🌙22. Detestable

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Taehyung

¿Para qué resistirse a la tentación cuando es lo más que deseas?

Tenía una compañera idónea para pecar.

Las posiciones habían cambiado y estaba prácticamente encima de ella, comiéndole el cuello y la boca sin fin.

Me ponían demasiado duro los gemidos que se le atascaban en la garganta, pero ninguno había sido lo suficientemente valiente de apartar la ropa interior.

La noche anterior parecía estar ella en celo. Pero las cosas cambiaban mucho en la privacidad de una cama, muchas cosas salvajes podían pasar para las que a lo mejor Hae no estaba preparada.

Básicamente por mi salvajismo

-¿Y si te quito la camiseta? -susurro en su boca, no pudiendo aguantar más sin verla desnuda.

-No sé a qué esp... Sabes qué, ya me la quito yo -la retira con algo de torpeza y dificultad, pero es que me me niego a apartarme aunque sea un centímetro de ella.

-Hae... -suspiro pesadamente al ver sus pezones rosados, y no dudo en amasar sus pechos cuando arquea la espalda hacia mí-. Espero que no te moleste tener la piel manchada unos días...ni el pecho.

No son excesivamente grandes ni tampoco pequeños, y me encanta cómo suspira cuando los apretujo entre mis manos. Me decido por lamerle un pezón que me está haciendo babaer, y me atrae de la nuca cuando succiono la zona erógena.

Enrolla los dedos en la cinturilla de mis calzoncillos para bajarlos, pero le sujeto la muñeca.

-¿Qué haces? Te sugiero que no destapes algo que no vas a poder tratar -la beso en su docilidad sin dejarle responder, los sonidos húmedos haciéndome gotear.

-Me estás subestimando, puedo contigo y con seis como tú -corta el beso con una risita y me tira bruscamente hacia atrás.

-No sabes lo mal que me está poniendo verte así -me intento incorporar para besarle, pero me mantiene pegado al colchón con sus manos sobre mi pecho.

-¿Te puedo...-

Alguien llama a la puerta, y los dos nos miramos asustados y frustrados.

-A ver...¿los compañeros de habitación pueden ser tan amables de bajar a desayunar?

No

No

No

Me cago en el clan de Kim Seokjin, en sus muertos y en sus ancestros.

Menuda indirecta...compañeros de habitación, ¿y de qué más?

-¡Ya vamos! -Hae responde con dulzura, y yo comienzo a sentir otro tipo de calor en el cuerpo debido a la interrupción. Enfado.

-Menudas ganas de joderme la vida... -me tapo la cara frustrado, mi pene doliendo y mi corazón acelerado.

-No seas así, Taehyungnie -distingo su cara a centímetros de la mía por la cercanía de su voz, la burla chocando en mi mejilla de una forma que me molesta-. No te enfades.

De verdad que le quería acariciar, besar, morder y poseer hasta que nuestros cuerpos no pudiesen más.

-¡¿Cómo no me voy a enfadar?! Nos ha fastidiado ...

Retira mis manos para poder verme, y su nariz roza contra la mía en un gesto brutalmente íntimo que me hace cerrar los ojos en contra de mi voluntad.

No tiene feromonas, pero su cariño actúa similar en mí.

-Tenemos todo el día para estar en la cama ¿vale? -el frío se apodera de mi cuerpo cuando se levanta de mí, y esta vez le dejo ir; porque en otra ocasión no saldría de mi cama pudiendo caminar bien.

Primavera en la pradera ; kth [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora