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—Taeyong —le llamó y el pelirrojo se giró, dándole una calada a su cigarrillo—. No te atrevas a echarme de nuevo el humo en el rostro, si eso es lo que pretendes hacer.

El mayor soltó el humo hacia un lado y le miró con un rostro serio, pero justo en ese momento, YoonOh se dio cuenta de que más que serio, su rostro estaba plagado de tristeza y todo era su culpa. ¿Qué había pensado cuando aceptó besar a Doyoung? ¿Por qué mierda seguía dejándose llevar por esos estúpidos arrebatos de niño inmaduro?

—Ya voy a terminar —avisó Taeyong, creyendo que YoonOh le había buscado por culpa de su cigarrillo. Era eso, ¿no? Él ya le había demostrado lo poco que le había importado su confesión al haber besado a su ex novio. Aunque bien era su culpa, el viernes lo había evitado todo el día por lo ocurrido con Doyoung, básicamente había permitido que él se acercara a ese chico y se suponía que eso era lo que debía suceder, pero, ¿por qué estaba queriendo ser egoísta? ¿Por qué YoonOh le daba alas y luego se las cortaba?

YoonOh suspiró fuertemente y no lo dejó girarse cuando Taeyong quiso regresar a su posición. Ambos se miraron fijamente y Taeyong no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.

—¿La semana pasada me consolaste sólo para que olvidara mi venganza? —preguntó con dolor ya que efectivamente durante esa semana había olvidado lo mucho que deseaba asesinar a ese hombre—. Me besaste y dijiste todas esas cosas sólo porque sentiste pena por mí —añadió y el menor le miró impactado por sus conclusiones.

—¿Acaso escuchas lo que estás diciendo? —soltó YoonOh con el ceño fruncido—. Tú eres el que me alejó sin una explicación.

—Yo no... —musitó.

—Perdóname, Taeyong —dijo prontamente—, sé que fui un idiota al besarlo, pero todo fue porque estaba molesto al ver cómo aceptabas unirte al juego tan fácilmente.

—Lo hice sin pensarlo.

—Y también me lastimaste —atribuyó.

—Yo no fui el que besó a alguien más antes —le miró indignado—, ¡y justo era Doyoung!

—Besaste a mi mejor amigo —inició—, da igual si fue después de que yo lo hice, pero como tú aceptaste el juego, lo hubieses hecho antes de que mi turno llegara.

—También estaba enfadado por tu acercamiento con Doyoung, él fue quien te consoló, lo dejaste permanecer a tu lado, ¡¿qué esperas?! ¡He tenido que verlos de la misma forma por muchos años! ¡¿Por qué debe seguir siendo así ahora que al fin creía que iba a ser correspondido por ti?! —Taeyong se odió por ser incapaz de detenerse, aquellas palabras no debían salir de él nunca, sin embargo, se habían escapado, sin darle tiempo de retenerlas.

—Te he dicho que ya no siento nada por él, ahora estoy interesado en ti, quiero salir contigo, que seamos novios sin que estés pensando que vas a lastimar a mi ex pareja sólo porque es tu amigo.

—Él estuvo primero —intentó corregirse, sintiéndose patético e incomprensible.

—¿Por eso me evitaste el viernes? ¿Doyoung te dijo algo? —preguntó YoonOh con una mirada seria.

—El viernes dijiste que no querías saberlo.

—Ya no es viernes, dime, ¿qué ocurrió? —requirió saber y Taeyong sólo negó con la cabeza y entró al cuarto—. ¡Taeyong! —el menor cerró la puerta tras él y lo obligó a sentarse en la cama cuando vio que el pelirrojo comenzaba a envolverse entre las sábanas.

Taeyong se mantuvo cabizbajo por un momento hasta que comenzó a susurrar:

—Él vio el mensaje que me enviaste, el de la cita y... —quitó su mirada, pero el otro lo obligó a mirarle.

Alterato [LuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora