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Seúl. Martes 15 de octubre de 2019.

Yukhei dejó de transcribir los apuntes que Jeno había estado enviándole todo el tiempo al teléfono móvil y sacudió su mano por lo mucho que le dolía. Aquella mañana había despertado con Jungwoo entre sus brazos, viéndole dormir tan tranquilamente que se arrepintió por tenerle que despertar para que tomara un desayuno liviano y su medicina. Jungwoo se quejó y se pegó mucho a él, escondiendo su cabeza en su pecho mientras Minyoung insistía en que debía levantarse sólo un momento y luego podría seguir durmiendo, puesto que sus medicamentos también le causarían sueño.

No pudo abrazarlo y protegerlo más de Minyoung cuando ella consiguió hacerle ponerse de pie, cumplir con lo que necesitaba y dejarlo nuevamente en la cama para finalmente marcharse. Yukhei le acompañó de nuevo hasta que se durmió, luego de ello terminó sumido en aquella tarea horripilante. Mark dejó caer su cabeza sobre la mesa y también se quejó antes de posar su mirada sobre YoonOh, que no permitía que ese par de chicos le perturbaran su momento de estudio. Minyoung les había pedido a los tres que se pusieran al día con la universidad, debían continuar con sus vidas y también cuidar de Jungwoo, por lo que decidieron que a partir del día siguiente se turnarían para quedarse con él el tiempo que Jungwoo deseara permanecer en casa antes de retomar la universidad, ya que Minyoung no estaba dispuesta a permitir que sólo Lucas sacrificara sus estudios a pesar de que a éste no le importaba.

Mark y YoonOh debían regresar a la universidad al día siguiente y la cantidad de temas vistos había excedido sus límites por lo que se habían encerrado en la biblioteca de la casa desde temprano en la mañana, obligando a Yukhei para que también lo hiciera porque sabían que al día siguiente aquel chico no tendría tiempo para hacerlo.

—Iré a la cocina, ¿quieren algo? —inquirió Lucas.

—Quiero que esto termine —se quejó Mark.

Yukhei se rio y salió por el pasillo silbando hasta que abrió demasiado sus ojos al ver a Jungwoo. El rubio estaba sentado sobre el sofá de la sala con sus piernas cruzadas y su mirada enfocada sobre un jarrón que había en la mesa del centro, lleno de coloridas flores. No traía puesta su pijama sino una ropa casual, haciéndole pensar a Yukhei que llevaba mucho tiempo despierto, y sintiéndose mal al haber creído que ese día Jungwoo dormiría un poco más por la medicina para la gripe que había tomado luego del almuerzo.

—Jungjung —le llamó cariñosamente, pero Jungwoo no le escuchó, así que Lucas terminó tocando su hombro, sacándolo rápidamente de su trance para mirarlo asustado—. Lo siento, mi vida, no quería asustarte. ¿Por qué no fuiste a la biblioteca? Te dije que estaríamos allí.

Jungwoo negó con la cabeza y le sonrió.

—No quería molestarlos —avisó pues los había buscado, notando lo concentrados que estaban.

—¿Quieres que te prepare algo? Son casi las cuatro —comentó.

Jungwoo negó con la cabeza y volvió a mirar las flores al saber que a su madre no le gustaba comprar flores cortadas para decorar la casa y prefería plantarlas en el jardín.

—Oh, un hombre se las envío a tía Min —le contó, sentándose a su lado con una mirada traviesa—. No ha querido decirnos nada, pero él viene casi todos los días a saludarla, nunca entra, las ventanas de su auto están tintadas, así que no hemos podido identificarlo.

Jungwoo le miró extrañado, sin poder creer lo que decía.

—Tal vez es...

—Lo que sea, vamos a interrogarlo cuando llegue el momento oportuno —aseguró Yukhei, consiguiendo que su novio se riera y al final terminara tosiendo y recostándose en el hombro de él por el malestar de su resfriado.

Alterato [LuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora