Corazón de Melón (libro #1)

Party Hard

Habíamos sido elegido el tercer mejor grupo de la exposición, nos habían ganado Cuba, cuya exposición había sido impecable en todos los sentidos, el baile exquisito y el puesto muy bien diseñado, y Argentina al haber fusionado muy bien el tango con el folklore. Armin quería impugnar la votación de los directivos ya que a su parecer nuestros atuendos y puesto habían superado con creces el del resto pero lo convencimos de los contrario. Todo el dinero reunido iba a ser destinado en el evento del siguiente año, cosa que ya no podríamos disfrutar pues nuestra graduación sería a fin de año.

El grupo de Ámber fue sancionado y suspendido con tres días de castigo, por no haber cumplido con los requisitos mínimos de respeto, y tres días de castigo limpiando todas y cada una de las aulas del Instituto bajo la atenta vigilancia de la Directora por haber saboteado nuestra muestra de baile.

Kentin les dijo a los chicos que iba a hacer una fiesta en su casa, al principio pidió discreción pero luego terminó enterándose todo el Instituto y los amigos de nuestros amigos, así que tuvo que realizar nuevamente cálculos para el sábado. Dos días antes del sábado, ayudamos a Kentin a acondicionar la casa para la fiesta del fin de semana pero a pesar de que teníamos poco tiempo, llegamos a comprar todo lo que hacía falta: Cervezas, refrescos, comida, vasos descartables, etc. Al estar tan alejados de la ciudad teníamos la tranquilidad de poder poner la música a todo lo que daba, lo único que Kentin nos pidió fue sin drogas de ningún tipo y que si queríamos fumar que lo hagamos afuera, no adentro o su padre se percataría del olor enseguida. El sábado fuimos todos temprano a casa de Kentin para ayudar en lo que hiciera falta y cambiarnos allí, los varones tenían órdenes expresas de mi novio de que al primer buscapleitos se lo sacaba de la casa, lo mismo a nosotras con las mujeres, así que elegí un atuendo cómodo pero al mismo tiempo atractivo.

-Chicas, vayan a cambiarse-anunció Kentin mientras probaba los parlantes, las chicas y yo estabamos en joggings y zapatillas para ayudar más cómodas-Vayan a mi dormitorio, nosotros nos cambiaremos en la habitación de mi padre.

Las chicas y yo subimos al dormitorio de mi novio, para mí ya era muy normal estar ahí pero para el resto no.

-Guau, que buen gusto tiene Kentin para la deco-apreció Iris mirando todo con detalle.

-Muy varonil-reconoció Kim-Aunque sin dejar de ser muy moderno.

-¿Está bien que nos cambiemos delante de todas?-preguntó la cohibida Melody.

-Todas somos mujeres-masculló Rosa con una sonrisa-No hay nada que hayamos visto ya en nuestros cuerpos.

-A-Aún así, no miren, por favor-suplico Violetta.

Decidimos cambiarnos de espaldas, de esta forma no incomodaríamos a ninguna; yo tomé mi minifalda de tablas horizontales en blanco y negro, una blusa color coral ceñida al cuerpo, un largo collar de perlas de fantasía al que le dí tres vueltas en mi cuello y unas botas de cuero marrón, me maquillé con apenas un poco de base, rimmel y delineador haciendo mis ojos más marcados y bajé las escaleras.