Capítulo 11.

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DANIELA:

-A ver, entonces estamos de acuerdo- anuncié ordenando mis papeles- El baile de Noviembre será sobre los años setenta- 

Todos asintieron y cerré las libretas junto a una sonrisa.  

Todos los años me presentaba para organizar el baile de Noviembre, y este año otro baile más se realizaría con la temática que yo había propuesto, Daniela 4- Resto de personas que proponen 0.

Al terminar de recoger las cosas salí del aula 978, la cual se había asignado para comité del baile  de Noviembre, comencé a caminar por el pasillo en busca de mi taquilla, para poder coger los libros de religión, la asignatura que me tocaba todos los miércoles, después del receso.

-¿Estabas con lo del baile?- cuestiono una voz a mi lado, una voz inconfundible, se trataba de Iván.

-Sí- sonreí y lo miré- Ya sabes, a mitades de Octubre, siempre nos ponemos con lo mismo-

-¿Y qué día será?- arqueo las cejas, por primera vez en su vida interesándose en el baile de Noviembre.

-Sábado 18 de Noviembre- conteste mientras seguíamos avanzando por el pasillo- Y será de los años setenta- 

-Uh los setenta- sonrió- Mola - asintió- ¿Y necesitan ayuda con algo?- propuso mientras yo lo miraba incrédula.

Iván desde que lo conozco jamás, pero jamás se había interesado por las actividades extra escolares, tan siquiera para conseguir llegar a algo más conmigo, siempre le habían dado  igual, por eso era algo sorprendente que se ofreciera a ayudar en cualquier acto que tuviera que ver con el instituto.

-Creo que no- puntualicé- Este año somos muchos más que el pasado, pero si necesitamos algo te llamo-

-Me puedes utilizar para colgar globos y carteles- carcajeo- Aprovéchate de mi 1'90 todo lo que quieras-

Reí negando con la cabeza y me dispuse a abrir mi taquilla para poder así sacar los cuadernos necesarios para la hora de religión.

-Está bien saber eso-cerré mi taquilla- En nada a hablar de Jesucristo- 

-Yo a correr y sudar, creo que sin duda eso es mucho mejor- 

-Bueno, si tú prefieres esta rojo, sudar y no estar en un aula con aire condicionado no seré yo quién te diga lo contrario- comente a lo que ambos reímos.

Al momento Lola y Alejandro aparecieron en escena, traían una sonrisa de oreja a oreja, así que supuse que la señora Perez, la maestra de religión no había venido.

-Adivina quienes tienen hora libre- anunció Lola junto a una sonrisa.

-Te doy una pista, que eres medio cortita- Alejandro se pausó- Empieza por N y acaba en ostros-

-Vaya, entonces se ve que te has quedado sin aire acondicionado- vaciló Iván- Qué pena ¿No?-

-Pues sí que nada de aire, vamos a ir a la cancha a ver a César hacer deporte- comenzó Lola a desvelar nuestro plan para la hora libre- Así que vamos, hay que pillar un buen sitio en las gradas-

-Con sombrita- suplico Alejandro.

Y así fue como Alejandro, Lola, Iván y yo emprendimos el camino a la cancha , en busca de un sitio en las gradas con sombra.

Al encontrarlo nos sentamos e Iván se despidió de nosotros, ya que se reunió con sus demás compañeros.

-Van a echar una cascarita- comentó Alejandro.

-¿Una cascarita?- cuestionó Lola confundida-¿Qué es eso?-

-En México a una partida de fútbol informal se le dice así- contesto a su duda Alejandro.

Crónica de un desastre anunciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora