Me levanté el 24 de Diciembre más tarde que de costumbre, bajé las escaleras despeinada y descalza, el único despierto era Kentin que estaba armando el arbolito de Navidad y el Pesebre. Me quedé dura mirándolo, sorprendida por su espíritu navideño, y él se giró al escuchar pasos en la escalera.
-¡Buen día, bella durmiente!-exclamó muy contento-¿Dormiste bien?
-Sí, bastante bien. Aunque es algo tarde para armar el arbolito ¿no crees?-pregunté mirando los adornos navideños esparcidos por todos lados.
-¡Es veinticuatro! Hoy se arma el arbolito-respondió.
-De hecho, en mi casa lo armamos para mi cumpleaños-mencioné mientras me dirigía a la cafetera-Y al Pesebre lo ponemos el 8 de Diciembre, así que estás bastante atrasado.
-¿Qué? Pero cumples un mes antes de Navidad-dijo Kentin incrédulo terminando de colocar los últimos adornos-¿No te parece muy pronto?
-De hecho, sí. Pero nos gusta tanto la Navidad que lo armamos ese día.
-En Irlanda lo armamos justo el veinticuatro, y lo desarmamos el veintiséis.
-Creo que ustedes lo tienen muy poco tiempo ¿Quieres que te ayude con el Pesebre?
-Sí, creo que los pastores están en aquella caja-señaló. Con cuidado armamos lo que faltaba y el último en ser puesto en su lugar fue el Niño Jesús. Escuchamos pasos en la escalera y vimos que bajaban Castiel, Lysandro y Nathaniel, los saludamos dándoles los buenos días pero cuando el colorado vio la decoración de fin de año su semblante cambió abismalmente.
-¡Oh, qué bonito!-exclamó Lysandro al ver el arbolito y el Pesebre.
-¡Je! Si te gusta adorar imágenes de yeso...-masculló Castiel de mala gana. Así que era eso... Respetaba el ateísmo de Castiel pero nadie le estaba obligando a creer o no, y además el dueño de la casa era Kentin.
-Castiel, respeta las creencias de los demás-dijo Lysandro mirándolo de mala cara-Que ni Kentin ni Annie te están obligando a hacer ninguna novena.
-¡Sería el acabose!-gruñó Castiel.
Kentin blanqueó los ojos y se ofreció a hacer café para los recién levantados.
-Si llega a faltar alguna de las piezas del Pesebre ya sé a quién culpar-me susurró Kentin con voz sombría mientras servía el desayuno-Esas piezas son reliquias familiares, las traje de mi casa.
Miré disimuladamente al Pesebre y si bien se notaba que eran antigüedades estaban bien cuidadas.
-¿Son muy viejas?-pregunté untando mermelada a mi tostada.
-No es por eso. Es porcelana italiana y tienen más de cien años, se las dieron mis abuelos paternos a mi padre cuando él se casó-respondió-Son muy importantes para mí.
-No creo que Castiel haga nada-aseguré pero aún así Kentin lo mantendría vigilado.
Poco a poco el resto de los chicos se fue levantando y el comentario del momento fue el espíritu navideño de mi novio, algunos estaban muy entusiasmados por la decoración y otros compartían el pensamiento de Castiel. Aquél día le tocaba a los chicos del equipo rojo preparar el almuerzo y la cena de Nochebuena, cosa muy complicada así que colaboramos entre todos pues era bastante trabajo. Para evitar llegar fundidos a la noche, pedimos pizzas y papas fritas para el almuerzo y decidimos comer en la galería aprovechando la brisa marina; cuando todos terminamos de comer, Kentin se levantó e hizo un anuncio.
ESTÁS LEYENDO
Corazón de Melón (libro #1)
RomancePasate por la playlist del fanfic en Spotify y escuchá toda la música que seleccioné especialmente para mi obra! https://open.spotify.com/playlist/2EMZbRl5VV0PdaCPQVmh14?si=p-pG0pF_SrqYZ0w3QJJFAw o podés buscarla como CDM 1/MCL 1 REEDICIÓN 2020: ...