Parte 36

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Tomé el auto y salí disparado al Café que me había dicho John.
Veía sigiloso cada calle que avanzaba, no quería que nadie supiera lo que estaba por hacer.

En cuanto llegué; me cercioré de que John estuviera allí. Y sí. Estaba en una butaca, bebiendo una taza con café. El lugar estaba solo, así como se lo pedí al jefe.
Llegué por detrás y le puse una navaja en la espalda.

-Quiero que me sigas hasta la cocina- le susurré- párate, y no grites.

John volteó la cabeza y sorprendido dijo: ¡¿Eric?!

Nos fuimos a la cocina, sabía que estaba sola.

-Eric, por favor. Esa niña debe saber lo que le pasó a sus padres.

-John, no es necesario. Ella está a salvo conmigo.

-¿Ah, sí?, ¿Al igual que Amy? Eric, no comprendo tu concepto de "a salvo".

-Está bien. Tienes razón, John. Lo lamento; dejaré en paz a Molly. No le hago nada bien. ¿Por qué no celebramos con una buena botella de vodka?

John dudó por un momento pero al final aceptó.
Nos fuimos a beber a la puerta trasera del Café. Yo no tomé, pero no se dio cuenta. Cuando ya estaba alcoholizado, supe que era momento de avanzar.

Ya no quería dialogar con John; era la última persona que sabía mi secreto, y no iba a dejar que echara a perder todo. Lo comencé a ahorcar y le di un golpe en la cabeza cuando estaba indefenso. Lo cargué como pude y lo llevé a mi auto. Su final sería terrible. Increíblemente; encontré el auto de John, quité sus placas y nos fuimos.

Lo maravilloso de esta ciudad, es que hay un gigantesco bosque cerca. En las noches no era ocupado, así que ahí sucederá todo mi plan. John plañirá el haber nacido.
Pero antes, le había llamado a un viejo amigo que vendía autos usados; le comenté que quería uno viejo para destazarlo con todo el "estrés" que tenía. Le pareció lógico y me lo vendió extremadamente barato.
Colgado el auto viejo al mío, llegamos a un lugar cerca de un barranco; allí acomodé el viejo auto y me dispuse a preparar todo: primero, con un marro comencé a golpear todo el frente del auto, y también el techo, ¿por qué no?. Rocié mucha gasolina sobre él. Tomé a John y comencé a golpearlo como si hubiera tenido un accidente automovilístico.
Lo coloqué en el auto, poniéndole el cinturón y la botella que se había tomado.
Lo llené de gasolina a él también.
Tomé las placas y se las puse al auto. Tomé un cerillo y prendí fuego.
No quería quedarme a ver cómo John prendía en llamas, así que me fui.

Molly me esperaba en casa, y yo no la podía dejar. Ni hoy, ni nunca.

Hola, chicos. ¿Qué les pareció el capítulo de hoy? Algo intenso, ¿no?
Aunque es enfermizo, creo que me he enamorado de mi propio personaje creado 🥰
Que tengan una buena vida, besos.

Daddy's GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora