Aristóteles cerró el libro de cuentos favorito de su pequeña princesa, lo colocó en la cómoda y, finalmente, apagó la luz. Se retiró, dejando a su pequeña dormida y abrazada y acurrucada al peluche como una oruga.
— Buenas noches, pequeña.
Al salir, se recargó un momento en la puerta.
Ese día celebraban su tercer aniversario de casados y el primero como padres. Sin embargo, sólo recibió un "volveré para la cena" de Temo, al salir en la mañana, de manera apresurada, a su reunión. Y así, los dejó abandonados con el divertido itinerario que compartieron como padre e hija.
¡Incluso se atrevió a dejarlos plantados en la cena!
Él canceló fechas de su gira sólo para estar sentado en el sillón de la sala… solo. Bebiendo un poco de cerveza, aguardando impaciente la llegada de su esposo, mientras pensaba en su relación y como ya no era la misma de antes. No había besos de "buenos días" o un "buenas noches" sólo un frío "estaré en el despacho", "debo salir es urgente", "te lo compensaré después" y un sinfín de excusas gastadas para
faltar a eventos familiares y pasar en el despacho con su nuevo asistente.
Él no era celoso. No. Pero, sabía muy bien que ese tipo no veía a su esposo como un jefe. Aunque confiaba ciegamente en Cuauhtémoc como para dejarlo pasar, le frustraba siempre verlo pegado con el celular atendiendo sus llamadas sin rechistar. Para colmo, con el estúpido de Diego a su lado. ¡Ya estaba harto de ser siempre el que pusiera de su parte!
— Buenas noches, Aris.Cuauhtémoc llegó, como siempre, cerca de la media noche. Aflojó la corbata de su cuello, dejó su
portafolio en el suelo, mientras tocaba, de manera discreta, los boletos para viajar con su familia. Se permitió sonreír de manera cansada, acercándose a su pareja mientras mostraba un hermoso ramo de flores. Pero, esa misma sonrisa se desvaneció al verlo colocar en la mesita de centro los papeles del divorcio.
— Esto tiene que terminar, Cuauhtémoc.
ESTÁS LEYENDO
Qué poquito nos duro el amor [ARISTEMO/ZUMITO]
Fiksi PenggemarCuahutémoc Lopéz y Aristotéles Corcega se casaron jóvenes, se arriesgaron a formar una familia en tan poco tiempo. Enfrentaron difíciles situaciones que pusieron fin a su burbuja de felicidad teniendo como único lazo a una hija. ¿El corazón nunca s...