Parte 13.

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Anoche Eric llegó ebrio. Era la primera vez que sucedía, así que no supe cómo reaccionar, me asusté porque balbuceaba muchas cosas y se molestaba cada vez que le decía ''¿qué?'' a cada cosa que no le entendía. Me lo hizo en el sofá. No fue para nada cariñoso como las otras veces, las otras veces me decía apodos como ''bebé'', ''preciosa'' o ''pequeña''. Anoche me llamó ''putita'' mientras me ahorcaba y me penetraba con fuerza. Todavía no se me han quitado las marcas de sus dedos en mi cuello, ni sus palmas en mi trasero, ni sus dedos marcados en mis hombros cuando me forzaba a hacerle orales. Me lastimó mucho su pene, gemía, era un dolor cercano a cuando me había desvirgado. Cuando se corrió dentro de mí, se quedó dormido encima de mí, o tal vez se desmayó, no lo sé. Lo bueno es que desde hace meses opté por tomar pastillas anticonceptivas, lo agradezco mucho. No me moví para no despertarlo, estoy segura que se hubiera enojado, sólo saqué su pene y ya. Desde ese momento me di cuenta que me gustó, pero tal vez sólo a veces.

Me hizo sentir mejor que Eric se despertó hoy en la mañana y me dio un beso muy dulce y jugoso. Todas mis marcas internas desaparecieron.

Daddy's GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora