto un poco incómoda creo, no me miras a la cara cuando te hablo, incluso ahora no lo estás haciendo. ¿Querés decirme algo?. – tomé fuerzas y me di la vuelta para mirarlo a la cara.
- No me pasa nada. Puede ser que esté un poco rara porque paso algo en mi casa. Pero estoy bien. -Metí.
- No te distraigas tanto.
Cada día que pasaba, él me miraba mucho más de lo que yo lo miraba. Me trataba cada vez mejor, y eso se debía al cambio que estaba teniendo; nunca creí que pudiera cambiar tan rápido como lo hizo, me alegré por él y por mi, pero a la vez me hacía sentir incómoda, yo veía que él no me trataba igual que a mis compañeros, me trataba diferente; su mirada, su trato hacia mi, ya no se lo que le estaba pasando ni lo que me estaba pasando a mi, (Si es que a él le estaba pasando algo o sólo eran imaginaciones mías) pero lo que si sabía con certeza, era que yo fui quien le pidió que cambie y ahora no me podía quejar.

ESTÁS LEYENDO
AMOR SIN BARRERAS
RomanceLuisana, una chica que nunca se enamoró y que tampoco cree que algun dia lo va a hacer. Ella es secretaria en una empresa constructora, pero todo en su vida cambiará cuando la empresa cambie de jefe.¿Cómo tomará ella el cambio de jefe?¿Logrará encon...