Tres semanas después
Haejin
-Cariño, ¿por qué no traes la chaqueta de Jaehyun y la lavamos? Se la tienes que devolver -la voz del mayor me hace asomarme a la cocina.
-Pero Jin, no recuerdo dónde la dejé... -intento hacer memoria con los ojos cerrados, pero no funciona.
Se gira hacia mí con cara seria, escogiendo sus palabras con extremo cuidado.
-¿Has mirado en el templo? -me siento mal al instante, pero intento ponerle buena cara.
-Ahora la traigo -salgo se la cocina, pero freno para no dejar preocupado al médico-. Por cierto, ya me siento mejor.
-¿Mental o físicamente?
-Las dos.
-Joder Hae, mientes tan mal que no te lo crees ni tú -Yoongi echa detergente en el compartimento de la lavadora, mirándome de reojo.
-Oye...¿sabéis algo de él? -me cojo las manos cuando sus ojos castaños se dibujan en mi imaginación, y me muerdo el labio al ver que ninguno me responde.
Durante todo este tiempo ha sido todo el rato lo mismo: cambios de tema cuando pregunto por Taehyung. Estoy cansada, y me siento terriblemente decaída y sin voluntad para hacer nada.
Es mi mejor amigo y quiero pensar que mi amante también, le echo de menos.
-Trae la chaqueta, ¡que no tengo todo el día! -Seokjin señala la puerta, y no veo cómo le guiña un ojo a Yoongi con complicidad.
Hace más de tres semanas que no estoy entre esas paredes de papel, y el templo siempre parece tener memorias desagradables además del misterio envolvente.
Tengo que hacer breves ejercicios mentales antes de abrir la puerta, y el silencio del interior ahoga los cantos marchitos de los pájaros.
El templo tiene sus memorias propias, su historia antigua y presente activa; una burbuja aislada del mundo.
Me descalzo por respeto, y me extraño al ver algunas velas encendidas. Doy un paso hacia el camino de fuego, pero chafo algo duro y metálico.
¿Llaves?
-¿A quién se le habrán caído? -las guardo en el bolsillo para más tarde y continúo buscando la chaqueta de Jaehyun por el suelo de madera.
Está tirada en una esquina, y cuando la recojo veo una ligera capa de polvo. Nadie la ha tocado en 21 días.
Me doy la vuelta para volver por donde he venido y apagar las velas, pero es entonces cuando lo escucho.
Un ruido metálico, y una respiración demasiado pesada como para ser normal.
A pesar de que está encadenado retrocedo involuntariamente, la escena demasiado violenta para mis ojos.
Taehyung no dice nada mientras me sostiene la mirada, una macabramente apagada y ausente. Por sus ojos entrecerrados deduzco que se acaba de despertar, y trago duro cuando veo los moratones y la sangre seca de su cuerpo.
Es casi anormal ver algún área de su piel sin sangre, y está tan pálido como la escarcha al sol.
No lleva nada más que unos pantalones de deporte cortos que se pierden en sus oblicuos en V, y debe tener los brazos dormidos por la sujeción de las cadenas, y las piernas anquilosadas de tenerlas dobladas.
Está destrozado.
Me agacho frente a él sin pensármelo dos veces, y los ojos se me inundan de lágrimas sin saber muy bien por qué al verle de cerca.
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Primavera en la pradera ; kth [+18]
Fiksi PenggemarSiempre ha habido una conexión extraña entre Taehyung y Haejin que hacía sospechar a todos. Los secretos comienzan a desvelarse en la reserva, y las leyes de la naturaleza no serán suficiente limitación, al menos no para el celo de Taehyung. 🐺🌼⛩️�...