Alterato [LuWoo]

Ӽ-76

Xiaojun abrió los ojos cuando sintió un toque en su espalda, intentó recordar dónde estaba al sentirse aún demasiado adormilado, buscando enfocar algo conciso por un momento. Gracias a la luz que entraba por una ventana pudo ver a Yangyang, el cual dormía envolviéndolo posesivamente entre sus brazos, tal y como había hecho cuando se habían acostado a dormir. La noche había sido larga y estuvieron viendo unos cuantos videos estúpidos en YouTube y hablando sobre lo que fue su vida en China antes de regresar a vivir a Estados Unidos. Xiaojun debía admitir que se había reído hasta que su estómago dolió al escuchar cada comentario mordaz de Yangyang hacia Johnny cuando él mencionaba lo mucho que le apreciaba, algo que no le sucedía desde hacía mucho tiempo.

—Xiaojun, ¿estás despierto? —escuchó una voz tras él y se dio cuenta de que realmente alguien le había tocado. Encontró a Victoria mirándolo con inseguridad desde un extremo de esa gran cama.

Se había asombrado cuando subió las escaleras de la habitación de Yangyang y encontró un espacio amplio con un piso de madera. Allí había una cama en la que cabía él cuatro veces, otro televisor con un sofá-cama al frente y un ordenador con tres pantallas y todo lo necesario para cualquier gamer, éste último estaba al lado de una puerta corrediza que llevaba a otra terraza que conectaba con escalones la de abajo y en la cual tenía un magnífico telescopio donde pudieron ver las estrellas una hora antes de dormir.

—¿Puedes acompañarme un momento? —inquirió Victoria y Xiaojun asintió, logrando separarse de Yangyang luego de muchos intentos.

Miró la hora en su teléfono móvil cuando lo tomó de la mesa auxiliar, haciendo una mueca al ver que eran las tres de la mañana y que su hermano le había estado llamando a eso de las nueve de la noche con extrema insistencia. No se preocupó cuando revisó la vista previa de su WhatsApp y encontró mensajes de Johnny exigiéndole saber qué hacía en casa de Yangyang, luego pensaría en ello.

Tampoco le preguntó a la mujer hacia dónde se dirigían, a decir verdad, aún no podía procesar bien qué ocurría y se dio cuenta de que estaba en el estudio de ella cuando terminó sentado en un sofá rosa frente a un sillón del mismo color. Aquel lugar era mágico y le permitió saber que aquella mujer era la dueña de una famosa marca de ropa femenina que incluso había visto a su madre vestir. No pudo enfocar su vista en nada alrededor suyo, puesto que el estudio estaba tenuemente iluminado por una lámpara que había en un rincón pero que le permitía ver a la perfección el rostro preocupado de Victoria.

—Perdóname por despertarte y traerte hasta aquí a esta hora —inició—, la verdad es que no podía dormir.

Xiaojun negó con su rostro aún adormilado y le sonrió.

—No se preocupe, señora Victoria —su voz salió rasposa y trató de retener un bostezo en su boca. Reacomodándose en el sofá cuando la mujer pasó un largo rato mirándolo en silencio y con sus ojos repletos de lágrimas—. ¿Por qué no podía dormir? —preguntó, sintiendo que poco a poco su aturdimiento por el sueño iba desapareciendo y comenzaba a darse cuenta de lo extraña que era la situación.

—¿Por qué eres amigo de Yangyang?

Aquella pregunta lo hizo sentirse desorientado y fruncir el ceño.

—Sé que eres amigo de Jaemin y por esa razón conociste a mi hijo, sin embargo, creíamos que él había arruinado el auto de tu hermano porque tenía problemas contigo. Estamos acostumbrados a resolver sus problemas, pero no es usual que él nos diga que tiene un nuevo amigo y lo traiga a casa, por esa razón no pudimos viajar a Berlín, fue una situación que nos tomó por sorpresa porque Yangyang no ha traído nadie a casa a parte de Jisung, Renjun y Chenle.

—Yangyang y yo tuvimos un par de problemas al inicio —admitió—, pero no es nada que no pudimos resolver —aclaró.

—Él es... bastante amable contigo —dijo lentamente— y... para nosotros es algo... nuevo.