Capítulo 42.

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ALICIA:

Baje de mi habitación hasta la cocina, en la cual se encontraba mi madre haciéndose el desayuno, al verme formó una sonrisa.

-Buenos días- pronunció junto a una sonrisa- Tú padre acaba de llegar de la guardia del hospital, intenta no hacer mucho ruido-

-Vale- sonrió mientras me sentaba- ¿Te vas a trabajar?-

-Sí, tengo en nada cesión con César y Macarena- resolvió mi duda- A parte de otros mucho más- se sentó junto a su café- ¿Tú que tienes pensado hacer?-

-Desayunar e ir al gimnasio- mi madre ante ese comentario  me miro con desaprobación , luego me miro mi brazo aún enyesado- No pienso quedarme acá todo el día echada mirando el techo-

-El doctor te ha mandado a hacer reposo- reprocho mi madre- En el gimnasio no creo que sea muy buena idea, alguna otra cosa tendrás que hacer-

-Diego lleva todo el fin de semana con Valeria, Jenny está con Lucas y su cuñada en Guadalajara, las chavas de clase se fueron a Cuerna la Vaca, César va a estar en terapia contigo, Daniela y Alejandro están en el parque de atracciones, Lola y Camila no dan señales de vida y Vicent, Iván e Ian al parecer quedaron para ponerse al día y arreglar sus roces del pasado, estoy solisima- me queje.

-Puedes adelantar apuntes- me alentó mi madre.

-Ya los tengo muy adelantados, están todos, pero todos hechos- resoplee- Pero bueno, encontrare otra cosa que hacer-

-Perfecto- mi madre se levantó y dejo su taza en el lavaplatos- Me voy ya-

-Vale mami, ¿Nos vemos a la hora de comer?- pregunté.

-Claro- asintió y mi madre me besó la cabeza-Nos vemos después-

Le dedique una sonrisa y se fue a su consulta.

Suspiré y me dispuse a hacerme unas tostadas, de mantequilla y mermelada de manzana, intentando hacer el menor ruido posible ya que mi padre estaba dormido. Al acabar de hacerme el desayuno me dirigí al salón, donde me senté a comer y a ver una telenovela turca a la que me había enganchado en estos días de reposo.

Tras tres capítulos la puerta principal fue aporreada, me levanté rápidamente a abrir la puerta y vi que la culpable era nada más y nada menos que Lola, mi cuñada.

-Hola- la saludé junto a una sonrisa-Me has salvado de ser una viciada de las novelas turcas- la abracé- Dime que vienes a pasar tiempo conmigo-

-Solo venía a decirte una cosa...Pero puedo quedarme, sí- me miró confusa- ¿Me dejas pasar?-

-Sí, claro- me aparté y Lola entró-¿Por fin has entrado en razón y me vas a pedir consejos sobre diversos aspectos de tú vida? Porque la puedo mejorar-

-Eso...Bueno, si, ¿Por qué no?- se sentó en una de las sillas de la cocina- A lo que venía primero, no se si sabrás que mi cumpleaños, y por ende el de César es el 6 de abril- la miré sorprendida mientras me sentaba.

-No- negué con la cabeza- Es decir, nunca César me dijo cuando era su cumpleaños, supuse que faltaría mucho y que por eso aún no me habría dicho nada-

-No, no le suele gustar mucho celebrar nuestro cumpleaños, lo cual es raro teniendo en cuenta que es bien engreído- sonrió- Pero el caso, es que le quiero organizar una fiesta sorpresa-

-Sí, creo que una fiesta le haría ilusión- asentí- Estoy en ello, ¿Qué tengo que hacer?-

-Cuándo alquile el local, que es lo único que me falta, pues me gustaría que lo llevarás engañado a la dirección que te diga- resolvió mi incógnita- Además, la temática, será el lejano Oeste, para que te consigas algo-

Crónica de un desastre anunciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora