Capítulo 37.

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LOLA:

Alicia dejo la plancha del pelo en la mesa de noche de mi habitación, dando a entender que ya había terminado de alisar mi pelo.

Me hizo señas para que me levantará, así que cumplí sus indicaciones y me miré en el espejo de mi habitación.

-Me ha quedado de maravilla- sentenció Alicia tras dar un aplauso.

César levantó pulgares ante el comentario de Alicia, para hacerle saber que el estaba de acuerdo.

-¿Es necesario que me tenga que arreglar para ir a hablar con Pablo?- arquee las cejas.

-Sí- contestaron Alesar a coro.

-Tiene que pensar que tiene una oportunidad contigo- añadió César- Y si vas arreglada a ver al ex normalmente quiere decir que cuidas tu apariencia para que te siga viendo atractiva-

-Como mujer doy fe a este comentario, y luego la otra parte, el que fue infiel o la cago suele ir más feo que de costumbre para demostrar que la vida sin ti no tiene sentido y blabla- Alicia me colocó la camisa y me dedicó una sonrisa.

Asentí pensando en como llevaría esta situación para que fuera lo más creíble posible. Cuando vine a darme cuenta estaba en una mesa de una cafetería en la que había quedado con Pablo, miraba la carta, y esperaba impaciente a que llegará, su llegada significaría que me podría ir a casa y no tendría que mirarle a los ojos.

Alicia y César estaban escondidos cerca, por si la cosa se tensaba intervenir, eso me hacía sentir más segura.

Al momento Pablo apareció por la puerta, su aspecto estaba algo descuidado, como había podido notar en la secundaria las pocas veces que me había cruzado con él por los pasillos. Tras verme formó una sonrisa y se acercó, para sentarse en la silla que estaba al frente de mí.

-Hola- me saludo.

-Hola- le sonreí, parecía una sonrisa tímida e inocente, pero era bastante fingida.

-Me ha hecho muy feliz recibir tu mensaje- asintió- Pensé, ya sabes, que nunca más sabría de ti...-

-Ya bueno, supongo que necesitaba tiempo para digerir lo que había pasado- comente para luego mirar la carta nuevamente.

-No puedo ni imaginar lo mal que lo has tenido que pasar, y lo siento mucho de hecho, todo comenzó como un Pablo que solo quería jugar y demostrar que podía conseguir todo lo que quería, y acabo con un Pablo imaginando incluso una boda contigo...- comenzó a hablar- Así de enamorado de ti estaba...Y lo sigo estando, nada de lo que te dije desde que empezamos a salir es mentira-

-En cuyo caso te creyera, el proceso fue una mentira entonces, lo cual lo hace igual de horrible, me estaba enamorando de alguien que realmente no existe, porque si estabas haciendo todo lo posible por conquistarme ese no eras tú, eras lo que sabías que me gustaría y por ende nunca me llegué a enamorar de ti- dije mirandolo seriamente- Solo quiero saber, ¿Por qué yo?-

-¿Recuerdas el primer día de clase?- preguntó junto a una pequeña sonrisa melancólica mientras yo asentía- Me acababa de pelear con tu hermano en el pasillo, salía hablando de lo ocurrido con Sebastián, y entonces te vi, estabas sentada debajo de un árbol, llevabas el pelo perfectamente ondulado, comías tus típicos trozos de manzanas de tu tupper gris y mirabas el celular como si lo que ocurriera en el fuera más interesante que todos nosotros, eso definitivamente me atrajo, me pareciste muy guapa y decidí ir a saludarte, me acerqué porque quise conocerte- seguí asintiendo ansintiendo- Entonces te saludé y confusa me preguntaste si quería algo, entonces yo dije ¿Eres nueva verdad? Nunca te había visto por aquí, y creo que si te hubiera visto antes me acordaría-

Crónica de un desastre anunciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora