Daddy's Girl

Parte 28

Después de unos días, por fin nos pudimos acomodar bien en nuestra nueva casa; Eric arregló mis papeles para que volviera a estudiar nuevamente. Obvio, estaba muy feliz, porque por fin saldría de la casa, tendría nuevos amigos, cosas así. 

Llegó el día esperado, y yo ya estaba lista para que Eric me llevara a la escuela, pero oh, sorpresa. No podía, había conseguido un nuevo trabajo y éste no se ajustaba a mi horario, estaba muy desanimada al igual que Eric; a él no le gustaba que saliera sola, ni siquiera a la esquina. 

Sólo pudo acompañarme a la parada del autobús, la escuela estaba solo a unas calles, pero era muy temprano como para que anduviera caminando. 

Por fin llegó y Eric me besó la frente; yo con los nervios a full, subí al autobús, le di el dinero al chófer y le sonreí amablemente. Al parecer Eric se dio cuenta, aun estando afuera del autobús, porque me miró de una manera muy desagradable. 

Me senté en frente, donde el chófer me viera, por si alguien se quisiera propasar conmigo. Y casi pasa así.

Al final del autobús, se encontraba sentado un loco que sólo veía diciendo incoherencias todo el camino, hasta que casi llegaba a mi parada, se paró y se sentó a dos lugares del mí, y comenzó a hablarme, si ya de por sí estaba muy nerviosa, ahora el tipo loco hablándome, me puso muchísimo más nerviosa. De vez en cuando el chófer volteaba a mirarme, yo sólo lo miraba preocupada. 

Hasta que levantó la mano el loco y quiso tocarme, pero para mi fortuna, ya había llegado a mi destino y me paré lo más rápido que pude. Me bajé casi temblando del miedo y llamé a Eric. Él se molestó y me juró que si hubiera estado conmigo, lo hubiera matado a golpes, sólo me reí y me alivié de que no me pasó nada. 

Colgué y seguí mi camino. Eran las 7:25 am, aún faltaban 5 minutos para que sonara el timbre de la entrada.

Miré a todos lados, viendo a todos saludarse, pero yo no conocía a nadie, pero de igual manera me alegraba el estar ahí.

Cuando por fin pasaron los 5 minutos, me armé de valor para entrar, todos comenzaron a meterse al mismo tiempo, me puso nerviosa pero de todos modos debía que entrar. Justo cuando ya estaba a punto de pasar a la entrada, alguien me empujó y me caí; escuché a dos chicas reírse mientras todos avanzaban; me entraron las ganas de llorar porque tenía miedo pero tuve que aguantarme. Cuando estuve a punto de pararme, sentí cómo alguien alargó su brazo para ayudarme a parar. Levanté la mirada y lo vi: era un chico muy amable que venía a mi salvación. Le sonreí mientras lo tomaba de la mano y me paraba; me sacudí la falda y seguí caminando, tratando de hacer como si no hubiera pasado nada.

Cuando entré al patio de la escuela, estaba totalmente perdida, lo bueno es que no era la única, había entrado en buen momento. Ya que algunos habían sido transferidos. Traté de acercarme para que me pudieran aconsejar, y al final me hice amiga de un chico y una chica. Y lo mejor de todo, es que cuando me dijeron qué salón iba a ser el mío, me tocó con los chicos que había conocido.

El miedo se me había ido por completo y ya me sentía a gusto. Todos fueron muy amables con nosotros, y hasta algunos chicos me hicieron cumplidos, yo sólo me sonrojaba. En mi mente siempre estaba Eric. ¿Qué estará haciendo él?