TREINTA Y DOS: Visitas inesperadas y hombros para llorar

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          "Puede que el tiempo nos aleje otra vez, sin saber dónde estés,

                                                                                pero el amor es más fuerte".

                                                                       Un año – Sebastián Yatra ft. Reik

El timbre sonó y Agustín bufó molesto. Apenas se había despertado a pesar de ser ya las diez de la mañana, estaba en vacaciones así que nadie podía decirle nada.

Su madre estaba trabajando y por lo tanto estaba solo en su casa, lo que significaba que sería él quién tendría que levantarse para abrir la puerta. Tal vez, podría dejar que la persona se canse y se marche, y él desayunaría tranquilo.

El timbre volvió a sonar. Idea descartada.

Sin muchas ganas miró por la merilla y se sorprendió al ver a Jennifer. ¿Qué era lo que quería? La chica siempre fue la mejor amiga de Moira, y sí, tal vez ahora se estaban volviendo más amigos y compartían salidas juntos como un grupo, pero igual era extraño que ella se apareciese en su casa.

—Hola, Jennifer— fue lo primero que dijo cuando abrió la puerta.

Ella sonrió y Agustín descartó cualquier posibilidad de que haya pasado algo grave, la chica nunca estaría contenta, solo que sea algo psicótica. Eso pasaba por molestarlo cuando desayunaba, pensaba tonterías.

—Hola, Agus. No quería venir tan temprano, pero necesito hablar contigo sobre algo y no me aguantaba— ahora parecía un poco nerviosa, pero no demasiado.

Él asintió y la dejó pasar, ambos fueron directo al sillón del living.

— ¿Y bien?— dijo luego de unos segundos donde ella miraba disimuladamente toda la casa, seguramente estaba constatando el gusto decorativo de su madre. Jennifer era así, la moda y buen gusto primero.

—Ok, iré directo al punto— Agustín volvió a asentir y pensó en la medialuna que dejó en la cocina. Tenía hambre— ¿Has visto a Moira últimamente?— la pregunta lo sacó de onda y quedó aturdido por unos segundos.

— ¿Moira?— preguntó como para asegurarse, ella asintió— No mucho. Sinceramente, la última vez fue antes de que se vaya de vacaciones. Y ahora pasa casi todo el tiempo con su novio— le dolió decir lo último, pera era la verdad.

Él y Moira ya no se veían. De vez en cuando se mandaban uno que otro whatsapp, pero la chica generalmente estaba ocupada porque salía con su novio y poco a poco, Agustín se estaba cansando de insistir. Así que prefería salir con sus amigos y al grupito se habían terminado sumando Celeste y Jennifer, con quienes compartía más tiempo que con Moira, algo impensado hace unos meses atrás.

Jennifer asintió pensativa, pero no dijo nada más. Y Agustín necesitaba saber.

— ¿Por qué? ¿Ocurrió algo?— la chica lo miró dudosa y debatió internamente si era correcto contarle o no.

—Pues, como ocurrir algo, no ocurrió. Pero no es la misma Moira— Agustín la miró desconcertado— Desde que está de novia con Nicanor— así que el tipejo se llamaba así— la noto diferente. Ya no tiene tiempo para nosotros, sale casi todas las noches con él y su grupito de amigos que no me inspiran mucha confianza. La otra noche me la cruce en el boliche y estaba completamente borracha— se mordió el labio, mientras intentaba expresar lo que sentía— No sé, no me gusta— dijo un poco frustrada.

¿Cómo decir TE AMO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora