-Pudimos quedarnos aquí después de haber salido del campamento, -le recordé. - creo que podemos con esto.
Ambos sonreímos.
Somos un desastre, como el viento azotador y las olas luchando contra él, a donde vamos juntos inevitablemente nos van a notar y dejaremos marca.
Eso somos ambos juntos.
Somos un desastre pero, eso es lo que nos une a lo mejor, probablemente de que ambos fuéramos distintos nunca hubiéramos compaginado.
Caminamos lento hacia la cafetería apretando la mano del otro como si con eso el tiempo no pudiera separarnos, como si nunca antes hubiéramos estado así.
Admito que muy dentro de mi me estoy muriendo, me estoy derrumbando.
Algo me dice que no lo volveré a ver más después de esto.
¿Acaso él se sentirá así? ¿Su mundo también esta colapsando o es solo mi mente la que me castiga con la idea de no poder ni siquiera volver a ver ese olluelo en su mejilla?
Aún no debo sentirme así, debo aprovechar esto, si no lo hago hoy, no lo haré nunca.
Volví mis ojos hacía él y note que tenia esa mirada pérdida de nuevo.
Esa mirada que tenía cuando me vio con el traje de maid japonesa que compró exclusivamente para mi.
-¿Estas bien? -le pregunte pero, él pareció no escucharme. - Alan. - lo llamé y me detuve sin soltarle la mano. -
-¿Ah? -preguntó y se puso frente mío. -
-¿Estas bien? -le repetí, parece que estaba en otro mundo. -
-Si, -respondió si pensarlo dos veces. - ¿Por qué la pregunta, pequeña _________?
Me encogí de hombros pensando un poco mejor en lo que le diría, no sabía si él iba a estar dispuesto a decirme lo que pasaba ya que las veces anteriores siempre me respondió con un bien que para mi era dudoso.
-Por nada. -le sonreí y el me correspondió. -
Comenzamos a caminar y a cada paso deseaba cada vez más que el tiempo se congelará y que nada ni nadie fuera capaz de derretirlo.
Hablamos un poco sobre cualquier cosa, como de la ardilla que saltaba por las cabañas con cachetes llenos de nueces o semillas, lo que fuera era buen tema de conversación en ese momento.
Entramos a la cafetería y para nuestra sorpresa Ami y Kevin ya estaban ahí.
-Creo que ya utilizaron el regalo que les di. -nos gritó desde la mesa donde estaba al vernos entrar juntos. -
Ami imprudente.
Por cosas como esas es que todos creen que ya hemos tenido relaciones cuando no pasamos de darnos un beso y ya.
Oh bueno, aunque así es que se inicia.
Pero, aún así, no hemos estado ni cerca de terminar en eso.
Gente cochina que no puede ver a dos personas juntos sin creer que ya han estado dándose duro.
Oviden eso.
-¿Tú ya utilizaste el que te di yo con Kevin? -le preguntó Alan a gritos partidos. -
De inmediato la cara de ambos cambio.
Por eso te amo, Alan.
Y bueno, por como me tratas, por tu sonrisa, por como me haces sentir, por tus abrazos y bromas.
Si sigo no me detengo.
Solo logré soltar una risa a lo bajo cuando vi las caras de Ami y Kevin.
Se lo merecen.
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Pinceles [Alan Ituriel x Tú]
FanficEra un día lleno de sol y en México estaba la famosa convención de "Pixelart" en la que se encontraba el famoso Alan Ituriel, ese agradable chico de pelo negro y piel canela que conociste en el campamento de arte hace unos años, te preguntabas si se...