Primavera en la pradera ; kth [+18]

🌙15. Sangre, sudor, y lágrimas

Haejin

Entrego el examen y salgo de clase, caminando con algo más de ligereza en mis hombros al saber que por fin he acabado el período de exámenes. Pero solo un poco, porque todo el peso emocional sigue siendo abrumador.

Me obligo a no pensar en eso y a esperar a Jaehyun.

El sábado estaba tan moribunda que no tenía ganas de comer, mucho menos de salir de casa.

-Tu helado de chocolate y stracciatella -se sienta en frente cuando me entrega la copa con una cucharilla, la boca haciéndoseme agua nada más ver el chocolate.

-Gracias -disfruto del helado en un cómodo silencio, contenta con la aceptación de Jaehyun de mi pésimo humor.

Prefiero quedarme en silencio porque no tengo nada que aportar, y él se encarga de contarme actualizaciones en su vida mientras escucho.

Tengo demasiadas cosas en la cabeza como para hablar o razonar, un par de ojos dorados presentes cada vez que cierro los ojos.

...

Bangtan se turna para llevarme y recogerme del colegio, y es Jungkook quien me sonríe ahora con sus dientes de conejo para hacerme reír; intento fallido.

-Jungkook...¿qué tal está? -rompo el silencio de la camioneta y el de las cigarras nocturnas, no haciendo falta mencionar su nombre para que los dos nos tensemos.

-¿Debería decírtelo? -gira el volante con cautela, la misma que adorna su voz preocupada.

-Han pasado cuatro días y no sé nada de él -me cojo las manos, finjiendo que es Taehyung quien entrelaza sus dedos con los míos mientras me dice que estará todo bien-. Le echo de menos.

-Sigue igual de animal que el primer día, algunas lobas han acudido pero salen de las mazmorras nada más entrar. Taehyung no está aceptando a ninguna y no sabemos hasta cuándo su celo se prolongará.

Nadie habla en el resto del trayecto, y cuando Jungkook aparca en casa me es inevitable no esconder la cara en las manos y llorar.

-Lo siento mucho, de verdad, pero inevitablemente el celo se le acabará, no es permanente, ¿vale? -Jungkook me abraza, y a pesar de que le quiero mucho su abrazo no me tranquiliza ni me quita el dolor como lo hace el de Taehyung.

-Odio a su lobo, Kook -se me rompe la voz, desencadenando todas las emociones por primera vez desde el sábado pasado-. Es tan diferente a él y puede llegar a hacer tanto daño...yo no sabía que podía llegar a esta situación, y-yo...

Jungkook me hace callar con un suave sonido, instándome a mojarle la camiseta hasta que me desahogue y me seque por completo.

No sé cuánto tiempo pasa, pero me comienza a doler la cabeza.

-Debería de haber dormido en mi habitación cuando me lo dijisteis, algo de culpa sí que tengo.

-Hae, te cogió en brazos mientras dormías en tu habitación, y os encerró ahí arriba para estar aislados de los demás. Si no hubieses tenido los santos ovarios de huir del templo no sé qué habría pasado -me coge la cara con algo de desesperación, infundiéndome coraje.

Le miro en silencio, mordiéndome el labio para que no tiemble.

-Podría haber sido peor -me seca las mejillas-, si te llega a morder no sabríamos qué habría sucedido.

No saben que ya me mordió hace dos semanas, el hecho escondido bajo el nombre de Jaehyun.

-Vamos a casa -camino hacia la puerta, y antes de que coja el pomo Jungkook vuelve a hablar.