Tarzan Boy

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El cambio en el grupo de Ámber fue de ciento ochenta grados, su actitud pasó de negro a blanco en el mismo momento en que nos sentamos todos a comer, riendo y contando todo lo que había pasado en el centro de la ciudad

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El cambio en el grupo de Ámber fue de ciento ochenta grados, su actitud pasó de negro a blanco en el mismo momento en que nos sentamos todos a comer, riendo y contando todo lo que había pasado en el centro de la ciudad. La rubia aún seguía un poco conmocionada por lo ocurrido y se recostaba sobre el hombro de su hermano mientras escuchaba con atención nuestro punto de vista.

Al terminar de comer, levanté los platos y los llevé al fregadero para lavarlos pero Nathaniel me lo impidió.

-No, Annie. Ya hicieron demasiado hoy. No me cuesta nada lavar los platos yo solo-dijo con dulzura.

-¿Seguro, Nath? Es bastante trabajo para una sola persona-dije, pero él negó con la cabeza.

-En serio. No te preocupes. Ve y descansa-aseguró con una sonrisa. Le agradecí con una sonrisa y un ligero apretón en su hombro; abrí la puerta que daba a las escaleras de la playa, quise bajarlas para ir a sentarme un rato en la arena pero Demonio me saltó a la cara mientras me lamía la cara.

-¡Hola, muchacho! ¡tanto tiempo!-dije mientras él daba vueltas de felicidad en un mismo sitio.

-Aún me cuesta creer que te llevaras tan bien con mi perro-masculló Castiel mientras caminaba hacia mí encendiendo un cigarrillo-¿Vas a la playa?

-Sí-respondí mientras dejaba que Demonio me abrazara con sus patas delanteras.

-Vamos, te acompaño-dijo, bajabamos las escaleras mientras el enorme perro cortaba camino bajando por la ladera del cerro, para él era pan comido con cuatro patas-Tu novio fue muy amable al permitir que él venga aquí, no soporta estar solo.

-Kentin ama los perros. Pero lamentablemente no puede tener uno, vive prácticamente sólo y siente que no podrá darle la atención que se merece-le comenté.

-Eso no es excusa. YO vivo solo y sin embargo saco tiempo para Demonio-respondió Castiel de mala gana, llegamos hasta la playa y buscamos un sitio cómodo donde sentarnos-Ni siquiera cuento con mis padres para cuidarlo cuando debo irme a algún lado.

-Me sorprendió no ver a tus padres el día del baile-le confesé mientras la brisa marina nos movía el cabello.

-Siempre estan ocupados-me respondió, dió una pitada a su cigarro y lanzó el humo.

-Pero era la graduación de su único hijo.

-Yo no soy hijo único, soy el menor de tres hermanos-me corrigió, eso me sorprendió pues no me imaginaba a Castiel desempeñando el rol de hermano-Mi hermana mayor, Lía, es médica y mi otro hermano, Mika, está estudiando gastronomía en el extranjero.

-¿Y por qué te dejaron solo?-pregunté.

-Fueron muy claros conmigo, no iban a poder llevarme con ellos en cada vuelo que tuvieran, así que tenía dos opciones-explicó mientras Demonio olfateaba unos caracoles en la orilla-O me iba a vivir con mi hermana o firmaba los papeles de emancipación; mi hermana es una jodida bruja que siempre busca controlar la vida de los demás, así que elegí la emancipación, aunque eso significara encargarme de mis cosas.

Corazón de Melón (libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora