CUARENTA Y DOS: ¿Se aprende de los errores?

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"Porque tus aciertos dirán dónde estás y tus fallos tan sólo por dónde ir".

                                                                                 Lo siento - Beret.


Conoció a Nicanor un día cualquiera de su quinto año cuando salía del colegio, el chico casi la había atropellado cuando pasó a toda velocidad con su moto.

— ¡Idiota! — gritó enfadada. Casi la asesinaba.

La moto frenó de golpe y el tipo giró la cabeza hacia ella, para luego empezar a sacarse el casco.

Mierda. La había escuchado. Estaba en serios problemas, ese motoquero ahora sí la iba a matar. ¿Dónde estaba Agustín cuando más lo necesitaba?

Definitivamente la iba a matar, pero con su belleza. Sus ojos claros y su pelo rubio todo revuelto por el uso del casco y su maldita sonrisa, era la cosa más caliente que había visto.

— ¿Perdón? No soy yo quién está sentado en el suelo como una idiota —soltó con arrogancia y Moira se acordó que casi la atropella.

Se levantó rápidamente del suelo y trató de mantener su postura y elegancia, mezclada con intimidación. Debía salvar su dignidad.

—Tampoco soy yo la idiota que maneja sin dos dedos de frente y mata a estudiantes —le contestó con sarcasmo. Ella también podía jugar.

El chico comenzó a reír sin vergüenza, parecía no importarle estar llamando la atención de los demás alumnos que salían de la escuela.

—Eres brava, eso me gusta —todo lo dijo sin dejar de lado esa maldita sonrisa seductora —Anda, sube —le hizo una seña con los ojos hacia la moto.

Moira lo miró sin entender.

—Mis padres me enseñaron a no aceptar caramelos de extraños —el chico volvió a mirarla divertido.

—Soy Nicanor y como ya no soy un extraño, puedes subirte a si te llevo a tu casa —ella seguía mirándolo evaluativa —Anda, solo quiero ser un buen chico y reparar el error de casi chocarte.

Ella pareció pensarlo, pero él parecía bueno, divertido y era endemoniadamente atractivo.

—Moira —le devolvió a cambio mientras se acercaba.

Él volvió a sonreír y sabía que estaba perdida.

Y para su sorpresa, Nicanor solo la llevó hasta su casa y se despidió con un "Ojalá que el destino nos vuelva a reunir". Moira apoyaba la moción completamente.

Ese mismo día, Agustín la dejaba plantada por hacer el trabajo de Historia con Celeste.

Utilizó esa excusa y se mostró enojada con él para mantener una relación fría/caliente con Agustín, y así guardar en una caja cerrada con candado sus "posibles sentimientos confusos" por su amigo. Pero también, le daba pie para estar cerca y alejar a Celeste de él.

Pero eso trajo sus consecuencias negativas, no estuvo en los momentos que Agustín más la necesitó.

Y fue poco a poco, un día Agustín la llevaría a casa y cuando terminó la clase de Educación de Física, ella lo esperaba en el estacionamiento del colegio, pero apareció la moto de Nicanor y la invitó.

El chico era sexy y no pudo negarse.

"LO SIENTO!!!!! Me fui con las chicas, Jenni tenía una emergencia! Cosas de chicas. Pero vení a las 4 a casa".

¿Cómo decir TE AMO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora