🌙16. Compañera celosa

15.1K 1.3K 364
                                    

Taehyung

-A lo mejor es su forma de decir que nos hemos echado de menos -sonrío levemente, acariciando el dorso de su mano y estudiando sus facciones de ángel.

-¿Tú crees? -me siento menos mal conmigo mismo cuando se ríe tiernamente.

-Estoy convencido -le miento con tranquilidad, porque sé que ocultarle el lazo es importante-. Siento haberte insultado, ahogado y besado a la fuerza.

Hae se acerca hasta el punto de que compartimos aire, y es preciosa incluso triste.

-Quería que lo hicieses -susurra, manteniendo el íntimo contacto visual. Todavía tenemos las manos cogidas y en el pecho del otro, por lo que estará notando mis latidos fuertes.

-¿El qué?, ¿besarte? -bajo la mirada a sus labios rosados, sintiendo un repentino deseo de hacer lo que me dice el corazón. Se acelera demasiado cuando Hae asiente-. Puedes tener a cualquier chico a los pies, ¿por qué querrías que yo te besara?

Quita la mano de mi pecho y me mira de forma enigmática. Se sienta sobre sus rodillas y deja su cara a mi altura, todo en un silencio sepulcral.

-Taehyung, tu lobo me da una aversión increíble -acaricia mi mejilla y traza el contorno de mi ojo, y resisto la tentación de cerrar los ojos-. Pero tú no, todo lo contrario.

Haejin rompe la distancia hasta llegar a un punto en el que le miro expectante de una explicación de por qué está tan cerca.

-¿Hae...?

Cuando cierra los ojos y presiona sus labios en los míos me es imposible no sonrojarme. Las putas barras de metal no permiten mucho contacto, y por eso me enternece que Hae tenga que apretujar la cara para llegar a mí.

Nuestro primer beso, uno bajo la consciencia y el sentimiento

Acuno sus mejillas para corresponderle, fundiéndonos en un tierno beso que sin duda disfruto como nunca, sus labios encajando con los míos de forma modélica.

-Tienes los labios muy suaves -murmuro, soñando con no tener obstáculos físicos y poder apoyar las frentes.

-T-tú también -contesta tímida, y sonrío cuando veo sus mejillas pigmentadas antes de señalar su corazón-. Ya no me duele...

-A mí tampoco, cielo.

Acaricia mis nudillos, las yemas de sus dedos trazando caminos por las venas que se pierden en mi brazo, un gesto con el que intenta mitigar sus nervios.

-¿Cuánto te queda de celo? -dispara la pregunta, haciéndome respirar con pesadez por el mero recuerdo de que tengo que tener sexo con alguna loba.

-No lo sé, no quiero pensar en eso -paso el dedo por su ceja, por su fino pómulo, apreciando lo suave que es su piel para distraerme.

-Me volverá a doler si tardas mucho... -se muerde el labio con una mirada inocente que deja mucho que desear, y no puedo evitar reír.

-¿Qué te dolerá? -alzo una ceja, malpensando sus palabras.

-El corazón, pedazo de cerdo -sus cejas se fruncen cuando ve mi sonrisa, y atraigo a Hae del cuello para volver a besarla.

No se opone y eso me da calidez física y emocional, animándome a partir sus labios con mi lengua. Noto cómo se tensa en un florecimiento de nervios, pero le ayudo con mis feromonas y las caricias en sus mejillas.

Besa como una princesa rebelde.

Se me escapa un gruñido cuando me muerde el labio lentamente, y siento calor en la zona sur.

Primavera en la pradera ; kth [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora