Mi Querido Acosador • [Kookgi]

Sorpress

Sus maletas fueron depositadas por enfrente del edificio tan deseado, estaba mas que feliz de poder vivir en el aquel lugar. Agradecía a su padre quien había pagado por adelantado todo un año entero.

Las vaciones de verano fueron lo mejor, pero sin duda no podía negar el hecho de que terminó con su ex y ahora estaba por volver y realizar un nuevo comienzo.

Entró al edificio de manera fugaz, recibió la tarjeta para poder ingresar a su habitación, subió en el ascensor para llegar rápidamente.

Estaba casi que gritaba al momento que la puerta de abrió revelando el hermoso cuarto que de alguna manera se veía tan acogedor, era algo pequeño, pero lo suficiente para él.

Se tiró a la cama dando un suspiro enorme y pensando que tal sería su día en su nueva Universidad.

Se levantó para desempacar y dormir un rato, estaba cansado del viaje pero aún así abrió sus maletas comenzando a vestirse sin notar como alguien lo estaba observando al otro lado de la pared.

El sonido del celular llegando a sus oídos lo hizo salir de su sueño, gruñó quitando las colchas, y dió un pequeño respingo cuando el frío de la madera hizo contacto con los dedos de sus pies.

Tomó su celular para contestar la llamada.

-Jungkook.

-Tae, me despertaste.

-Lo siento dormilón, además, no se que mierda haces despierto a ésta hora, llegarás tarde a la Universidad.

Jungkook observó la hora de su reloj que aún traía puesto en su muñeca.

-No lo creo, pero no creo que pase nada malo.

-Bueno, pues sólo quería decirte que llego dentro de tres días y quiero que me vayas a traer al aeropuerto.

-Vale, como tú digas, pero te dejo por que sino llegaré tarde.

Colgó ma llamada para tomar una toalla seca y tomar un baño.

Se apresuró a cambiarse y arreglarse, tomando sus cosas salió del cuarto de hotel, tomar un taxi para dirigirse a su antigua Universidad.

Llegó casi a punto comenzar la clase pero lo solucionó rápidamente pidiendo una disculpa y se sentó en su pupitre.

Aún podía recordar a sus compañeros, habían nuevos pero no es como si estuviera en la primera y todos se tenían que presentar con el tópico saludo "Hola mi nombre es bla bla, espero que nos llevemos bien". Sonrió notando como aún el nombre de su ex y el suyo estaban escritos en su banca, tomó su lápiz empezando a tacharlo.

Enserio no podía ser más ridículo, pensó cuando la profesora llegó y empezaron a sacar sus libros el nombre ya estaba borrado y por fin fuera de su vista.

Las horas horas pasaron rápidamente Jungkook sintió que para ser su primer día al menos no estuvo tan mal. Pudo haber sido peor, como cuando fue su primer año y los chicos de los años superiores les lanzaron huevos y bolsas con lodo, aún vivía con su madre por lo que pasó llorando en sus brazos casi diez minutos. Sí, ya tenía diecisiete en ese entonces pero la vergüenza lo carcomía.

Observó como las porristas hacían sus piruetas en el aire mientras otras de besaban con los miembros de equipo, cuando fue a chocar con una chica haciéndole derramar su café en la camiseta Blanca.

-Disculpa, enserio lo siento. - dijo Jungkook de manera avergonzada.

-Eres un estúpido, fíjate por donde caminas.-respondió furiosa.

-Lo siento yo...

-Mira, solo cáll...

-Miyeon, tranquila- Un chico llegó a calmarla y sostenerla del brazo antes que golpeara a Jungkook.

El chico sonrió mostrando una blanca con hoyuelos notables en dirección a Jungkook pero este solo frunció en ceño confundido.

-Disculpala, sólo es su camiseta nueva, por eso actúa así. Vamonos Miyeon. - el la tomó del brazo y Jungkook solo se quedó observando como se iban discutiendo.

Jungkook se movió segundos después en dirección a tomar el autobús.

Pasó comprando una ensalada con queso en una tienda junto a unas bebidas energizantes para llegar a su amado departamento, sólo ahí podía sentir total seguridad, lejos de gente que solo quería dañarlo o hacerlo quedar como un tonto, niñas malcridas que no aceptaban una disculpas silo por estupidas camisetas baratas.

Jungkook pensaba que si volvía a ver a ese chico le agradecería por haberlo librado de la tal Miyeon y también iba a disculparse por su comportamiento.

Comió rápidamente, quitó su ropa para quedar en ropa interior ametiéndose a la cama esperando que al menos mañana su día fuese mejor.

El segundo día fué mejor, nada diferente para Jungkook, gracias al cielo ya había desempacado sus cosas y ya había regresado de la universidad cuando decidió hacer ejercicio.
Era costumbre de el andar solo en ropa interior en su apartamento, así que sólo puso una pequeña colcha en el suelo y decidió empezar con su rutina.

Los minutos pasaban cuando unos gemidos lo hicieron detenerse, se paró limpiando el sudor de su frente y caminó tratando de llegar a ese sonido.

Fue hacia la ventana pero nada, caminó casi en todas las paredes hasta que llegó a una zona la cual se situaba para dividir el cuarto con el de su vecino.

Notó como había un pequeño orificio el cual por la decoración de la pared a simple vista no se podía apreciar.

Su sorpresa fue enorme cuando vió a un pequeño chico asumiendo que sería de su misma edad, o talvez un poco mayor pero no tanto cuando metía dos dedos en su culo penetrandose a sí mismo con las mejillas sonrojada y sus pezones erectos.

Su pene se despertó al instante de manera fugaz notando como el otro gemía descontroladamente llegando al orgasmo.

Para cuando Jungkook trataba de

controlar las ganas de tocarse, se vió interrumpido por el chico levantándose a observarlo por el pequeño agujero de la pared.

Lo único que escuchó fue un grito del pequeño rubio, cuando notó que Jungkook lo había descubierto, viéndose obligado a cubrir de nuevo el agujero y quitándole la vista.