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Narra Nicolás

Estaba en una junta muy importante de mi padre, así es, estaba en una junta de mi padre, ahora se preguntarán ¿qué hago yo en una junta importante de mi padre? Pues... En resumen Sammantha es muy insistente y sabe convencer porque yo ni en una catástrofe mayor entraría en una junta de gran importancia para mi padre, es más esto que estoy haciendo es prácticamente un delito. Así es, Sam me debe una muy grande.

Unas horas antes.

Estaba en casa solo, siempre solo y no, no estaba en casa de Alana porque ella también estaba en la junta que estaba mi padre este día, esta vez estaba en mi casa temporal por hoy, si, estaba en un hotel de lujo otra vez, mi padre viajo a Colorado y pues aquí me tiene como su perro faldero, digo su hijo. El celular me sonó, debo admitirlo que no quería contestar hasta que vi el numero de Sammantha, si, lo agregué a mis contactos, es una de los pocos contactos que tienen el nombre de la persona.

Le conteste a Sam.

* Hola

- Hola Nico.

* ¿A que debo el honor?

- No empieces, esto es serio.

* Hay, que malhumorada la niña, ¿qué ocurre?

- Necesito tu ayuda o la ayuda de la policía, tu elije.

* ¿Pará qué?

- O tu me ayudas con tu padre o la policía lo hace.

Abrí bien mis ojos.

* Ay no, ¿qué hizo esta vez?

- Van a demoler el parque que esta frente a mi casa para construir y dicen que el señor Collins es el responsable de dicha obra.

* Recorcholis y más recorcholis, esa construcción es el nuevo centro comercial que harán en New York, y justo ahora mi papá anda allá en una reunión sobre dicha construcción.

- Pues haz algo Nico, ese parque es muy especial para todos aquí, es un lugar importante aquí en New York, digo, ¿para que quiere hacer un centro comercial aquí en Central Park?

* ¿Según tu donde estoy?

- En otra ciudad creo, pero debes ir donde tu padre y detenerlo porque sino la policía lo hará, estoy desesperada Nico...

* Ya mismo voy para allá, cualquier cosa llama y vigila bien ese parque mientras llego.

- Lo vigilarse como un alcon.

Colgué y busque la dirección y el dinero que me dejó papá y las llaves, que bien que tome clases de conducir, aunque claro, debía hacerlo rápido.

En la actualidad.

Estaba bajando del avión, que suerte que el jet es para mi en caso de emergencia y que prácticamente soy el dueño. Estaba de camino a la limosina que me llevaría al edificio donde estaba mi padre, mi padre no sabía que estaba llendo justo para allá, según el estaba en Colorado en una fiesta o en algún spa.

En vez de eso estaba justo frente a su edificio, eran exactamente las ocho de la mañana, no había podido dormir ya que el vuelo fue en la noche y digamos que soy nocturno.

Revisé mi atuendo, andaba un traje puesto, no era de esos trajes que ocupan los hombres para ir a un evento importante o a un cementerio sino un traje de oficina que, para los pobres era de mejor calidad y se veía bien, pero para mí padre esto era más que un simple uniforme ya que esta ropa usaba siempre por eso me vestí así hoy.

Respire ondo y le ordene a mi asistente que abriera las puertas que tenía que entrar a esa junta, cuando las puertas se abrieron todos los de ahí me volvieron a ver, eso no me afectaba en nada, sino fue la reacción del tipo parado dando la conferencia mi padre que al girar y verme pude ver una serenidad en su cara, una serenidad preocupante debo admitir.

Mi padre se disculpo con todos y salió a hablar conmigo, yo por otro lado entre en la habitación haciendo caso omiso a mi padre que era el jefe en todo esto. Me pare en medio de la sala y me aclare la voz antes de hablar.

- Muy buenos días estimados, hoy les vengo a decir de que Central Park es un parque muy conocido e importante en New York, quien sea que lo vaya a destruir es un completo idiota, si ustedes lo hacen es porque son idiotas, ¿quieren que el mundo los reconozca como los idiotas que destruyeron una de las maravillas de Estados Unidos o como lo que realmente son, los superiores de Estados Unidos? -todo mundo estaba pensando y al final aplaudieron- no le demos al mundo lo que quiere, el mundo busca gente brillante que cometa grandes idioteces y eso no se lo vamos a permitir ¿o si? -nadie dijo nada- he dicho: no lo vamos a permitir ¿o si?

Mucha gente empezó a decir no y a aplaudir, y fue ahí que vi a Alana y a Cristina. Mi padre me tomó del brazo y me sacó de la habitación, cuando salimos cubrió su boca y luego me aplaudió. Y dijo las cinco palabras que siempre quice que me dijera.

- Estoy orgulloso de ti hijo.

Y claro que yo sonreí aunque eso duró pocos segundos.

- ¿Qué haces aquí en vez de Colorado?

- Eh bueno... Estaba investigando un poco y pues... Vi que Central Park, el parque que por algún motivo quieres destruir es uno de los 100 lugares más importantes de Estados Unidos y pues...

- ¿Una chica te lo dijo? Vamos, es evidente que alguien te ha convencido a hacer esto y ese alguien es una chica, me la vas a tener que presentar algún día...

- ¿Quién te dijo que de una chica se trata papá? -dije sonrojandome un poco.

- Somos los Collins, las chicas son nuestra debilidad evitable, digo mírame a mi, por tu abuela y madre me convertí en un hombre importante.

Narra Jack

Fui al parque solo porque Sam me lo pidió, todo se veía deprimente, iban a destruir el parque y con el parque nuestro preciado árbol de la amistad y no había nada de hacer, yo no podía hacer nada para evitarlo. Al llegar y ver lo que por mucho tiempo fue mi mayor pesadilla, la vi estaba ahí junto con mucha gente y un sujeto trajeado con hombres a su alrededor y un chico con traje que se parecía mucho a él.

Sam se veía muy bien, no sé cómo estuve a punto de romper nuestra amistad por un simple romance de verano, fui tan ciego, Sam es mi mejor amiga y nunca será nada más que eso.

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