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Continuación

Narra Alex

Nos estabamos besando y todo iba realmente bien hasta que nos separamos de golpe, ¿por falta de aire?, no, no fue por eso principalmente, fue más dramático el asunto, ¿recuerdan que estamos en medio de un bosque gigante en San Francisco y que yo soy la unica chica aquí y de ahi solo estan Mike, Thomás y Max, y que Max me esta besando justo ahora y que los demás estan dormidos? Si, pues, hay una tormenta y es media noche o más y sip, una mujer grito. ¡Una mujer grito desde afuera de la casa! ¡En medio del bosque bajo una tormenta a media noche! ¿Ya pueden sentir mi miedo?

- ¿Max, oíste eso? -susurre separándome asustada.

- No, ¿que pasó? -estaba confundido de verdad- ¿que pasó Alex?

- Pues...

- ¡Ayuda! -grito una mujer desde afuera y abrace a Max, tenia miedo.

- ¿Eso fue...? -tartamudeo Max.

- Si -dije rápido.

- ¿Que hacemos?

- ¿Que hacemos? Pues ayudarla Max -dije titubeando un poco.

- Es peligroso...

- Necesita ayuda -dije seria.

- Es peligroso...

- Y por eso iré yo -dije y me di la vuelta.

- Es peligroso, por eso ire yo nada más -dijo Max.

- Esta bien -dije dándome por vencida- te espero, toma -le di una lámpara y una chaqueta.

- Llevaré esto -dijo tomando un bate de baseball- es por seguridad, no es que tenga miedo.

- Si, claro -señale con sarcasmo.

Salio y yo salí detrás de él ya de que "una mujer no debe andar afuera en estas condiciones", pues he ahí el problema ¿okay?, hay una mujer afuera, ¿como lo sé?, fue una chica la que grito hace ratos, ¿lo que me inquieta?, ha parado de gritar.

Me puse una capa impermeable que fue por suerte la que me traje y salí con una linterna, no necesitaba un bate de baseball para salvar a una mujer de la lluvia y de perderse por aquí, yo había caminado por este bosque y lo unico peligroso es que habían rocas y raíces, de los árboles de alrededor, salidas de la tierra. Lo más que iba a pasarle era caerse y golpearse el pie o la cabeza. Por eso salí.

La vi a lo lejos, Max estaba más lejos creo que no me ha visto salir. Era una chica, LO SABÍA, estaba empapada, tenía una capa larga, tal vez una sudadera grande, era bajita y rubia, estaba cojeando y se veía enferma. Me apresure a llegar. 

- ¿Estás bien, chica? -dije cuando llegue, ella solo me vio y me abrazo antes de caer, estaba muy débil- te ayudo, te llevaré a la casa.

Ella se quejaba de dolor y tocaba su estómago, esto esta mal.

- Soy doctora, te voy a chequear al llegar adentro -dije poniendo su brazo alrededor de mi hombro y cargando su peso de lado- ¡Max! -le grite y nos punto con la lámpara- ¡Ayúdanos!

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