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Narra Sam

Estaba bien, solo tenía vergüenza. Había oído todo, estaba consciente de todo... solo no podía moverme ni abrir mis ojos ni hablar.

Pase así por horas, recuerdo haberme desmayado, sentí que se paraba mi corazón y casi moría pero también sentí que Alex me inyecto algo, que me movieron a una camilla y que estaban conmigo, rodeandome. Supe que Alex y Max casi discuten por saber quién se iba a dormir y quien me cuidaría y obvio que gano Alex, tambien supe que Erika intento echar a mis amigos pero ellos se negaron tal y como habría hecho yo. Y también supe que Jack se iba cuando nadie veía. Intente decirle que se quedara pero aún así se fue y fue amenazado por la tía Erika.

Yo no queria que Jack se fuera... lo quería aquí conmigo, como en los viejos tiempos. Echaba de menos a mi mejor amigo. Y sabía que era hora de hacer algo. Pero también sabía que sería muy complicado, o más bien imposible volver a estar como antes. Yo cambie y Jack también lo hizo.

Estaba cansada de todo este drama, desde que me mude había sido todo tan... Intenso, complicado y duro. No sabía que hora era pero sabia que tenía que dormir, había pasado tantas horas consciente de todo a mi alrededor que tenía muchas cosas en la cabeza y estaba cansada, me dormí finalmente.

(#)

Había despertado de nuevo, pero esta vez sentía mis parpados pesados. Sin embargo, poco a poco pude mover los dedos de mi mano.

- ¿Sam? -escuche susurrar a Tyler- ¡Sam! Chicos Sam se mueve! -dijo feliz y escuche unos quejidos de fondo, quizás seguían dormidos y Jack los desperto, eso me hizo sonreír un poco.

Abrí los ojos poco a poco pero los tuve que cerrar para acostumbrarme a la luz. Puse mi mano frente a mi cara para no ver toda esta luz, y vi un poco a todos, pero no estaba Jack y eso me puso un poco triste.

De inmediato todos notaron que algo no estaba bien.

- ¿Estás bien Sam? -dijeron todos casi al mismo tiempo, yo solo asenti y sonreí un poco.

- Estoy viva después de todo, chicos nunca los dejaré y lo oí todo -dije tratando de sonar bien- se preocuparon mucho, diganme ¿Qué me pasó?

- ¿No recuerdas? -pregunto Alex preocupada mientras mamá me tocaba la frente tratando de medir mi temperatura sin un termómetro, yo estaba confundida y un poco asustada de como estaban actuando todos, Raquel me vio y pude distinguir esa mirada que dice "tenemos que hablar después" al poco rato llego Max y al verme me abrazo y me levanto un poco del suelo mientras me abrazaba, luego me soltó.

- Muy bien, ¿Qué les está pasando? -dije yo a puntonde explotar- ¿Porqué no me dicen nada? -dije enojada viéndolos, no me dicen que pasó ¿porque debería de estar feliz de tanta atención y preocupación si sé que no me van a decir lo que me paso.

- ¿Estás bien Sam? -dijo Raquel tomando mis manos.

- Si, estoy perfectamente bien -dije yo sin calmarme- pero no lo estaré si me siguen ocultando cosas.

- No pasó nada grave -dijo mamá, yo ni la vi cuando hablo.

- No necesito que me mientan -susurre sin verla- necesito saber la verdad.

- Pero.... -dijo mamá tratando de detenerme, yo me aleje.

- ¡No! -grite, tengo los ojos cristalizados y la voz me tiembla- no quiero más mentiras, si siempre me ibas a estar mintiendo ojalá nunca me hubiera topado contigo -dije y me fui corriendo.

- ¡Sam! -escuche que grito mamá, lo siento mamá pero esa es la verdad.

Narra Jack

Me fui ayer en la noche, es posible que en la madrugada, sea como sea ya es un nuevo día. Un nuevo día en el que no debo pensar en estar con Sam.

Me fui en tren ya que no tenía ganas de manejar y tampoco es que tuviera auto. Llegue a Florida, era el único lugar al que se me ocurría irme. Llegue a un café. Ahí me quede toda la mañana. Estaba tranquilo, me gustaba estar solo pero no en estas circunstancias. Llego una chica y me abrazo de la nada, yo me levante sorprendido.

- ¿Mia? -pregunte curioso, ¿porqué estaba aquí? ¿me había seguido?

- ¿Estás bien? -dijo Mia ignorando mi cara de susto y curiosidad- te dije que no fueras a verla, ella solo te va a herir, ella no tiene ojos para ti. Lo siento -dijo y me sobo el hombro, yo me relajé y me senté.

- ¿Como sabías que estaba aquí? -pregunté, estaba más tranquilo que hace rato que apareció.

- Jay Jay te vio irte y se preocupo así que le llamó a Sebas y Sebas me llamo a mi -dijo- pero nunca supe que estarias aquí, solo entre y te vi.

- ¿Qué haces aquí en Florida?

- Aquí vivo, o al menos en esta zona me gusta venir a comer -sonrio y yo sonreí.

- ¿Admites que me seguiste desde saber donde? -dije bromeando.

- Ya quisieras -dijo ella cruzandose de brazos y haciendose la indignada, aunque bromeando siempre, yo me reí, era graciosa- no te seguiré siempre.

- Ah, ¿y cuando me seguiste entonces? -pregunte bromeando.

- Cuando fuiste a ver a Sam -dijo ya sin bromear, yo me tense al oír su nombre- ella no es buena para ti Jack -susurro- para eso estoy yo aquí -bromeo, yo sonreí sin ganas.

- ¿Te preocupo? -pregunte sincero.

- Claro que me preocupas Jack -dijo Mia casual- por eso quiero que sepas, que aunque te guste alguien más yo siempre estaré aquí para ti -su mano tomo la mía. Y ahí mis alarmas se activaron, no sabía que hacer, si soltarme o dejarlo pasar, no quería ser maleducado, así que lo deje pasar.

Mia me estaba viendo a los ojos, esto era incómodo, me estaba poniendo nervioso su cercanía.

- Me tengo que ir -dije y me levante rápido.

- Te vez cansado Jack, ¿porqué no te quedas un rato más?

- Porque... -no se me ocurria una mentira- me voy a ver con un amigo. Y debo descansar antes -eso ultimo era verdad.

- Puedes ir a descansar a mi departamento, yo iré a clases -dijo viendo su reloj.

- Claro -dije pensando en que no tenía otro lugar- eres una gran amiga Mia -sonreí mientras la vi sonreír.

- Ya sabes -dijo riendo- bueno, te llevo sino te perderas en este lugar, es diferente que Nueva York y de San Francisco, en lo personal me gusta más aquí, aquí puedo ser yo misma -dijo y suspiro viendome, hablo de muchas cosas ya estabamos en el parqueo- ¿crees que estoy hablando mucho? A veces hablo mucho -dijo nerviosa y vio abajo, pude ver que se sonrojo.

Yo sonreí, Mia daba risa y era tierna, era una buena amiga.

Bromee un poco.

- Oh, claro pura guacamaya -reí un poco al ver su reacción, se había sonrojado más y había abierto mucho los ojos mientras me veía.

- De hecho muchos dicen que pura lorita -dijo después de unos segundos haciendo una mueca graciosa yo no podía dejar de reír.

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