Capítulo 43.

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DIEGO JUNIOR:

Valeria se apoyó en la pared del salón de su casa, junto a una sonrisa mientras me acercaba a ella junto a una sonrisa.

Le sonreí de vuelta y una vez estuve cerca de ella la comencé a besar intensamente.

-Este- le di un beso- Fin de semana ha sido...- me besó esta vez ella- Increíble-

-Lo sé, no todos los findes de semana mis padres me dejan casa sola- Valeria sonrió y me volvió a besar- Pero por mucho que me guste lo que hemos hecho durante este finde...Tenemos que hablar-

-¿Hablar?- fruncí el ceño- ¿Sobre qué?-

-Es algo que paso hace unos días, que al principio quería contarte, luego decidí dejarlo pasar por que para mi no significó nada, pero ahorita ando bien confusa- suspiro mientras me miraba confusa.

-¿Qué ha pasado?- mi mirada se volvió preocupada.

-El día que fui a hacer el trabajo para la universidad, como sabes Lorena no pudo venir y mando a mi ex en su lugar- asentí ante sus palabras- Pues resulta que... Me besó, y joder, se que debería habértelo contado antes, pero es que luego le reste importancia...-

-Hey, Valeria- llamé su atención- Él te besó, no es tú culpa que te hayan besado- le cogí la mano- Todo lo que tienes que decirme ahora mismo es que ese beso no cambia nada entre nosotros y que seguiremos juntos, y ya está- asentí- Porque...Eso es lo que me vas a decir ¿Verdad?-

-Necesito tiempo- comento mientras soltaba su mano de la mía- Con mi ex tengo demasiada historia, y sería mentirte a ti y a mi misma decirte que ya no siento nada por él-

-¿Llevas todo este fin de semana conmigo pensando también en él?-

-Eso no es importante ahora D...-

-PARA MI LO ES- la interrumpí mientras me separaba-¿Quieres tiempo? Está bien, te dejo tu espacio, pero esto es un punto y final, yo no quiero ser la tirita que uses para tapar la herida de tu ex novio con el que siempre encuentras la manera de volver, y si no lo has superado ahora no creo que lo hagas nunca-

-Diego, no seas así, por favor, no te estoy diciendo que le elija a él ni nada por el estilo, solo te estoy pidiendo tiempo para aclarar mis ideas- se acercó- Así que por favor- se le aguaron los ojos- No me digas eso, yo te quiero-

-Si me quisieras no dudarías- me separé- Yo te quiero y no tengo dudas, no hay nadie más con el que quiera estar en este mundo de mierda-

La miré por última vez y subí corriendo al cuarto de Valeria, recogí mis cosas, y me fui a mi casa, con el corazón roto en mil pedazos, y sin poder dejar de llorar.

Abrí la puerta de casa y me encontré con la atenta mirada de mis padres.

-Junior, ¿No volvías mañana?- preguntó mi madre junto a una sonrisa.

Mi padre notó que hacía no muchos minutos había estado llorando, se acercó y me limpió el rastro de lagrimas que me delataban.

-¿Qué ha pasado Diego?- su pregunta hizo que mi madre se levantará del sofá y se acercará con la misma preocupación.

-Valeria...Valeria y yo hemos tornado...- sollocé para enterrarme en los brazos de mis padres- Ella tiene dudas....sigue queriendo al ex y...-

Mis padres me abrazaron más fuerte, comenzaron a contarme que no era el fin del mundo, que a veces queríamos a personas que no nos quieren de la misma manera o con la misma intensidad, y que no pasa nada, que con el tiempo lo acabaría superando, de eso no tenía duda, sabía que superaría este revés de la vida tarde o temprano, deseaba con todas mis fuerzas que más bien fuera temprano. Aunque una pequeña parte de mi esperaba a que Valeria viniera a mi casa, se disculpará y me dijera que me elegía a mí, que estaba enamorada de mí, solo de mí.

Crónica de un desastre anunciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora