CUARENTA Y OCHO: Pérdidas que son ganancias a futuro

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                                                        "Te has perdido quién soy,

                                 lo que estaba dispuesta a entregarte".

                        Te has perdido quién soy – Vanesa Martin.


No sabía si tocar la puerta y avisar su presencia o sencillamente pasar, optó por la segunda opción ya que estaba entreabierta. Encontró a Agustín sentado en el suelo y con la espalda apoyada sobre su cama, Celeste se sentó a su lado.

Ambos permanecieron en silencio por unos minutos.

—Tu madre me dejó entrar, estaba llegando tarde al trabajo —comenzó la chica con calma.

—¿Por qué estás aquí? —contestó él con una voz ausente. Ninguno se había mirado todavía.

—Me asusté cuando Aaron me dijo que vino a hablar contigo, quería saber si estabas bien —jugó un rato con un hilo suelto de su remera antes de continuar. —Moira también me mandó un mensaje ese día, ella estaba asustada que ustedes se peleen y lleguen a los golpes, pero la ignoré porque no quería saber nada en ese momento.

Agustín cerró los ojos cuando escuchó el nombre de la chica que amaba y que lo había rechazado.

Permanecieron así por un buen rato, en silencio y uno al lado del otro. Fue la rubia quién volvió a llenar la habitación de sonido.

—¿Me la vas a contar? —Su voz sonaba un poco rota, pero Agustín trato de ignorarla, a veces el dolor era demasiado.

—¿Contarte qué? —respondió como un vago intento de que ella no tuviera las agallas de continuar, pero sabía que no daría resultado.

—La historia entre Moira y tú.

Quiso decir que no. Le había hecho demasiado daño a Celeste y contarle sobre Moira, la chica a quien realmente amaba, le parecía demasiado cruel.

Pero también necesitaba desahogarse, había dado el paso y Moira lo rechazó y la chica estaba evitándolo desde ese día; Aaron estaba completamente enojado con él y no le hablaba, solo quería llorar y soltar todo.

Miró por primera vez a los ojos a su visita, ella no estaba mejor que él porque después de todo también le habían roto el corazón hace unos días, él lo había hecho. Pero también, fue capaz de vislumbrar que ella necesitaba saber toda la historia, que necesitaba entender todo.

Decidió ser egoísta y contarle todo desde el principio.


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