Confía

2

Narra Max

¿Estan listos para mi historia? Pues ahí vamos...

¿Listos para todo esto? Hay cosas oscuras, claras, ligeras, pesadas, de todo tipo.

Alguien sacude su mano frente a mí, sacándole de mis pensamientos, esa persona es mi esposa.

- ¿Estas bien cariño? Haz estado distante hoy -dijo desde el baño, yo asenti- ¿estas listo para hoy?

- Por supuesto, solo recordaba como llegamos a esto -dije- fueron muchos obstáculos, pero nada ni nadie logrará separarnos..

- Cuidado con esas palabras hijo, eso pensamos hace décadas -dijo la mujer que amo.

- ¿Te viste en un espejo? No lograron separarse por siempre -dije viendo a las dos mujeres de mi vida, algo no esta bien- ¿Y...?

- En casa de unos amigos -dijeron a la vez, como si hubieran practicado.

- Este día me recuerda mucho a todo lo que tuvimos que pasar para llegar hasta acá -dije y me vieron.

- Esa es tu historia -dijo la mujer que amo.

- Asi es cariño, y la debes continuar -dijo mi esposa.
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(Años antes)
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Narra Max

Estaba en casa, siempre en casa, vi como mi papá llego del trabajo temprano, lo siguiente que vi fue entrar a mamá a casa y tan rápido como entro hizo maletas, no podía ver esto, no de nuevo.

- Mami ¿Qué haces? -dijo un niño entrando, ese niño era yo de pequeño, tenia unos seis años a lo mucho.

- Nada mi vida -respondio con su mirada pérdida, evitando que el niño la viera a la cara.

- ¿Qué ocurre? -volvio a insistir el niño, realmente estaba confundido.

- Ire de viaje -dijo- vendre en unos días mi vida, no te preocupes yo... volveré, lo prometo -dijo sollozando.

Lo sabía, el niño sabía que algo malo pasaba, sabía que su mamá no podria estar diciendo que iba a volver y estar llorando cuando lo prometió. Abrazó a su mamá.

- No te vayas mami -el niño empezo a llorar- no me dejes.

La mujer se paro y salio por esa puerta como que nada, no voltio a ver a su hijo. Su hijo la seguía.

- ¡No te vayas mami!¡Llévame contigo!¡No me dejes! -gritaba el niño sin parar viendo como su mamá se subía al carro y se iba con lágrimas en sus ojos.

- Lo siento Max -susurro antes de arrancar e irse para siempre.

- ¡Mami! ¡No lo hagas Mamá! -gritaba sin parar el niño mientras veía el carro de su mamá desaparecer a la distancia, para siempre.

- ¡No lo hagas! -me levante de golpe, estaba en la misma casa, frente a la misma puerta que mamá cruzo por ultima vez.

- ¿Quieres callarte? ¿Ahora porqué gritas? -dijo alguien de muy mal humor a mi lado, el que dice ser mi padre, él era de muy mal humor siempre, con suerte y no me pegaba.

- Recordaba algo -dije frío- a mamá.

- Que no se te ocurra... -dijo desafiante.

- ¿Por qué se fue realmente?¿Se fue por ti verdad?

- No la vuelvas a mencionar ¿te queda claro? -dijo sujetándome del cuello en contra la pared.

- Fuiste tu el culpable ¿no? -lo vi a los ojos- tu le pegaste a mamá ¿lo hiciste?

- ¡No lo hice! ¡Jamás le levanté un dedo! -dijo- eso no fue lo que pasó -dijo volviendo al sofá.

- ¿Qué fue lo que pasó? -pregunte.

- Se fue Max ¡abre los ojos! ¡nos abandonó y no le importó! -dijo a espaldas mías.

- ¿Que fue lo que pasó? Dímelo, tengo que saber.

- ¡Que no Max! ¡No estas listo para saber la verdad! -grito papá.

- ¿No estoy listo yo ó tu Juan? -se voltio y me dio un golpe en la cabeza y me hizo caer, creo que me sangro, no paraba de golpearme.

- ¡Basta ya! -dijo Sammantha saliendo de un lado empujando a papá- ¡No peleen! ¡Esto no es lo que querría mamá! ¡Y tu! ¿Qué miras? ¡Ve por el botiquín papá! Asi es, sé kárate asi que cuidadito con tocar a Max o a mi.

Juan, el que dice ser mi padre, la veía sorprendido y furioso pero fue por el botiquín.

- Como me gustaría que no nos gritara cada vez, o que no te golpeara -dijo viéndome- Max estas sangrando de la nariz.

- Tranquila, me ha hecho cosas peores, me ha quebrado el brazo ¿lo olvidas?

- Lo sé, por eso tome clases de kárate hermanito.

- Oye, no me digas hermanito, tu deberías estar pintando o algo así, yo deberia saber kárate.

- Pues toma clases.

- Mi sensei seria mi hermanita asi que no gracias, ademas ya no es secreto que sabes kárate -me callé porque venía Juan con el botiquín.

- Gracias -dijo Sam tomando el botiquín sin verlo- no pelees más papá, no es sano ni para Max ni para ti.

- Lo sé, lo siento Sam -dijo y se enfureció.

- Conmigo no, habla con Max -dijo y se fue.

Pasamos un rato en silencio. Decidí empezar a hablar yo.

- Es igualita a ti Juan, te felicito -dije fingiendo una sonrisa- aunque menos mandona.

- No le has dicho nada ¿verdad?

- ¿Qué no le he dicho que no soy tu hijo sino tu hijastro, que por eso no me agradas y no nos parecemos en nada?

- Ajá, si, eso.

- No, no se lo he dicho, eso es cosa tuya -dije sin verlo- eso es mejor que se lo digas tú Juan -me pare.

- Es nuestro secreto.

- No, es tú secreto -dije y me fui de allí, no valía la pena seguir con esto.
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(Días después)
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Estabamos en el parque, Sam tenia que venir aqui al menos una vez a la semana, se veía con sus amigos. Sam tenía catorce años, yo tengo dieciocho años. Así es, Sam mi media hermana, la única hermana que tengo va a cumplir quince años, su madre la abandonó de pequeña asi que yo soy responsable de todo de ella.

¿Responsable de todo de ella? Asi es, y todo gracias a Juan, todos estos años, desde que mamá se fue, Juan no ha querido hacer nada, no cocina, no hace limpieza, no va a comprar, no hace nada, solo paga la renta y nada más, Sam ayuda con la limpieza y yo hago toda la comida y limpio la casa las veces que Sam no puede.

¿Responsable de Sam? Así es, Juan ni siquiera ha salido de la casa desde que me quebró el brazo y me llevo al hospital, necesita un GPS para no perderse, Sam ni siquiera va a un colegio desde hace dos años, yo la llevo al parque y al centro comercial, yo la peino, yo hago todo lo que ella necesita, yo soy el único que le da regalos en esta casa, a veces hasta le doy charlas serias de tener novio a esta edad, la llevo a sus clases de kárate y me voy a la casa mientras para ocultar que Sam esta en clases a Juan. Yo soy responsable de organizar su cumpleaños, y para eso necesito a mamá o alguna chica que me ayude ya que no se que hacer en una fiesta de quince años.

Foto de Max al principio del capítulo.

Hola de nuevo! (Bueno, no sé si es un "hola" a todos los que han leído hasta ahora), veo que ya pasaron 5 días y unas 13 personas ya leyeron el primer capítulo, ¡gracias!, nunca pense que tantas personas lo leerían, lo sé, 13 personas no es un numero "grande" sobretodo aquí en wattpad, pero para mí si lo es, ¿porqué? Porque esta es mi historia.

PD: Espero que les guste lo que leen.

Chao!