Este capítulo sería una continuación del anterior.
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Pero no fue así. Nada estuvo bien. Helen llegó a los pocos minutos de escuchar a Agustín gritar, su hija le dijo que estaba todo solucionado, que la curita de las Chicas Superpoderosas lo iba a sanar. Pero las madres son sabias, saben mucho más que cualquier otra persona y esta vez no era la excepción. Como cuando quieres salir a jugar y ellas te obligan a ponerte una campera porque hace frío, aceptas a regañadientes porque tú sientes calor, pero a las pocas horas comienza a refrescar y ¡zas! Tu madre tenía razón. Son como brujas adivinas que por suerte, están de nuestro lado.
La herida seguía sangrando y Agustín llorando, en menos de lo que canta un gallo, Helen tenía a los dos niños arriba del auto e iban directo al hospital.
Tres puntos. Eso es lo que le había costado a Agustín la rabieta de Moira. Tres puntos en su rodilla, ese había sido el premio por ganar la guerra de miradas.
-No sé quiénes son los mejores- soltó Moira de repente. Ella no se había separado de él en ningún momento.
La madre de Agustín y la de Moira habían ido a hablar con el médico, mientras ellos dos se habían quedado en la sala de emergencia. Agustín sentado en la cama y Moira a su lado en la silla.
-¿Qué?- soltó sin entender. La herida aún le dolía y tenía la pierna un poco dormida por la anestesia.
-Qué no sé quiénes son los mejores, si las Chicas Superpoderosas o los Power Rangers- dijo muy concentrada, como si lo estuviera analizando en su cabeza.
-¿Y eso por qué? Hasta hace unos minutos estabas muy convencida- dijo sorprendido. Ella sonrió.
-Sip. Pero ellas no pudieron sanarte, en cambio, tú te comportaste como un verdadero Power Ranger.
-¿De qué hablas?- cada vez estaba más desconcertado.
-Fuiste fuerte como uno, tu sangre es roja como otro y ahora el moretón está medio azul o morado ¿también había uno de ese color, no?- inquirió la niña, pero no esperó respuesta- Y lo más importante, no me delataste. Fuiste leal, como ellos- era cierto, Agustín había dicho que se cayó, nunca dijo que Moira lo empujó. De ese modo salvó a su amiga de un castigo.
-¿Estuviste viendo los Power Rangers?- la chica enrojeció y se puso nerviosa.
-Cl- Claro que no- soltó medio indignada. Agustín empezó a reír.
-A mí no me mientas- dijo mientras seguía riéndose y ella comenzaba a enfadarse.
-Intento ser amable contigo y así me tratas- quería desviar el tema. No podía aceptar que se había pasado tardes viéndolos y que incluso, algunas veces se había perdido las Chicas Superpoderosas. Ella solo lo había hecho para saber porque a su amigo le gustaban tanto, nunca diría en voz alta que tal vez, sólo tal vez, eran un poquito mejores.
-Está bien, lo siento- dijo al notar como la chica hacía un pequeño puchero. Al escucharlo, enseguida sonrió.
-Moira es hora de irnos- dijo Helen al entrar- Me alegro que ya estés bien- dijo mirando al niño.
-Gracias por traerme- dijo serio, pero también muy agradecido.
-No es nada cariño- dijo en tono dulce- Creo que si esperábamos a que las Chicas Supernosecuanto, hagan algo, aún seguirías ahí- dijo como broma hacia su hija y los dos rieron.
-¡Superpoderosas!-exclamó indignada- Y no pudieron ayudarlo porque estaban muy ocupadas combatiendo el crimen.
-Como tú digas cielo- era mejor darle la razón- Y ahora despídete, te espero afuera. Tu madre ya viene- dijo hacia Agustín. Él sólo asintió.
-¿No puedo quedarme un rato más?- dijo con cara de niña buena.
-No, debo volver a hacer la cena, ya es tarde. Te espero afuera- y se fue. Moira resopló indignada.
-¡¿Qué le costaba un rato más?!
-Ya Moira, no pasa nada. Mejor ve- dijo él mucho más conciliador.
-Está bien- aceptó- Pero recuerda, que pase lo que pase, tú siempre serás mi Power Ranger- y lo abrazó fuerte, para luego darle un beso en la mejilla y salir corriendo, como cuando haces una travesura y no quieres ser descubierta.
Agustín enrojeció por completo y una sonrisa tonta adornó su rostro.
-Y tú mi Bellota- dijo apenas en un susurro, mientras veía que su madre se acercaba.
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Pues, aquí traigo un nuevo capítulo de esta historia. Espero que les haya gustado!
Gracias a los que leyeron y votaron. Si quieren dejar un comentario, no me voy a enojar jajjaja
Nos vemos la próxima!
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¿Cómo decir TE AMO?
Historia CortaEmpezó por un crayón rojo y ¿cómo terminará? A veces no expresamos lo que sentimos con palabras, tal vez por duda, por vergüenza, por miedo al rechazo... pero sí lo hacemos con actos. Una historia de amor a través de los años. Logros obtenidos: -His...