Sin ganas de nada, pero a la vez con ganas de que mi madre se recupere. Enterarme de que mi madre tiene un tumor cerebral, y todo lo que hizo para que yo siguiera con mi vida es fuerte; me enojó que no me lo haya dicho, porque yo hubiese podido estar con ella en todo lo que necesitara; ahora todo lo que no pude hacer lo voy a hacer por el bien de ella.
De lunes a viernes me quedo en mi casa por el trabajo, y los fines de semana voy a la casa de mis padres. La segunda vez que visité a mi madre, mi padre tuvo que confesarle que me había contado de su enfermedad y se enojó mucho, sobre todo con él, pero se le pasó enseguida; y del enojo pasó a la alegría, sé emocionó al verme y aceptó que yo fuera a visitarla; no le reclamé nada, al hacerlo no iba a ganar nada sólo iba a empeorar las cosas, y ahora que puedo estar con ellos voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que estén bien.
Tuve que postergar mis salidas con Sara, Santiago y también con Rodrigo, ellos lo entendieron.
Domingo de noche, después de haber estado otro fin de semana con mi familia llegué a casa muy cansada del viaje, y me recosté un rato en la cama; sonó el celular, era Rodrigo, me escribió un mensaje el cual decía que venía un rato para mí casa; 5 minutos después de haber dejado el celular en la mesita de luz suena nuevamente, pero esta vez era mi padre, contesté inmediatamente.
- ¡Hola pá! recién llegué.
- Hija vení para el hospital que tu madre colapsó y la trajimos de urgencia con un vecino.
- Papá calmate, ¿En qué hospital están?.
- En el central.
- Ya voy para ahí, no te pongas mal.
Agarré el bolso y salí de inmediato; cuando estaba cerrando la puerta, sentí que alguien había llegado, era Rodrigo, me acerqué al auto, le dije lo que había pasado con mi madre y rápidamente salí corriendo para encontrar un taxi; en eso Rodrigo acelera y me alcanza.
- Subí que te llevo.
- No quiero molestar.
- Subí. ¿En qué hospital está?.
- En el central. – le dije mientras subía al auto.
Sabía que no era el momento, pero a la vez sentí que era el momento y le conté con un breve resumen de la historia sobre el problema que yo tenia con mis padres, y cómo se solucionó.
Llegamos al hospital y papá estaba allí, en la sala de espera; al verlo lo abracé fuerte y cuando le pregunté que había pasado se puso nervioso, lo único que me dijo medio entrecortado fue: “Firme para que la operen”.
La operación duró aproximadamente 2 horas y media; y cuando parecía que la cabeza ya nos iba a explotar de tan nerviosos que estábamos sale el doctor.
- Hola. La paciente se encuentra estable, a pesar de que en su caso la enfermedad ya estába avanzada, la operación fue todo un éxito. Ahora hay que esperar su evolución.
- Gracias doctor. – le dijo mi padre.
Nos volvimos a abrazar por unos cuantos minutos y me acordé de que allí también estaba Rodrigo, después de tanta espera me había olvidado de que estaba allí acompañándome y se lo presenté a mi padre.
- Papá, él es Rodrigo mi novio.
- Hola, que mal momento para conocernos. – le dice mi papá con una leve sonrisa.
- Encantado de conocerlo señor, siento mucho por lo que están pasando.
- Rodrigo anda a descansar que yo me quedo con mi padre, ya hiciste mucho por mí gracias.
- Luisana me quedo haciéndote compañía, y no me tenés que agradecer nada.
- Mañana tenés que trabajar, vos sos el jefe y hay mucha gente que te necesita.
- Tenés razón, pero cualquier cosa avisame.
- Si, gracias.
Mi padre y yo esperamos para entrar a ver a mi madre pero no pudimos hacerlo. Nos quedamos en la sala de espera haciéndonos compañía uno al otro toda la noche.
Me fui 2 horas antes de entrar a trabajar, me iba a quedar pero mi papá se resistía a irse, así que decidí ir mejor a trabajar. Llegué a mi casa, me cambié y de ahí me fui a trabajar. Llegué bien de hora, pero no tan bien de ánimo y de estado físico.
Rodrigo llegó y se acercó a mi.
- Hola, ¿Pudiste ver a tu madre?.
- No pudimos verla pero sigue estable.
- Te hubieras quedado a descansar, para que viniste.
- Tengo que trabajar así me despejo un poco; cuando salga de trabajar voy a ir al hospital. Gracias por preocuparte.
- Sos mi novia es lógico que me preocupe.
A la hora del almuerzo le conté a Sara y a Santiago sobre lo sucedido con mi madre; realmente necesitaba de su apoyo, principalmente el de Sara que es como mi hermana.
Hay que seguir luchando contra las barreras que nos pone la vida, aunque algunas no sean fácil de cruzar.
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AMOR SIN BARRERAS
RomanceLuisana, una chica que nunca se enamoró y que tampoco cree que algun dia lo va a hacer. Ella es secretaria en una empresa constructora, pero todo en su vida cambiará cuando la empresa cambie de jefe.¿Cómo tomará ella el cambio de jefe?¿Logrará encon...