Narra Daniel
Subimos al coche para irnos para la playa.
Antes de arrancar me detienen un llamada de mi padre, suspiro y apago el móvil dejándolo a un lado.-Bueno, ¿y a que playa vamos? -digo conduciendo.
-Yo te indico -dice seria.
Muerdo mi labio y sonrio mientras la miro, pienso en muchas maneras de darle placer, pero rápidamente muevo la cabeza evitando este tipo de pensamientos, es la hija de ese hombre y si sintiera algo por ella, estaría perdido.
Llegamos a una playa pequeña pero a la vez acogedora en la que no hay nadie ya que está bastante apartada de la ciudad.
-Me encanta la playa -rie feliz.
-Y a mi -dice ella sonriendo.
-Bueno que -froto mis manos. -¿vamos al agua?
La pequeña asiente mientras se quita la ropa rápidamente para dejarla encima de la toalla.
-Vamos Tata -dice agarrándole de la mano.
-Espera un segundo -dice quitándose el jersey que lleva puesto.
La contemplo mientras intento que no se me note que me la estoy comiendo con la mirada.
-Tú también Daniel -dice la pequeña.
-Yo no he traído bañador -sonrio mirando a Lea. -pero si no os importa puedo bañarme en boxers
Alana asiente diciendo que le da igual, que los boxers es como un bañador, y tiene razón pero por lo visto su hermana no piensa lo mismo y me divierto muchísimo jugando con eso.
Me desvisto y corro cogiendo en brazos a Alana para tirarla al agua.
Ella ríe y patalea mientras suplica que la deje en el suelo.-¡Al agua! -grito divertido mientras la tiro.
Ella me salpica mientras se sube encima mío para ahogarme.
-Ahora a Lea -sonrie.
Asiento sonriendo mientras los dos nos levantamos despacio para agarrarla y tirarla al agua.
Ella niega riendo al ver que nos acercamos.
-Ni se os ocurra -advierte.
-¡Ahora! -grita. -agarrala Dani
La agarro por la cintura antes de que pueda escaparse y su hermana la agarra de los pies para que no pueda soltarse.
-Porfavor, yo me meto pero sola -suplica riendo.
-Yo también quería sola Tata, pero él me tiró -sonrie. -¡A ti también!
-Dani, te lo advierto va a ser mucho peor -dice intentando mantenerse seria.
Antes de que pueda llegar a decir algo más Alana y yo la tiramos cómo podemos al agua.
Ella nos mira molesta mientras nos salpica.Narra Lea
Ellos me miran mientras se rien y yo intento aparentar seriedad pero de nada sirve ya que acabo riendo con ellos.
-Esto no va a quedar así -amenazo sonriendo.
-¿A no, señorita? -se burla. -¿y que vas hacer? -me desafía.
Humedezco mis labios y me abalanzo sobre él para ahogarlo durante unos segundos, pero de nada sirve ya que tiene más fuerza que yo y es él el que acaba ahogándome.
-Te odio -digo saliendo del agua mientras recupero la respiración.
-Yo más -sonrie.
Sonreímos y nos damos cuenta de que mi hermana ha salido del agua para ir a jugar hacer castillos de arena.
-Ya se ha ido tú hermana, no hace falta que sigas fingiendo que me odias -dice giñándome un ojo.
-Eres un engreído, ¿que te crees? -digo burlándome.
Se acerca a mi acariciando mi brazo provocando que mi piel se erize.
-Soy un hombre al que le encantaría besarle en este preciso momento -dice con la voz más ronca que nunca.
Mi respiración se agita rápidamente y mis piernas flaquean ante sus palabras.
Humedezco mis labios mientras niego con la cabeza ya que es lo único que puedo pronunciar ahora mismo.-Ahora no, Daniel -és lo único que alcanzo a decir.
-¿Ahora no? -rie. -esto significa que puede que más tarde si
-Niego ante sus palabras. -no, quería decir que...
-Quería decir que... -dice esperando mi respuesta.
-Que.. -le empujo. -no tengo porque darte explicaciones, eres un egocéntrico -digo saliendo del agua.
Él lo impide agarrándome de la muñeca y haciéndome chocar con su pecho desnudo.
-¿Que? -digo con un hilo de voz.
-Hoy por la noche te espero debajo de tu ventana, a las doce -dice apartándome un mechón del pelo.
-no me falles, señorita -sonrie.No digo nada más y salgo del agua tras soltarme de su agarre, me tumbo en la toalla y suspiro aturdida.
¿Que hago planteándome su propuesta?, és una completa locura.CONTINUARÁ...
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LO SIENTO, ME ENAMORÉ
Genç KurguAmor, lo típico... Dos personas enamoradas que lo dan todo una por la otra, un sentimiento que no se puede controlar, según esa gente. Tonterías, el amor es el sentimiento más absurdo que conozco. Me llamo Daniel, y tengo dieciocho años. Tengo una c...