Junio ya había llegado y el calor era infernal, pero lo peor de todo fue recibir la noticia de que la camioneta estaba rota y tuve que volver a lo de Izaak.
- Ya te extrañaba por aquí - eso lo dice cada vez que vengo a modo de saludo
- Hola - saludé y le di un abrazo
- ¿Cómo has estado? - pregunto colocando cada mano al costado de su cintura sobre su overol manchado
- Bien... Bien - repetí provocando que me mirara alzando una ceja
- No hace falta que mientas ya se lo tuyo con el entrenador - me atragante con mí propia saliva provocando que Izaak riera
- ¿Que? - pregunté una vez que recupere el aliento
- Mal... Ya lo sé, y me parece perfecto, al menos dime qué es bueno contigo - examinaba la camioneta y me hablaba al mismo tiempo
- Supongo que está bien
- ¿Cuánto llevan saliendo?
- No lo se, 3 o 4 meses tal vez
- ¿Y que hay de tus niños? ¿Aceptan al nuevo papá? - aunque me molestó su pregunta tonta solo me encogí de hombro y pareció captar mí respuesta - Entiendo... No sé los has dicho
- No se...
- No le diré a nadie tranquila, espero la pasen bien - se encogió de hombros, me gusta que le quitará la importancia a todo.
Después de contarnos un poco de cosas me marche y me encamine al trabajo.
Llegué sudada porque el calor que hacía era infernal, pero adentro era el paraíso ya que estaba el sire acondicionado prendido.
En Red Cheek Luisa estaba feliz todos los días y por suerte para mí, hoy no debía limpiar, sino que me ordeno encargarme de la cocina.- Hola Mal - saludo Hernold cuánto entre a la cocina que parecía un sauna
- Hola - dije un poco feliz
- ¿Cómo te ha ido en tus vacaciones? - pregunto - aunque solo fueron 4 días
- Bien, había nieve asique estuvo genial ya que odio el verano
- Como si el calor de afuera no es suficiente aquí dentro hacen 10° grados más
Al final le corté el rollo a Hernold y nos pusimos a trabajar. Hoy había mucha clientela y no parabamos de sacar un plato tras otro.
Por fin llegó un momento en el cual pudimos parar a descansar.
- Te he visto con Khalan - menciono sorpresivamente mientras él fregaba los platos - hacen linda pareja - sonrió
- No se de qué hablas - fingí desinterés y volví a mí revista
- Vamos no finjas, ya lo sé, apenas somos un grupete quien sabe de ustedes
- ¿Que grupete? - pregunté preocupada
- Solíamos juntarnos con Khalan, hasta que se puso en marcha con su proyecto de la escuela de boxeo y retomo la liga - tendió el trapo en su hombro - me agrada, fue un buen amigo
- ¿Fue? ¿Ya no lo son? - pregunté sorprendida
- Una larga historia, tal vez algún día te la cuente
- Pero...
- ¡Muy bien! - entro Luisa a la cocina cortándome y radiante - hoy hemos trabajado demasiado y vendimos mucho excelente trabajo chicos.
Ya pueden irseHernold se despidió y se marchó corriendo con un cuaderno bajo el brazo a la universidad.
En cuanto a mi, tome mi abrigo por si acaso, mi bolso y cuando estaba por salir Luisa me llama.
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El knocaut del amor (editando)
Teen FictionMalaika es una joven que ha vivido toda su vida junto a su familia y en distancia de la vida social que llevaría una adolescente. Hoy en día se dedica solo al trabajo y ayudar a los demás, aunque eso a veces le cueste olvidarse de ella misma. Encon...