El amor

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Lunes, comenzamos una jornada de mucho trabajo, ahora más que nunca, ya que con el nuevo jefe hacemos trabajos que antes no hacíamos: como acompañarlo en las reuniones que hace en la empresa para dar como finalizado el contrato, pedirle a mis compañeros que ayuden a los arquitectos cuando necesiten algo y cosas así, que no deberíamos estar haciendo, pero como dice él, somos inútiles para estar trabajando en los cargos que cumplimos cada uno, entonces tenemos que complementar aunque sea como sirviente.

A la hora del almuerzo Sara y yo fuimos al Margarita como todos los días laborales y hablamos sobre lo de la noche de el sábado.

- Luisana, hubieses salido a bailar con ese chico, era muy lindo y tenías la oportunidad de empezar a conocerlo, y después poco a poco hasta capas podrían haber entablado una relación.

- No, si vos sabes que yo no puedo, no me animo, me pongo nerviosa y no se que decir.

- Y qué tenés que decir, más que decir “Sí, aceptó ir a bailar”.

- Bueno, para vos es fácil decirlo, pero para mi no.

- Espero que se te vaya pronto esa timidez.

- Sara, yo no voy por la vida buscando pareja, cuando tenga que venir el amor vendrá, por ahora estoy bien así.

- ¿Te enamoraste alguna vez y no me lo contaste?.

- Mi gran amor siempre fue mi familia, aunque no me lleve tan bien con mis padres ellos siempre serán mi gran amor.

- No me hagas reír, ya se que querés mucho a tu familia, yo digo por si alguna vez tuviste algo y no me contaste.

- No, no tuve nunca nada con nadie, vos sabes bien sos mi amiga, no tuve nunca un novio, no se como es todo ese tema y capas, no se, tenga miedo de que se me acerque alguien por eso.

- Mira Luisana, yo cuando me enamoré por primera vez, fue increíble, se siente realmente como lo dicen en las películas, (bueno eso es lo que sentí yo) mariposas en la pansa cuando lo ves o piensas en la persona que te gusta, siempre querés estar a su lado y te pones celosa si lo ves con otra chica, es muy linda la etapa de estar enamorado. – me mira sonriendo.

- ¿Vos estas segura de que te enamoraste?.

- Sí. ¿Por qué?.

- No, digo, me habré perdido esa etapa de enamoramiento tuyo, porque siempre te vi en relaciones libres y no creo que estar enamorado signifique dejar libre a tu pareja de la manera en que lo haces vos.

- Luisana, cuando me enamoré todavía no éramos amigas. Enamorarme de esa persona me cambio la vida, él me lastimó mucho traicionándome con mi vecina, y bueno decidí no enamorarme más y no complicarme la vida, algún día voy a encontrar a esa persona que me quiera realmente, y vos también, vas a ver.

- Cuando me enamore, creo que me voy a dar cuenta porque se que ya no voy a ser la misma.

- Bueno vamos a trabajar.

- Vamos.

Le pagamos al mesero y nos retiramos a nuestro labor.

Tuvimos mucho trabajo, anduvimos todos de arriba para abajo, incluso Rodrigo. Aunque él no quiera admitirlo, trabajamos bien todos en equipo; y para limar asperezas le dije:
- Hacemos un buen equipo trabajando todos juntos.

Me miró con una cara de, no es así, que hasta me daba miedo que vaya a ser despedida por haberle dicho algo que no le haya gustado. Creo que seguiremos trabajando toda la semana así; una de las reuniones que tuvimos hoy con los clientes no salió del todo bien, y con las exigencias que pone el jefe era de esperarse. A todos les quiere cobrar más de lo que cobraba Ricardo por los mismos trabajos, nadie quiere aceptar la oferta y los que la aceptan son pocos; muchos de los que vinieron son recomendados por otras personas que ya han sido clientes de nosotros, pero no sabían que la empresa había cambiado de jefe. Nosotros lo aconsejamos pero no quiere escuchar nuestras opiniones, cuando se le mete algo en la cabeza nadie lo saca de ahí; ya lo estoy conociendo mejor y es él el que tiene que cambiar, si no la empresa va a ir de mal en peor, y eso no le conviene a nadie.

AMOR SIN BARRERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora