Round 28: Dudas torrenciales

7 1 0
                                    

Los chicos estaban cenando en la sala en silencio, Ayden tenía doble castigo, le había quitado el teléfono y no tenía más permiso que para ir a la escuela y hacer tarea.
Yo seguía con un nudo en la garganta, estaba tirada en la cama sin dejar de pensar en lo que le había dicho ese tal Cooper a Ayden y el escándalo provocado.
Eso demuestra una vez más que Ayden no aceptaría que yo esté con alguien, y mucho menos con Khalan, pero la verdad no tengo idea que hay entre Khalan y yo.

- Hola - mire hacia la puerta y era Makena

- Hola - intenté sonreírle

- Sentí un ambiente de ultratumba en la mesa y supuse que vos ibas a estar tirada - fingí una sonrisa pero Makena me conocía y se acostó conmigo a abrazarme - puedes llorar en mi hombro si querés y después contarme, o primero contarme y después llorar.

- Un degenerado me tocó el trasero en Golden Fry - la abrace y las lágrimas brotaban de mis ojos - ya pero lo peor de todo...

- Que imbécil - me interrumpió mientras acariciaba mí cabello

- Además de eso, Khalan estaba ahí y me defendió y...

- Aw tu príncipe azul

- ¡No, el se agarro a los golpes con el tipo! Imagínate si no los detenianod, Khalan podía molerlo en un segundo

- ¿Que? - dijo Makena como si no pudiera creerlo

- Además cuando fui al gimnasio a buscar a Ayden, tuvo una pelea con un compañero porque le dijo que Khalan y yo haríamos linda pareja.

- ¿Que? - repitió asombrada

- Él odiaría que haya algo entre Khalan y yo, y ni siquiera se que somos - susurré entre lágrimas

- Tu quieres estar con Khalan, pues ve con él, Ayden no tiene porqué saberlo.

Ya cansada de llorar me levanté de la cama enojada y decidida sin pensar ninguna de las ideas que tenia en mi cabeza.

- Voy a ir a hablar con Khalan - dije tomando mi chaqueta y secando mis lagrimas

- ¿Que? ¿Que le vas a decir? - salto Makena también de la cama

- No lo se, pero ire - mire hacia la cocina y los chicos ya se habían ido

- ¡Mal! - Makena había salido atrás mío

- Iré caminado, si no ven la camioneta van a preguntar a dónde fui. Tu quedate en el cuarto y en silencio, ahora vuelvo.

Salí afuera y había gran humedad. Empecé a caminar rápido, casi trotando, porque no aguantaba más está duda, ¿Que éramos con Khalan? ¿Amigos? No, claro que no, novios menos, amigovios tampoco porque no somos ninguna de las anteriores.
Sea lo que seamos, se tiene que acabar, solo voy a ser una persona que asiste al gimnasio como tutora de Ayden y él va a ser un entrenador común y corriente.
El cielo estaba nublado, como gris, habían truenos que iluminaban el cielo, trate de caminar más rápido sin embargo era mí velocidad máxima.
Cuando ya había hecho 15 cuadras y llegue al taller de Khalan pensé que el iba a estar ahí, sin embargo estaba todo oscuro y su auto no estaba ahi.
Ahora no solo se iluminaba el cielo, sino que empiezan a haber truenos y de a poco una leve llovizna. Para llegar a la casa de Khalan tardaria como una hora, o sino puedo volver a casa y dejarlo todo como estaba.
Sin embargo empecé a caminar hacia la otra dirección. Cuando había hecho unas 10 cuadras la lluvia empezó con todo. No iba a detenerme, no ahora que me había decido a caminar casi 30 cuadras.
10 más, estaba diluviando, yo tenía encima litros y litros de agua. Trataba de caminar más rápido pero con la ropa mojada no podía.
Hago las 10 que quedan, y trato de ver la casa de Khalan entre tanta lluvia pero no puedo. Doy vueltas de la manzana y busco su auto. Ya vi casi todo el vencidario cuando al fin vi su auto estacionado en el garaje.
Llamo a la puerta temblando y tarda en atender.
Escucho girar la llave en la cerradura y abre un Khalan sudado y sin remera. Me quedo mirando su torso como él me queda mirando a mí.

El knocaut del amor (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora