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Narra Alex

Pasamos en silencio un rato, bueno, yo pase en silencio un rato hasta que Henry habló.

- Mira Ale, no pienso hacerte daño -dijo calmado como si le hablara a una niña, bueno técnicamente eso es lo que soy a su par- así que podemos hablar de lo que quieras, como dice el dicho: lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas, lo que tu me cuentes a mi solo yo lo voy a saber, seré un amigo más solo que más grande pero seré un amigo más del montón que me imagino que tienes a diferencia de mi que solo... -se callo de inmediato y se veía triste.

- ¿Estas bien Henry? ¿Qué pasó? -no pude evitar preguntar sobre lo que había notado.

- Tenía dos amigos, ahora solo uno a parte de ti y es mi primo -dijo triste- el que se llamaba mi amigo se quedó con mi ex esposa y yo los atrape y por eso nos separamos, ahora él está con mi esposa y yo estoy solo y desempleado por su culpa, era mi jefe y digamos que falte muchos días por depresión y cuando llegue solo llegue a renunciar, y pues mis hijos... Uno tiene 25 y el otro tiene 28, no me hablan, se fueron con su mamá y vaya cosa yo no le hablo a ella.

- Oh -no sé qué decir así que opte por cambiar de tema- ¿y de que trabajabas?

- Era el jefe de publicidad de la empresa de él, no ganaba mucho y no me gustaba trabajar de eso.

- ¿Y que es lo que te gustaria hacer?

- Ser aventurero, me gustaría tener aventuras en otros países pero como estoy desempleado no me puedo ni tan siquiera mudar a otra ciudad.

- Tranquilo Henry, ya llegará el momento, solo disfruta mientras puedas -le sonreí honestamente- algún día podrás viajar a donde no creas que puedas, todo depende si de verdad te esfuerzas para lograrlo, pero que vas a viajar vas a viajar, mira, ahora viajaste, vienes de Dallas y ahora estás aquí en New York -dije- y quizás así viajes de nuevo.

- Soy muy pobre...

- ¿Y quien dice que hay que ser ricos para viajar? Mirate, dices ser muy pobre y has viajado hasta aquí por conocerme, quizás pronto viajes de nuevo a la tienda de la esquina aunque sea -dije bromeando un poco- mira Henry, se me hace tarde ¿ok? Debo volver a mi casa.

- De acuerdo, fue un gusto Ale -dijo estrechando mi mano.

- El gusto fue mío -dije y me fui. Henry empieza a agradarme, es como el tío que nunca tuve.

Narra Max

Llegamos a casa ese día en la noche, recuerdo que mamá seguía desmayada y la acostamos en el sofá, yo me quedé viendola hasta que despertó.

- ¿Qué...? -dijo viendo todo mientras sus ojos se cristalizaban y se veía una pequeña sonrisa, me vio- ¿no es un sueño, verdad Max, esto es real?

- Si mamá, es real -dije sonriendo triste de verla así, no sabía que sufría tanto, pensé que se había ido con otro.

- No es un sueño -susurro mientras sollozaba de felicidad, viendo todo- todo esta igual.

- Sin ti nada lo es -dijo papá apareciendo- te extrañabamos mucho -dijo.

- Lo sé, jamás debí irme -dijo limpiando sus lágrimas.

Abrí la boca para preguntar pero sabía que eso iba a ser muy pesado de mi parte hacerlo justo en ese momento, así que no dije nada hasta la hora de la cena. Ese día nos llevó Alejandro a la casa y luego fue a comprar la comida y vino a cenar con nosotros.

- Hola -dijo Alejandro entrando en la cocina, solo estaba mamá ahí, yo estaba en la sala y entre a la cocina al oírlo entrar- les traje la co... -llegue a la cocina y vi que Alejandro estaba frente a mamá, se notaba la tensión.

- Hola -dijo ella, estaba medio confundida pero cuando me puse a la par de Alejandro ella entendio que ya no somos perfectos desconocidos- ¿Qué tal Erika?

- Flaca, como siempre -dijo haciendo una mueca- tía...

- No lo soy -dijo rápido- no me llames así, yo no soy ninguna Campos -dijo el apellido con indiferencia.

Dijo y todos guardamos silencio, esto era incómodo, nos sentamos todos a cenar pizza y mamá habló.

- Max, Juan, agradezco que no me presionaran a hablar pero debo hacerlo, Jay Jay gracias por estar aquí -dijo sonriendo, tomó agua y respiro profundo- yo no soy Cristina Campos, yo era una niña, vivía en el campo si, pero luego descubrimos un gran secreto mi madre, mi hermana y yo... Nosotras éramos importantes en ese campo, éramos las herederas de todo un imperio -río un poco- más bien era un terreno enorme y era todo nuestro, aunque ignorabamos -se puso seria- y de la nada una mujer caza fortunas llegó y nos engaño, nos dijo que nos daría todo eso y más si la seguíamos, luego de unos días ella secuestro a mi mamá y a mi hermana, yo era muy pequeña para entender y hubo una niña un poco menor que yo que me cuido, esa niña se hizo mi hermana y la mujer caza fortunas me hizo ser su hija, esa mujer es Alana Campos y esa niña es Erika Campos -dijo- pero hubo alguien que sabe esa historia y que me pasó cuidando mucho tiempo también, ellos son los Collins. Mi nombre real es Cristina Cruz y mi madre se llama Marina Cruz, mi hermana es Danielle Cruz -dijo ella y tomó más agua- supongo que ya saben el resto de la historia -dijo viéndonos- bueno, me voy a dormir -dijo y se levanto y se fue.

- Okay.... -dije cuando ella se fue- ¿estan pensando lo mismo que yo?

- ¿En qué hay suficiente evidencia para meter presa a Alana Campos?

- ¿En que mi abuela está loca y debería pagar por sus actos?

Dijeron Juan y Alejandro al mismo tiempo.

- Si y si -dije y reí un poco con lo último- ¿Quién diría que a medio año de ser legal, estaría tramando lo que fuera para meter a la cárcel a mi abuela por lastimar y arruinar la vida de mi mamá? -dije susurrando para mi mismo, aunque obviamente me podían oír.

- No te preocupes Max, no es la primera vez que algo así pasa en la familia -dijo Alejandro después de darme una palmada en el brazo- yo quería meter preso a mi padrastro solo por no decirme la verdad desde el principio -lo vi raro y sonrio- es broma Max, pero en serio, cualquiera piensa eso aunque sea un poco en su vida, ya sabes todo empieza con un ¿Qué pasaría si...? Créeme, es mejor pensar bien las cosas cuando estas enojado o algo te tiene inquieto, así las cosas no te salen mal, descansa hermano -me dio una palmada y salió de la cocina, se quedó a dormir con nosotros por hoy.

Bueno, eso fue lo que pasó ese día, claro desde entonces Alejandro viene de vez en cuando, una vez se quedó con nosotros una semana entera, lo sé es genial tener una buena comunicación con tu hermano mayor, al principio me parecía extraño, pero descubrí que somos idénticos en muchas cosas, como si fuéramos gemelos aunque él es mayor que yo por casi cinco años, nos queremos igual.

Holaaa, lo prometido aquí está, pronto publicaré más :)

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