Rock y Champagne Francés

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A mis padres no les caía nada graciosa la idea que casi diez personas se reunieran en casa con tan poca anticipación. Normalmente no hubiese tenido ningún problema en hacer una reunión de este tipo pero mamá siempre me había pedido que le comunicara con, al menos, una semana de anticipación, cosa que se limpie todo en profundidad y poder recibir a mis invitados como ellos merecían; pero les expliqué la situación y accedieron, siempre y cuando limpie los baños, la cocina, la sala y no deje que mis amigos fumen dentro de la casa.

Tuve que volver corriendo a casa para ponerme en campaña, até mi largo cabello en una colita y me puse a limpiar a conciencia, cerré la puerta de mi dormitorio con llave pues adentro era un completo desastre; cerca de las cuatro ya había terminado, así que fui a darme una ducha y a cambiarme de ropa, elegí algo cómodo y preparé los bocadillos para compartir con mis amigos en la mesa del comedor, como eramos tantos decidí que ese sitio y la sala eran los mejores lugares para discutir nuestro proyecto.

Estaba sacando la basura cuando un Jeep se estacionó al frente de casa, antes que pueda cerrar la puerta del jardín frontal vi que del vehículo bajaba Kentin.

-¡Hola, Annie!-exclamó al verme, se me acercó a medio trote y me abrazó con fuerza.

-¡Kentin! ¡Qué auto!-le dije sorprendida, no sabía que Kentin ya sabía conducir; él sonrió mientras me guiñaba un ojo.

-Me lo regaló mi padre-me confesó, al parecer le encantaba que todo de él me llame la atención, era todo tan nuevo para mí...-¿Soy el primero en llegar?

-Sí, así es. Puntual como siempre, ¿quieres algo de beber?-pregunté mientras entrabamos a la casa.

-Esperemos a los chicos-me sugirió pero al escuchar la voz de Kentin mi perro bajó las escaleras corriendo para saludarlo, era un American Pitbull Terrier, completamente negro, salvo por el pecho que era blanco

Fuser, no!-dije intentando agarrarlo pero mi perro era ágil y veloz y fue derecho hacia mi amigo. Kentin no se lo había visto venir y cuando menos me di cuenta, Fuser le había saltado al pecho y le lamía en toda la cara, lejos de enojarse, Kentin rompió en risas.

-¡Quieto, quieto, muchacho!-rió Kentin, bajó a Fuser y esté salió corriendo a buscar un juguete-Mi padre me dijo que una vez te vio con un pitbull pero no podía creer que tendrías una raza de tanto carácter.

-Hace unos meses lo rescaté del maltrato-le dije mientras nos sentábamos en la sala de estar, me había entusiasmado mucho con el proteccionismo independiente gracias a Nathaniel y ahora Fuser era parte de mi vida-Si vieras como estaba antes... Era un costal de huesos.

-Pero ahora se lo ve gordito y feliz-observó mientras Fuser le entregaba su soga favorita para que juegue con él, Kentin la tomó y la sostuvo en lo alto, mi perro ladraba y saltaba para alcanzarla hasta que Kentin se compadeció de él y se la dio-Es un gran perro.

Escuché los pasos de mi mamá bajando las escaleras a toda prisa.

-Annie, te dije que sacaras a...-empezó pero luego vio a Kentin y se quedó dura.

-Mamá, te presento a Kentin O'Connor-le dije mientras él le inclinaba la cabeza-Mejor conocido por ti como Ken.

Mi madre se sorprendió al escuchar eso, sin embargo disimuló bastante bien su sorpresa ante el cambio de Kentin.

-Kentin, que cambiado estás-dijo mi madre, lo observó con ojo crítico y una sonrisa.

-La escuela militar, señora-dijo Kentin, mi madre movió la mano.

-Llámame Caroline, por favor, y tutéame, eres de la familia-le dijo mientras lo abrazaba y me guiñaba un ojo, luego se separó de él-Bien... Eh... Annie, te pedí que sacaras a Fuser.

Corazón de Melón (libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora