Narra León.
[Varios días después...]
Caminaba con una paciencia realmente extraña por el lugar, tenía un vaso de Whisky en mi mano mientras que la persona que tenía enfrente de mi me miraba con miedo.
- Mira lo repetiré una vez más y esta vez espero una respuesta tuya -bebi de mi vaso- lo que quiero es que trabajes para mí Jack, se muy bien de tus grandes habilidades con la tecnología y tú -lo señale- me podrías ser dé mucha ayuda. Si aceptas te daré una muy grande cantidad de dinero, la que quieras -podía ver cómo los ojos del chico mostraban un brillo.
- ¿La que yo quiera? -dijo tembloroso, estaba asustado y nervioso.
- La que tú quieras Jack. Piénsalo bien, podrías ayudar a tu familia, pagar las caras medicinas de tu madre y ayudar a tus hermanos e incluso pagar tu carrera universitaria.
- ¿Que pasa si no a-cepto?
- Entonces, no querrás que algo malo le pase a tu familia, ¿Verdad Jack? -me puse a su altura poniéndome de cuclillas- tienes 10 segundos para darme una respuesta. 10 -empeze a contar- 9, 8,7, 6, 5, 4, 3, 2, 1...
- Acepto -hablo entes de que pudiera terminar. Sonreí- solo por favor prométame que nada malo le pasará a mi familia.
- Te doy mi palabra Jack, yo mismo me encargaré de que nada les pase -me puse de pie- bien, como tú primera tarea, vas a tener que rastrear me un número y en cuanto tengas la información se los haces saber a mis muchachos por favor -sali del cuarto dejando al niño trabajar. En el pasillo me encontré con mi bella esposa.
- Hola mi amor
- Hola cariño -dejo un beso en mis labios.
- ¿No saldrás hoy? -normalmente salía con sus amigas a esta hora.
- No, hoy no.
- ¿Y ese cambio? ¿Acaso pasó algo?
- Nada malo cariño, solo que hace mucho tiempo que no tenemos tiempo para nosotros y pensé que tal vez podríamos pasar el día juntos pero veo que estás muy ocupado.
- No no, el trabajo puede esperar, no hay nada más importante que mi familia -le di un tierno beso en los labios.
- Entonces vamos a perdernos por ahí, ¿Te parece si vamos a la clase del Valle? -propuso.
- Me parece perfecto -tome su mano entrelazando la con la mía y bajamos las escaleras, al final pude observar a Lucho.
- Hola Lucho -salude.
- Hola Don León, hola señora Lucía.
- Hola Lucho, ¿Que tal? -dijo mi esposa.
- Muy bien gracias, vengo a ver a Valentina, ¿Está en casa?
- Si, está en su cuarto, puedes pasar ya conoces el camino -le sonreí. Me parece perfecto que mi hija conviva con el, después de que se fue Juliana y sus hermanos últimamente a estado encerrada en su habitación.
No me gustaba ver a mi hija así pero debo de entenderla, ellas eran muy buenas amigas y creo que convivir con Lucho no le hará nada mal. Además pienso que un novio tampoco le vendría nada mal y este muchacho me agrada.
- Muchas gracias Don León, compermiso.
- Lucho -lo llame.
- ¿Si? -volteo a verme.
- Puedes decirme León, no hay necesidad de formalidades.
- Está bien León -siguió su camino al cuarto de Valentina.