Qué poquito nos duro el amor [ARISTEMO/ZUMITO]

Aristotéles reflexivo

Aristotéles dio un pequeño sorbo a la taza de café que amablemente Zury le ofreció, a él y a su hija, un gesto amable de su parte.

De cierto modo, se lo agradecía necesitaba un poco de cafeína para no quedarse dormido en la espera de noticias como el resto de la familia López-Corcega.

«Zury es un gran muchacho, torpe y obsesivo pero, es bueno. —Habría dicho Pancho
cuándo les presento a Zasho, un día, y volviéndose la mano derecha de su e-marido desde ahí. —Pueden confiar en él, Aristemo.»

Él joven Corcega sonrió con nostalgia al recordar esos días, de amor infinito y besos sabor a miel, ¿cuándo fue qué todo acabo MVAristotéles nunca creyó sentirse tan miserable como la ultima vez que compartieron palabras —crudas e hirientes— en los juzgados.

De ahí, ni siquiera en las reuniones de consejo de Avon (gracias a Temo) dónde siempre brillaba por su ausencia relegando todo a manos de Zasho.

Cuahutémoc Lopéz simplemente se rehusaba a verlo.

Y hasta cierto punto, lo entendía y se culpaba en silencio por haberse precipitado en tomar una decisión tan radical en uno de sus estúpidos impulsos, pero, el corazón nunca se equivoca, ¿no? Si decidió divorciarse fue porque en ese momento su corazón se lo dicto después de todo, si hubiesen seguido juntos posiblemente hubieran acabado peor a cómo se encontraban ahora.

—¿No desea retirarse a descansar señor Corcega?—Sugirió Zury con ese tono formal casi autómata característico de él interrumpiendo sus pensamientos.

Aristotéles miró a Zury con su mejor sonrisa cortes, no quería sonar como un imbécil frente a la única persona que podría
conectarlo con Temo pero tampoco se sentía capaz de sostener una conversación amistosa con él.

—No gracias, Zury, ¿sabes? No tienes que llamarme "señor Corcega" así llamó a mi Padre —rió un poco nervioso, aflojando el cuello de su camisa. — Puedes decirme Aristotéles o Aris como gustes, ¿va? Él no paso por alto su mueca de disgusto que disimulo.

— Cómo guste, señor Aristotéles.— Ni la forma en cómo escupió su nombre con esa sonrisa perfecta plasmada en su serio rostro. —Insisto, no creó que sea cómodo pasar la noche aquí tanto para usted cómo para su hija.

Aristotéles amplio su sonrisa de forma forzada notando de manera perspicaz que deseaba deshacerse de él. No era algo nuevo, y tampoco le sorprendía siempre fueron así las cosas con él. Zury lo odiaba y el sentimiento es reciproco.

—Lo mismo para ti, amigo.— Remarcó lo ultimo, rodando los ojos cansado de su actitud dándole otro sorbo al café.

Zury estuvo por continuar con su «charla» pero su celular vibro en su bolsillo, lo saco y se retiró para atender la llamada dejando a Aristotéles con un mal sabor de boca porque para su mala suerte consiguió ver reflejado el nombre de su ex.

—Estúpido. — Masculló aplastando el envase en su agarré.

Sin duda, se arrepentía de haber tomado esa decisión.

~•~
Aristóteles🤘 vs Zury😑,
¿a quién prefieren?
😆