Ahora nos encontrábamos en el sillón, Ghalen se fue a su habitación, y yo estaba sentada al lado de Ayden limpiandole la sangre del labio y la ceja mientras él estaba recostando con la bolsa del hielo en su otro ojo. Ghalen se fue algo asustado a su pieza, pero le advertí que iba a hablar con Ayden y luego íbamos a comer.
- ¿Porque no me contaste que empezaste boxeo Ayden? - hablé con un tono calmado pero la verdad, por dentro estaba reventando de furia
- Pensaste que estaba en peleas clandestinas por solo verme un ojo morado, no me hubieras creído si te decía que iba a boxeo - dijo resignado
- Nunca hablamos sobre el tema, además, no quiero desconfiar de ti Ayden, pero varios amigos y vecinos asisten a las peleas clandestinas ¿Porque no podías ir tú?
- ¡Yo no soy como ellos! - respondió enojado y en un tono más alto de lo normaL - ademas que tendria de malo que quisiera luchar, es un deporte y puedo entrenar
- Esta bien, háblame, explícame entonces a ¿Dónde vas, como entrenas, quien te entrena, y porque terminaste así? - dije tratando de ser más comprensiva
- ¿Te interesa? - lo mire con una mirada que indicaba que deje de discutir entonces empezó a hablar - hay un gimnasio acá a unas 3, 4 cuadras más o menos, un día pase de vuelta a casa después del colegio y vi folletos pegados en las ventanas, clases de boxeo gratis. Me llamó la atención asique un día fui a ver, estaban entrenando algunos y sin siquiera preguntar me invitaron a unirme, me contaron cómo funcionaba, qué días se entrenaba, los guantes que ellos tenían eran viejos pero se podían usar igual hasta conseguir unos nuevos, el entrenador es un boxeador que según sé, se está haciendo conocido...
- ¿Sabes su nombre? - lo interrumpí
- No se algo de Kham.. Khavert? Khalan! Si Khalan, creo que era ese. Bueno empecé a ir a entrenar en los turnos que podía, por lo general cuando vos estás en casa - ese nombre me sonaba pero ¿Donde lo habia oido?
- ¿Entonces llevas mintiendome todo este tiempo que te vas a juntar con amigos y en realidad te vas a otros lados? - exclamé enojada
- ¡No! ¡Y no estoy haciendo algo malo! - se defendio enojado
- ¿Bueno y como terminaste así? ¿Se suponen que solo entran no?
- Hoy unos compañeros estaban entrenando y no se qué pasó entre ellos que empezaron a ir más allá a los golpes y estaban dándose bastante fuerte, varios intentamos separarlos, pero no fui al único que varias piñas le rozaron, claro que yo si fui el único que salió con el ojo morado, pero hubieron más labios y cejas partidas y manos rasgadas.
- ¿Y tu entrenador te ha visto el estado en el que saliste? ¿A caso deja a los chicos pelearse sin más? Eso es bastante irresponsable - sentencie y se quejo cuando aprete su mano mientras limpiaba sus nudillos
- ¡No Mal! ¡No! - Ayden ya habia perdido la paciencia - él se metió a separarlos y él me trajo a casa dado que de los heridos colaterales, fui el único con ojo morado, claro que a los principales los suspendió por una semana, deben volver y pedirse disculpa entre ellos y también a todos nosotros, y para colmo se perderán el torneo que harán.
- ¿Un torneo? - pregunté intrigada y cansandome de la conversación
- Si, esta semana, no estoy seguro cuando es, tal vez el lunes, o martes?
Me levanté y me marche a la cocina a poner una olla de agua a hervir
- ¿Y dime tú pelearas? - pregunté desde la cocina - ¿Cuando pensabas contarme del torneo? Supongo que sabes que el boxeo es un deporte muy violento y puedes terminar muy mal
- No lo sé, no creo competir, no soy muy bueno... - carraspeo - y si, se que es un deporte riesgoso, pero puedo intentarlo
- Bueno si quieres ir, hazlo, a esta altura seria absurdo impedirtelo considerando que irias igual si llevas tanto tiempo mintiendome - Ayden rodo los ojos - tal vez te ayude a mejorar si sigues, o en cuyo caso veras tanta sangre que te iras corriendo.
- Vere...
En cuanto Ayden salió de la sala para buscar a Ghalen marque en el teléfono el número de Luisa, le conté la situación, Ghalen necesitaba atención, quiere que pase tiempo con él, en cuanto a Ayden, le dije que estaba mal, y que también necesita de mí atención, Luisa supo comprender, me dejó faltar al trabajo hasta el martes, y el miércoles feriado y que vuelva jueves sin descontarme los días, le agradecí al menos diez veces. Hice lo mismo con Bernard, solo que él dijo que vuelva el jueves y me descontaría un día. A fin de cuentas, ya era finales de noviembre, en unos días recibiré la paga mensual, y pronto los chicos entrarán en vacaciones.
Ghalen y Ayden vienen hablando por el pasillo y ambos se sientan en el sofá y siguen su conversación mientras yo termino de cocinar unas pastas. Sirvo la comida a la mesa y Ayden aún con su ojo en hielo, pone la mesa con la otra mano.
Cuando estamos todos sentados antes de comer les advierto que vamos a agradecer los alimentos, nos tomamos de las manos y cada uno por lo bajo lo hace, aunque escucho a Ghalen decir que ojalá de postre haya caramelos.
No éramos un familia loca de creer en Dios, hubo un tiempo en el que íbamos cada día a las reuniones, con el paso de los años, el tiempo se me hacía menos y no podía ir, Ayden no quería cambiar a Ghalen y tener que cuidarlo él solo en la iglesia asique dejamos de ir, pero aún así seguimos siendo creyentes y los días que podemos ir o nos invitan, vamos.- Adivina que - le digo a Ghalen y él me mira contento
- Mañana es navidad? - pregunta feliz
- Nou, - me rio - mañana no trabajo, asique podremos ir a la heladería como pediste Ghalen
- Siiii - grito emocionado Ghalen con los brazos en alto - ¿Ayden puede ir? ¿O tiene el ojo muy podrido?
Con Ayden reímos y él al mismo tiempo que reía se quejaba de dolor, mientras que Ghalen seguía pensando que el ojo de Ayden seguía podrido.
- Si puede ir - dije tratando de calmarme - solo si él quiere y se siente bien, sino podemos traerle un poco
- Okey
Terminamos de comer y Ayden por más de que se sentía adolorido se ofreció limpiar él a modo de disculpa por su error de ocultar el boxeo.
Con Ghalen nos acostamos en el sillón a ver Buscando a Nemo, la cual ya habíamos visto un millón de veces pero el seguía insistiendo en verla.
Cuando terminó la película Ayden ya estaba dormido en su cuarto y Ghalen estaba cayendo de sueño, pero hoy al ser viernes, fin de semana, me pidió dormir conmigo, asique lo tomo en brazos y vamos a mi cama de dos plazas y cuando apenas toca la almohada ya se duerme. Me cambio, me pongo el pijama y también me duermo después de ver el techo un largo rato.Me despierto, veo la hora y son las 03:00 AM, escucho ruido afuera, o al menos eso creo que fue lo que me despertó, Ghalen duerme plácidamente, voy de inmediato a ver si Ayden está, y para mí alivio también duerme. Sin saber que ocurre afuera trabo las ventanas de las habitaciones de los chicos y cierro las cortinas, tambien me aseguro que la puerta trasera este cerrada. Una vez que logró trabar todo me dirijo hacia la sala, me quedo en silencio, y logró escuchar murmullos afuera, me acerco a la ventana procurando no hacer sombra en la cortina, corro la fría cortina y veo a dos personas en la vereda de afuera. Hablaban acaloradamente, discutían sobre algo y miraban hacia la casa, señalaron varias veces. Uno llevaba la capucha de la campera, y otro solo una bandana en la frente. No llegaba a escuchar lo que decían, pero tal vez era muy confíada al creer que no hablaban de la casa.
Me despegue de la ventana lentamente y el miedo me carcomía, qué tal si eran los Wilson, volví a ver hacia afuera y ya se estaban yendo.
Otra vez fui a acostarme, me acomode y Ghalen me abrazó, estuve al menos una hora mirando el rayo de luz de la luna que entraba por la ventana hasta que pude dormirme.
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El knocaut del amor (editando)
Teen FictionMalaika es una joven que ha vivido toda su vida junto a su familia y en distancia de la vida social que llevaría una adolescente. Hoy en día se dedica solo al trabajo y ayudar a los demás, aunque eso a veces le cueste olvidarse de ella misma. Encon...