Parte 27

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Después de lo sucedido. Tuvimos que salir de la ciudad, permanentemente.
Me sentía muy desanimada porque ya tenía hecha mi vida, pero Eric me dio ánimos; me dijo que por fin iba a ir a la escuela, y la vida sería mejor para nosotros.

Nos mudamos inmediatamente a una pequeña casa. Una un poco más pequeña que la casa de mis padres. Por cierto, los extraño.
Pero Eric me dijo que si ellos estuvieran vivos, no nos habrían dejado seguir con nuestro amor. Y creo que tiene razón, aun así, los extraño.

El mismo día que habíamos llegado, Eric había pintado nuestro cuarto alegre. Dijo que me daría energía todas las mañanas.
A mí se me había ido todo el día acomodando toda mi ropa y viendo que quería y que no.

- Amorcito.- me dice Eric.
- ¿Mande?- contesto.
-Debes de renovar tu ropa- me dijo mientras se acercaba a mí, con sus manos llenas de pintura.
-¿Ah, sí?, ¿y qué estilo podría probar ahora que entre a la escuela?
-Pues...- comenzó a besarme el cuello.- si quieres usar vestidos, úsalos pero debajo de las rodillas, o si quieres usar blusas, que sean holgadas.
-Prefiero quedarme con mi estilo de ahora- reí.
- No era una opción, querida. Es una orden.

Me quedé callada cuando dijo eso; no era justo que me pusiera condiciones hasta en la ropa. Obviamente notó que me enojó y él sólo me decía ''No seas berrinchuda, y haz caso. Por favor."

Al llegar la noche, después de un largo y duro día de trabajo, ya teníamos nuestra cama hecha, y nos acostamos y lo gozamos como nunca. Yo tenía muchísimo sueño, así que me volteé para dormir más cómoda, dándole la espalda a Eric.

- ¿Qué crees que estás haciendo, pequeña?- se levantó de la cama y me miró.

Yo volví a voltearme, ahora para mirarlo y contesté "Quiero dormir, estoy muy cansada."

Pareciese que le dije ''tómame y hazme el amor", porque así lo hizo.
Como era de costumbre, y cada que me portaba bien; me tomaba de las mejillas y me besaba, cada que me besaba sentía tan maravilloso, con solo besarme sentía que tocaba el cielo. Sentir sus labios húmedos y deliciosos rozar con los míos, simplemente era magia.
Después de eso, Eric me quitó la ropa. Comenzó a besarme lentamente, hasta llegar a mis senos. Con su sensual lengua, comenzó a lamer mis pezones mientras yo solo disfrutaba.
Eric tenía ya el pene erecto y se notaba. Yo estaba ansiosa por que se lo sacara, y él lo notó.

-Vamos, te doy permiso. Disfruta lo que es tuyo.- me dijo mientras me apretaba los senos.

Yo me senté a un lado suyo, en posición para hacer lo que tenía que hacer; agarré su cinturón y se lo quité. Comencé a bajar su pantalón y en su boxer se veía tremenda cosa. Yo me estremecí y sentía que ardía toda por dentro. Deseaba y necesitaba que Eric estuviera dentro de mí. Y en vez de bajarle el boxer. Decidí abrirme de piernas, para que supiera que ya era hora de tomarme.

-¿Que no te dije que disfrutaras lo que era tuyo?- dijo molesto.
-Pero...- me saqué de onda.- pensé que ya querías que lo hiciéramos.
-Tú, cariño. Tú no pones las reglas, las pongo yo. ¿De acuerdo?
-Sí, por supuesto- contesté, asustada.
-Ahora, ven. Y hazme disfrutar.

Después de esa pequeña discusión, bajé su boxer y lo comencé a masturbar. Eric comenzaba a jadear, vaya que lo estaba disfrutando. Comencé a hacerlo un poco más rápido, su pene estaba hinchado de lo excitado que estaba. Así que me lo metí a la boca para que gozara más.
Eric me había enseñado que moviendo la punta de mi lengua, alrededor de su glande. Sería una delicia para él.
Así que lo hice, después de unos 10 minutos, me fui para su tronco y lo empecé a mojar todo. Hasta que me dijo jadeando "más rápido, más rápido". Y él mismo me metió todo su pene en la boca, creo que ya se iba a venir porque estaba frenético.
Me saqué de la boca su pene y comencé a masturbarlo nuevamente, hasta que por fin, se vino.
Su semen llegó hasta mis senos, y sinceramente me dio un poco de asco, porque él siempre se veía dentro de mí o en otro lado. Pero no dije nada.

Después de haber disfrutado él. Me acomodó para que por fin lo recibiera, se puso encima de mí, y comenzó a rozar mi clitorís con su pene. Se sentía delicioso, pero yo quería más que eso.
Comenzó a besarme como si no hubiera un mañana.
Y después de haberme hecho mojar, me penetró. Me gustaba ver cómo Eric me cogía, y él me lo permitía. A veces, se notaba en mi vientre el pene de Eric, penetrándome.
Después de un rato, él me cambió de posición y él se puso abajo y yo sentida encima de él.
La penetración fue más y el placer también. Gemía demasiado y lo hacía con ganas porque sabía que a Eric le encantaba.
Cuando ya estaba a punto de llegar al climax, Eric me puso en cuatro y comenzó a penetrarme durísimo. Me dolía pero a la misma vez lo disfrutaba, hasta quería más de lo excitada que estaba.
Ya estaba a punto de llegar al orgasmo, y yo estaba súper mojada, mi clitorís estaba hinchado y yo estaba a punto de desmayarme del placer.
Al parecer Eric también estaba a punto de venirse. Así que comenzó a darme durísimo, sacaba y metía su pene muy fuerte y delicioso. Hasta que los dos nos venimos. Estaba orgasmeándome tan rico, y Eric llenándome toda. Una verdadera delicia. Cuando por fin terminé mi maravilla, me di cuenta que el pene de Eric aun estaba dentro de mí, así que lo saqué lentamente. Él estaba muy cansado y él solo cedió y cerró los ojos. Le di un beso y nos fuimos a dormir.

Daddy's GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora