Mi familia

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A mi familia no la veo desde hace ya un año aproximadamente; desde aquel día en el que no estuvimos de acuerdo en algunas cosas. En realidad ya hacia tiempo que no lo estábamos.

Mi madre es una persona simpática, buena, a veces un poco dura con sus palabras y muy  orgullosa. Su pelo es castaño y lo lleva largo, siempre lo ha llevado así, ojos color café, de piel blanca y no es tan delgada. Ella tiene 65 años.

Mi padre también es simpático, bueno y muy divertido; lleva el pelo corto y canoso, tiene ojos color verde oscuro y su piel es morocha, también es alto y delgado. Él tiene 70 años.

Mi infancia fue genial e incluso en mi adolescencia lo fue; ellos siempre me dieron todo lo que un padre le puede dar a sus hijos, tanto en lo material como en lo afectivo; pero todo comenzó a cambiar cuando yo terminé la secundaria y me decidí a estudiar secretariado ejecutivo, ellos tenían otros planes para mí, sobre todo mi madre porque mi padre siempre me apoyo en todo, pero nunca opinó sobre lo que mi madre quería para mí, aunque algunas veces intentó hablar con ella sin éxito. Ella quería que yo estudiara abogacía o escribanía, porque eran “ Buenas carreras”.
Mi madre no tuvo una buena educación, porque mis abuelos no pudieron dársela, yo entendía que ella quería lo mejor para mí y también que sea una buena profesional, pero yo siempre quise ser secretaria y me gusta lo que hago.

En el momento en que le dije a mi madre que iba a estudiar para ser secretaria ella se quedó callada y se fue a su cuarto.

En el transcurso de mi carrera que fueron 2 años, todo fue muy bien con mis padres; me sorprendió el cambio de actitud de mi madre para con mi carrera, en ese momento yo pensé que ella había cambiado de opinión y que me quería apoyar en mi decisión, yo me sentí muy feliz por eso.

Entre a mi primer trabajo y todo muy bien con mi familia, yo sé que mi madre no estaba del todo convencida de la decisión que había tomado, pero no decía nada y me apoyaba. Creo yo que le terminó de caer la ficha cuando entre a mi nuevo trabajo, en el que estoy ahora. Cuando le di la noticia se puso como loca y comenzó a gritarme cosas cómo: “¡No te puedo hacer cambiar de opinión!, te lo dimos todo y ¿para qué?, para que Te fueras a hundir en ese puesto”; y cosas así. Yo quería hacerle entender que ser secretaria es una gran profesión y me tenía que apoyar como madre. Nunca me imaginé que me fuera a soltar la mano como me la soltó ese día. Ese día me echo de casa y me dijo que no volviera mas allí, si no era con un titulo decente. Ese día me fui y jamás volví a saber de ellos; mi padre no quería que me fuera, pero igual de todas maneras yo estaba pensando en mudarme a un lugar más cercano al trabajo, me fui a vivir a un lugar intermedio que digamos, ni tan lejos de mi trabajo y ni tan lejos de mis padres. No podía ir a visitarlos aunque quisiera, intente acercarme a ellos y no funcionó.

Una vez cada tanto le mando un mensaje de texto a mi padre para saber de ellos, pero muy pocas veces ha contestado durante todo este tiempo que pasó, y lo que contestaba era muy breve: “ Estamos bien”.

Yo quiero mucho a mis padres, hagan lo que hagan siempre van a seguir siéndolo, y errores cometemos todos como para juzgarlos. Soy su única hija y aunque ellos estén peleados conmigo, sé que me quieren y nunca dejarán de hacerlo.

Sé que algún día mi madre va a entender que esto es mi felicidad; mi padre ya lo entendía y sé que él en realidad no se peleó conmigo, si no que no quería contradecir a mi madre.

AMOR SIN BARRERASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora