Alterato [LuWoo]

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Taeil miró su teléfono móvil y luego la ventana de aquel cuarto, notando cómo la lluvia caía sin compasión y el viento movía de un lado a otro los árboles que había en el exterior como si quisiese arrancarlos de raíz. El día se veía mucho más oscuro de lo que debía ser, asegurándole que estaba al tanto de lo que sucedía en ese momento.

—Llama ahora —exigió Chittaphon, el cual estaba sentado en un gran sillón.

—Al mal paso darle prisa —musitó Taeil llamando a su tía. Minyoung le contestó de inmediato—. Tía —dijo suavemente.

—Oh, ¿ya están en casa? —preguntó ella, Taeil percibió su emoción.

—No.

—¿Sucedió algo?

—Sí, esto... va a lastimarte, pero, créeme, no pude evitarlo —aseguró.

—¿A qué te refieres?

—Cuando recogí a Jungwoo, me pidió que lo llevara a la terminal de buses —comenzó—. No entendía por qué y cuando llegamos... tomó la maleta y me dijo que te agradeciera por todo, que sabía lo mucho que le querías pero que él no podía vivir al lado de la familia que sufrió por culpa de su padre —aprovechó el silencio de aquella mujer para seguir añadiendo credibilidad a sus despiadadas mentiras—. No planea regresar, tía, me pidió que no lo buscáramos, que quiere rehacer su vida lejos de todos.

Un sollozo se escuchó al otro lado de la línea y Taeil continuó mirando los árboles, sintiendo que él era el viento y su tía un árbol, toda una víctima suya.

Minyoung y toda su familia lo eran.

—Tía.

—I-iré a la terminal, aún no debe haber tomado el bus, voy a convencerlo... —Taeil la interrumpió.

—No llegarás a tiempo, vi que tenía el ticket para las cinco treinta —aseguró, sabiendo que ya eran casi las seis—, no logré ver hacia qué lugar se dirigía, lo siento demasiado, tía Min.

Taeil permaneció en silencio escuchándola llorar y decir cosas que no podía entender, continuando de la misma forma por unos cuantos minutos hasta decidirse a hablar.

—Desearía ir a consolarte, tía, pero sé que Yukhei y YoonOh van a volverse locos, van a acusarme y no van a entender que Jungwoo estaba sufriendo, no podemos obligarlo a estar a nuestro lado —añadió—. Así que perdóname con antelación si tardo en regresar a tu casa, diles a ellos que eviten ir a mi apartamento, no van a encontrarme, y el consultorio... voy a dejarlo a cargo de alguien más.

—No es tu culpa, estás haciendo todo esto porque crees que es tu culpa, ellos no van a actu...

—Lo siento, de verdad lo siento, tía Min, adiós.

Taeil colgó la llamada y luego miró de inmediato hacia su izquierda donde un hombre comenzó a aplaudir hasta llegar a él y palmear su espalda.

—Qué bueno eres mintiendo, Moon —felicitó—. Lograste agradarme un poco.

Taeil asintió sin enseñarle algún gesto, mirando nuevamente la pantalla de su teléfono que se iluminaba con una nueva llamada de su tía, la misma que silenció de inmediato.

—Bien, nuestro trabajo de hoy ha terminado. Es hora de la fiesta —comentó el hombre dispuesto a salir del cuarto hasta que Chittaphon habló sin moverse un ápice de su sillón.

—Pete —llamó y el hombre retrocedió unos cuantos pasos para mirarlo con una amplia sonrisa—. ¿Sí, señor Ten? —ironizó.

—Pídeles que seden a Jungwoo cuando despierte.